Guillermo Moreno habla de Angola con un entusiasmo que contagia. Tanto, que por segunda vez en dos meses traccionó hasta Luanda a una legión de empresarios en otra misión comercial que, por volumen, califica como histórica.
Junto a Moreno llegaron a la capital angoleña unos 414 empresarios en un vuelo charter contratado a Aerolíneas Argentinas. El propio secretario de Comercio Interior, en esta oportunidad acompañado por su par de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se encargó de organizar cada detalle de la visita: los pasajes, la reserva en los tres hoteles donde se hospeda la delegación empresaria, la distribución de los 150 stands en la Feria donde se expondrán los productos argentinos y la confección de un salón especial en la exposición para que se realicen rondas de negocios. “Y además trajimos a la selección de básquet y copias de películas nacionales, porque estrechar lazos no es sólo hacer negocios”, detalla Guillermo Moreno, factótum indiscutido de la misión.
En diálogo con Tiempo Argentino, el hombre de las 1000 leyendas afronta con amabilidad la pregunta inevitable.
–¿Por qué Angola?
–Porque en Angola está todo por hacer. Y la Argentina tiene mucho que aportar. Ellos vienen creciendo de una manera fabulosa, tienen los recursos, y están buscando volcarlos en la diversificación productiva y en el mercado de consumo. Por eso digo que estamos llegando justo.
–¿Y qué rol imagina para la Argentina en ese proceso de desarrollo?
–Lo que estamos planteando en estas misiones es un esquema de negocios que permanezca en el tiempo, que se genere una relación a largo plazo, con cada sector del mercado buscando su destino. Nuestro objetivo es tender el puente para que nuestras empresas se internacionalicen. Que a corto plazo puedan llevar a cabo la comercialización y la cadena de distribución, y a mediano plazo, en uno o dos años, la instalación local en asociación con empresas locales.
Moreno explica que el modelo de negocios propuestos por los angoleños es el de “partners”, es decir, el de la asociación entre empresarios de ambos países. Este modelo alivia la necesidad de realizar fuertes inversiones financieras en la apertura de una filial, erogación que dejaría al margen de las negociaciones a buena cantidad de las pymes que nutren la delegación. De todos modos, explica el funcionario, el Estado argentino está dispuesto a respaldar los proyectos de inversión en este país: “El Banco de la Nación ya abrió una línea especial de crédito por 100 millones de dólares para los empresarios argentinos que quieran instalarse aquí y desplegar la fuerza de venta de la Argentina, y esa fuerza son sus vendedores, sus empresarios”.
–¿Qué plazos imagina para el desarrollo de esa integración comercial?
–Depende del rubro, cada uno tiene su dinámica. No es lo mismo alimentos que textiles. Cada proceso lleva su tiempo.
–¿La agroindustria irá a la cabeza de esa integración?
–Ellos están muy interesados en ese rubro, al punto que el gobierno angoleño le cedió 200 hectáreas al Ministerio de Agricultura de nuestro país para llevar adelante una prueba piloto en materia de transferencia de conocimientos y tecnología. Sin dudas la Argentina, como líder mundial en la producción de alimentos, ofrece gran variedad y calidad de productos y servicios en un tema que en Angola se toma como prioridad.
A modo de ejemplo, Moreno revela que, luego de su visita de hace dos meses, una delegación de empresarios africanos viajó a la Argentina con la intención de profundizar conocimientos y vínculos. “Visitaron el Mercado Central y la cerealera Bunge y Born y quedaron impresionados por nuestra industria avícola y frigorífica”, especifica el secretario, aunque no todo giró en torno a los alimentos: “También visitaron fábrica de zapatillas y realizaron varias consultas sobre la fabricación de autopartes para el mercado de reposición.”
Moreno asegura que desde aquel lejano 2004 en el que visitó Angola por primera vez –“antes incluso de que tuviéramos embajada aquí”– hasta estos días, el país evolucionó en un sentido que la acerca más a la Argentina: “Ellos están interesados en nuestra industria intermedia, quieren aprender el know-how para poder ganar mercados en África y tienen todas las condiciones para hacerlo. Su alianza con la Argentina facilitará ese proceso.”
Por ese motivo, asegura, “Angola debe ser tomado por los empresarios argentinos como la puerta de entrada para África occidental. Tenemos la capacidad productiva y la presidenta tomó la decisión política de avanzar en esta relación estratégica. Angola puede ser nuestra base en África.”<
Junto a Moreno llegaron a la capital angoleña unos 414 empresarios en un vuelo charter contratado a Aerolíneas Argentinas. El propio secretario de Comercio Interior, en esta oportunidad acompañado por su par de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, se encargó de organizar cada detalle de la visita: los pasajes, la reserva en los tres hoteles donde se hospeda la delegación empresaria, la distribución de los 150 stands en la Feria donde se expondrán los productos argentinos y la confección de un salón especial en la exposición para que se realicen rondas de negocios. “Y además trajimos a la selección de básquet y copias de películas nacionales, porque estrechar lazos no es sólo hacer negocios”, detalla Guillermo Moreno, factótum indiscutido de la misión.
En diálogo con Tiempo Argentino, el hombre de las 1000 leyendas afronta con amabilidad la pregunta inevitable.
–¿Por qué Angola?
–Porque en Angola está todo por hacer. Y la Argentina tiene mucho que aportar. Ellos vienen creciendo de una manera fabulosa, tienen los recursos, y están buscando volcarlos en la diversificación productiva y en el mercado de consumo. Por eso digo que estamos llegando justo.
–¿Y qué rol imagina para la Argentina en ese proceso de desarrollo?
–Lo que estamos planteando en estas misiones es un esquema de negocios que permanezca en el tiempo, que se genere una relación a largo plazo, con cada sector del mercado buscando su destino. Nuestro objetivo es tender el puente para que nuestras empresas se internacionalicen. Que a corto plazo puedan llevar a cabo la comercialización y la cadena de distribución, y a mediano plazo, en uno o dos años, la instalación local en asociación con empresas locales.
Moreno explica que el modelo de negocios propuestos por los angoleños es el de “partners”, es decir, el de la asociación entre empresarios de ambos países. Este modelo alivia la necesidad de realizar fuertes inversiones financieras en la apertura de una filial, erogación que dejaría al margen de las negociaciones a buena cantidad de las pymes que nutren la delegación. De todos modos, explica el funcionario, el Estado argentino está dispuesto a respaldar los proyectos de inversión en este país: “El Banco de la Nación ya abrió una línea especial de crédito por 100 millones de dólares para los empresarios argentinos que quieran instalarse aquí y desplegar la fuerza de venta de la Argentina, y esa fuerza son sus vendedores, sus empresarios”.
–¿Qué plazos imagina para el desarrollo de esa integración comercial?
–Depende del rubro, cada uno tiene su dinámica. No es lo mismo alimentos que textiles. Cada proceso lleva su tiempo.
–¿La agroindustria irá a la cabeza de esa integración?
–Ellos están muy interesados en ese rubro, al punto que el gobierno angoleño le cedió 200 hectáreas al Ministerio de Agricultura de nuestro país para llevar adelante una prueba piloto en materia de transferencia de conocimientos y tecnología. Sin dudas la Argentina, como líder mundial en la producción de alimentos, ofrece gran variedad y calidad de productos y servicios en un tema que en Angola se toma como prioridad.
A modo de ejemplo, Moreno revela que, luego de su visita de hace dos meses, una delegación de empresarios africanos viajó a la Argentina con la intención de profundizar conocimientos y vínculos. “Visitaron el Mercado Central y la cerealera Bunge y Born y quedaron impresionados por nuestra industria avícola y frigorífica”, especifica el secretario, aunque no todo giró en torno a los alimentos: “También visitaron fábrica de zapatillas y realizaron varias consultas sobre la fabricación de autopartes para el mercado de reposición.”
Moreno asegura que desde aquel lejano 2004 en el que visitó Angola por primera vez –“antes incluso de que tuviéramos embajada aquí”– hasta estos días, el país evolucionó en un sentido que la acerca más a la Argentina: “Ellos están interesados en nuestra industria intermedia, quieren aprender el know-how para poder ganar mercados en África y tienen todas las condiciones para hacerlo. Su alianza con la Argentina facilitará ese proceso.”
Por ese motivo, asegura, “Angola debe ser tomado por los empresarios argentinos como la puerta de entrada para África occidental. Tenemos la capacidad productiva y la presidenta tomó la decisión política de avanzar en esta relación estratégica. Angola puede ser nuestra base en África.”<
