Ubicado en San Martín 137 de la Ciudad de Buenos Aires.
Conviene aclarar algunos conceptos. Los Bancos son empresas que reciben dinero en depósito para prestarlo al comercio y la industria con un interés. De esta forma mueven las reservas improductivas de capital en beneficio de la comunidad. Esto en teoría.
Óleo sobre tabla «Cambista y su mujer». Autor: Quentin Metsys.
Cuando existe un monopolio bancario, o el Banco es uno solo, se convierte en dueño exclusivo de las reservas de capital y único árbitro del crédito; si además el Banco tiene la facultad de emitir la moneda circulante en forma de billetes, su dominio en la economía es total; si ese monopolio crediticio y emisor lo ejerce el Estado, los liberales lo califican de “régimen totalitario”; pero cuando lo ejerce una institución privada, es que una plutocracia queda dueña del país; y, si esos particulares se hallaran atados a intereses extranacionales, se trata de una aristocracia que favorece la intromisión colonialista; si el grupo dominante de particulares monopolizadores del crédito y fabricantes de la moneda corriente ni siquiera fuera nativo, se puede afirmar que se trata de un coloniaje lindante con la factoría; y si el grupo extranjero, dueño de la economía de una plaza, ajustase su acción a las órdenes del gobierno de su metrópolis, sólo puede decirse que es el tipo más impúdico de imperialismo.
Nuestro primer maestro, don Pepe Rosa, lo describió de esta manera en esta obra clásica de su producción nacional y popular.
El día indicado, el gobierno presenta a la junta de comerciantes el proyecto de “Banco de Buenos Aires” preparado por el ministro de Hacienda, Manuel José García; ese mismo día quedó formada la comisión provisoria encabezada por William Carthwright e integrada por Joshua Thwaites, James Brittain, Handist, Bayley, Harrar, Montgomery, Horn, Robertson, Miller Thwaites y James Barton, comerciantes dedicados a la exportación. Las bases legales de la nueva entidad serían: 1) Capital de un millón de pesos, descompuesto en mil acciones de mil pesos; los accionistas pagarían el 20% al suscribirlas, otro 20% a los 60 días, y el resto cuando el Banco lo dispusiese; 2) Monopolio bancario por 20 años prorrogables; 3) Emisión de billetes de Banco a prestar mediante un interés al comercio. Los billetes serían canjeables en oro a la vista; 4) Aceptación de depósitos particulares al interés fijado por el Directorio; 5) Recibir los depósitos de Tesorería de la Provincia y actuar como agente financiero de ella; 6) Privilegios impositivos y judiciales. Sus acciones y transacciones no estarían sujetas a impuestos, y no correrían en sus ejecuciones los términos comunes. “De hecho y de derecho -dice Oliver- esa sociedad se convertía en reguladora del crédito y economía de la provincia”.
Del 18 al 20 de junio se lo discute en la junta de representantes. El ministro García explica que el objeto del Banco es remediar la falta de metálico con una circulación garantizada de moneda de papel. Pocos diputados refutan ese argumento diciendo que la fuga de metal fue debida precisamente a quienes aparecían ahora como socios directores del Banco. García los corrige, aclarando que la carencia del metal no se debe a su exportación sino a encontrarse cerradas las comunicaciones con el Alto Perú, proveedor de metales, y -sobre todo- a la circunstancia de haber aumentado en la plaza los capitales en giro por la instalación de gran número de casas de comercio extranjeras.
Primer billete emitido por el Banco de Buenos Aires que comenzó a circular en 1827.
Esta argumentación es comentada por Raúl Scalabrini Ortiz: “Es increíble que tales incongruencias hayan sido dichas en serio. Si los capitales extranjeros no venían en forma de oro, ¿en qué forma venían? ¿Acaso los capitales eran las mercaderías de consumo y suntuarias que traían los comerciantes?”.
Raúl Scalabrini Ortiz, uno de los más grandes exponentes del pensamiento nacional y popular.
Son muy pocos los que rebaten la concesión. Uno de ellos el diputado Manuel Moreno (hermano de Mariano), quien objeta el monopolio por 20 años que impediría la formación de otros Bancos, pero replica Rivadavia con el ejemplo prócer del Banco de Inglaterra “creador de los que vinieron después” y que el monopolio, lejos de impedir la instalación de nuevos Bancos, vendría a favorecerla. El curioso argumento no tuvo contrarréplica. La ley quedó aprobada el 22 de junio por gran mayoría.