Juan José Aranguren, ministro de Energía, es cuestionado por su paso anterior como jefe y al mismo tiempo accionista de Shell. (NA)
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, es uno de los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri cuestionado con mayor intensidad. No sólo por la difícil tarea de ordenar la maraña de subsidios –que escondían ineficiencia y delito por igual– sino también por un punto clave: su anterior paso como CEO de Shell y, al mismo tiempo, ser aún hoy accionista de esa petrolera, a la que ahora debe controlar.
Desde la oposición política, cada vez que se cuestiona la política energética y la economía en general del proyecto político que se inició el 10 de diciembre del año pasado, el nombre de «Juanjo» Aranguren -como lo llama el presidente Mauricio Macri- surge rápidamente.
Las críticas hoy surgieron desde el ámbito académico. Pablo Van Thienen, de la Florida University detalló los motivos de la incompatibilidad que tiene el ministro de Energía para ocupar su cargo, debido a su pasado y -sobre todo- su presente en Shell.
1- «No importa si el ministro de Energía posee una (1) acción o el 0,00001% de las acciones de Shell, lo que importa es que siendo el máximo responsable del área energética del país, posea participaciones accionarias en una empresa del sector. Salta a la vista la incompatibilidad. Es evidente el ‘conflicto de interés’. Esto lo sabe, lo entiende y hasta lo percibe cualquier ciudadano de a pie».
2- «Resulta llamativo la defensa que el Jefe de Gabinete ensaya justificando la presunta inexistencia de ese conflicto de interés fundado en la cantidad de acciones que el Sr. Aranguren posee».
3- «No es la cantidad, sino la ‘calidad’; o sea, nada impide que el ministro posea inversiones en acciones, lo que no puede es invertir en las empresas que operan, directa o indirectamente, en el sector que él regula».
4- «Si poseo acciones de empresas petroleras siendo yo quien tiene la responsabilidad de regularlas; o sea de controlar información sensible que hace a la actividad y el sector, estoy claramente en una situación de privilegio que permite presumir, sospechar y confirmar la existencia de un serio conflicto de interés».
5- «Siendo juez y parte puedo correr con el riesgo de tomar decisiones de estado que me terminen beneficiando, ya sea en forma directa o indirecta. Siendo juez y parte puedo contar con información de privilegio que puede beneficiar a unos en detrimento de otros. Siendo juez y parte puedo controlar y dirigir el efecto de determinadas decisiones».
6- «No se trata de cuantas acciones de Shell el Sr. Aranguren posee en su patrimonio, y no se trata de si esas acciones corresponden a tenencias poseídas como consecuencia de su anterior función como máximo responsable de esa empresa, sino de que en su condición de ex CEO de una petrolera no puede mantener esa inversión siendo, ahora, el máximo responsable del área y miembro del gabinete nacional».
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, es uno de los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri cuestionado con mayor intensidad. No sólo por la difícil tarea de ordenar la maraña de subsidios –que escondían ineficiencia y delito por igual– sino también por un punto clave: su anterior paso como CEO de Shell y, al mismo tiempo, ser aún hoy accionista de esa petrolera, a la que ahora debe controlar.
Desde la oposición política, cada vez que se cuestiona la política energética y la economía en general del proyecto político que se inició el 10 de diciembre del año pasado, el nombre de «Juanjo» Aranguren -como lo llama el presidente Mauricio Macri- surge rápidamente.
Las críticas hoy surgieron desde el ámbito académico. Pablo Van Thienen, de la Florida University detalló los motivos de la incompatibilidad que tiene el ministro de Energía para ocupar su cargo, debido a su pasado y -sobre todo- su presente en Shell.
1- «No importa si el ministro de Energía posee una (1) acción o el 0,00001% de las acciones de Shell, lo que importa es que siendo el máximo responsable del área energética del país, posea participaciones accionarias en una empresa del sector. Salta a la vista la incompatibilidad. Es evidente el ‘conflicto de interés’. Esto lo sabe, lo entiende y hasta lo percibe cualquier ciudadano de a pie».
2- «Resulta llamativo la defensa que el Jefe de Gabinete ensaya justificando la presunta inexistencia de ese conflicto de interés fundado en la cantidad de acciones que el Sr. Aranguren posee».
3- «No es la cantidad, sino la ‘calidad’; o sea, nada impide que el ministro posea inversiones en acciones, lo que no puede es invertir en las empresas que operan, directa o indirectamente, en el sector que él regula».
4- «Si poseo acciones de empresas petroleras siendo yo quien tiene la responsabilidad de regularlas; o sea de controlar información sensible que hace a la actividad y el sector, estoy claramente en una situación de privilegio que permite presumir, sospechar y confirmar la existencia de un serio conflicto de interés».
5- «Siendo juez y parte puedo correr con el riesgo de tomar decisiones de estado que me terminen beneficiando, ya sea en forma directa o indirecta. Siendo juez y parte puedo contar con información de privilegio que puede beneficiar a unos en detrimento de otros. Siendo juez y parte puedo controlar y dirigir el efecto de determinadas decisiones».
6- «No se trata de cuantas acciones de Shell el Sr. Aranguren posee en su patrimonio, y no se trata de si esas acciones corresponden a tenencias poseídas como consecuencia de su anterior función como máximo responsable de esa empresa, sino de que en su condición de ex CEO de una petrolera no puede mantener esa inversión siendo, ahora, el máximo responsable del área y miembro del gabinete nacional».