La consultora Isonomía le dio el martes 32% de intención de voto a Gabriela Michetti como senadora y 28% a usted como diputado. ¿Por qué existe esa diferencia en la fórmula del PRO?
Esa diferencia se da porque a la gente no le cierra el combo de Lilita Carrió diputada con Pino Solanas como senador (lista Coalición Sur, del Frente UNEN). Nosotros tenemos 28% pero los que no votarían a Pino le suben el porcentaje a Gabriela. Políticamente tengo tanto derecho a la especulación de que ese porcentaje es mi migración a favor de Lilita como que es la migración de Solanas a Gabriela. En vez de que yo sea el que baja en los sondeos, digo que Gabriela sube porque Pino es invotable para el que le gusta Lilita. Si sus electores leen lo que declararon en los últimos tiempos, saben que Pino y Carrió son injuntables. Ese 4% de diferencia es el corte de boleta de los que no les gusta Solanas.
¿Cómo va a actuar la oposición en el Congreso? ¿Se piensan unir como en Venezuela?
No veo a alguien que haga de Capriles (ex candidato a presidente de Venezuela) y junte a todos pero si veo que haya una conversación entre referentes legislativos para que nos pongamos a trabajar en consensos de cara a 2015. Además, tenemos que hacer revisión de todas las leyes estructurales aprobadas desde 2009. No te olvides de la brillantez de un perverso (en alusión al ex presidente Néstor Kirchner) que hace cuatro años nos mandó a votar en junio para asumir en diciembre. En esos seis meses mandaron desde la Ley de medios hasta el proyecto de las AFJP. Si hubieran sido respetuosos del voto popular, como dicen, a pesar de no conseguir la mayoría en 2009, hubieran esperado a que asuman en diciembre los diputados para empezar a tratar leyes tan importantes.
La ciudadanía pide menos confrontación. Usted tiene un discurso duro con el kirchnerismo. ¿No creé que debería moderarlo?
Sí, pero no sería mi naturaleza. Sería iluso atenuar el peligro que uno vislumbra. Los veo muy peligrosos. La gente pide que nos unamos pero, ¿en qué condiciones? Nos unimos los que compartimos valores y reglas de juego. El amor y la paz no significa que vos sos ingenuo. Con los intolerantes, uno tiene que ser amorosamente intolerante. Uno con intolerantes no puede decir: Vení, entrá a casa. De ninguna manera. En mi casa no entrás hasta que no me des garantías que tu intolerancia no es un riesgo para mí. Esta gente es riesgosa por motivos del orden psiquiátrico más que político. Acá hay un Gobierno que tiene prácticas fascistas. No es fascista, pero tiene esas prácticas: la propaganda, la cadena nacional, la denostación del otro por ser otro.
¿Por qué se va de la Legislatura si le quedan dos años y es el lugar para trabajar por la Ciudad?
La gente podría decir con razón: Nosotros te votamos para ser legislador de la Ciudad. Es un juicio posible, válido, al que me someto. Yo también aceptaría que alguien con justa razón me critique. ¿Por qué soy candidato ahora? Porque creo que soy un recurso y no un fin. Soy parte de un equipo y de una visión estratégica de que la República, las reglas de juego, corren riesgo cuando tenés gente que quiere 50 años más en el poder.
Esa diferencia se da porque a la gente no le cierra el combo de Lilita Carrió diputada con Pino Solanas como senador (lista Coalición Sur, del Frente UNEN). Nosotros tenemos 28% pero los que no votarían a Pino le suben el porcentaje a Gabriela. Políticamente tengo tanto derecho a la especulación de que ese porcentaje es mi migración a favor de Lilita como que es la migración de Solanas a Gabriela. En vez de que yo sea el que baja en los sondeos, digo que Gabriela sube porque Pino es invotable para el que le gusta Lilita. Si sus electores leen lo que declararon en los últimos tiempos, saben que Pino y Carrió son injuntables. Ese 4% de diferencia es el corte de boleta de los que no les gusta Solanas.
¿Cómo va a actuar la oposición en el Congreso? ¿Se piensan unir como en Venezuela?
No veo a alguien que haga de Capriles (ex candidato a presidente de Venezuela) y junte a todos pero si veo que haya una conversación entre referentes legislativos para que nos pongamos a trabajar en consensos de cara a 2015. Además, tenemos que hacer revisión de todas las leyes estructurales aprobadas desde 2009. No te olvides de la brillantez de un perverso (en alusión al ex presidente Néstor Kirchner) que hace cuatro años nos mandó a votar en junio para asumir en diciembre. En esos seis meses mandaron desde la Ley de medios hasta el proyecto de las AFJP. Si hubieran sido respetuosos del voto popular, como dicen, a pesar de no conseguir la mayoría en 2009, hubieran esperado a que asuman en diciembre los diputados para empezar a tratar leyes tan importantes.
La ciudadanía pide menos confrontación. Usted tiene un discurso duro con el kirchnerismo. ¿No creé que debería moderarlo?
Sí, pero no sería mi naturaleza. Sería iluso atenuar el peligro que uno vislumbra. Los veo muy peligrosos. La gente pide que nos unamos pero, ¿en qué condiciones? Nos unimos los que compartimos valores y reglas de juego. El amor y la paz no significa que vos sos ingenuo. Con los intolerantes, uno tiene que ser amorosamente intolerante. Uno con intolerantes no puede decir: Vení, entrá a casa. De ninguna manera. En mi casa no entrás hasta que no me des garantías que tu intolerancia no es un riesgo para mí. Esta gente es riesgosa por motivos del orden psiquiátrico más que político. Acá hay un Gobierno que tiene prácticas fascistas. No es fascista, pero tiene esas prácticas: la propaganda, la cadena nacional, la denostación del otro por ser otro.
¿Por qué se va de la Legislatura si le quedan dos años y es el lugar para trabajar por la Ciudad?
La gente podría decir con razón: Nosotros te votamos para ser legislador de la Ciudad. Es un juicio posible, válido, al que me someto. Yo también aceptaría que alguien con justa razón me critique. ¿Por qué soy candidato ahora? Porque creo que soy un recurso y no un fin. Soy parte de un equipo y de una visión estratégica de que la República, las reglas de juego, corren riesgo cuando tenés gente que quiere 50 años más en el poder.