Las noticias sobre inflación no le dieron señales positivas al gobierno de Mauricio Macri. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó el último jueves un avance en el índice de precios del 2,4% para marzo (en lo que va del año acumula una suba del 6,7%).
En ese contexto, el exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, dialogó con ámbito.com y dio un diagnóstico sobre la situación económica actual. Dijo que «el Banco Central se encamina por tercer año consecutivo a incumplir la meta» y remarcó que «el mayor factor de vulnerabilidad que tiene la economía es la dependencia del mercado internacional». Asimismo, advirtió que «probablemente la pobreza va a volver a aumentar».
Periodista.: Federico Sturzenegger sostuvo que el nivel de tasas es el adecuado. ¿Cómo analizás la política monetaria del Banco Central?
Emmanuel Álvarez Agis.: El gran problema que tenemos es que después del cambio de metas del 28 de diciembre de 2017, la proyección de inflación del Banco Central es inverosímil. Ha quedado claro que la relación entre el tipo de cambio y los precios sigue siendo muy fuerte. En la medida en que siga habiendo una presión sobre el dólar y que el Central no modifique la tasa y siga vendiendo divisas, vamos a ver una inflación que se calma pero unas reservas que bajan. Si quiere bajar la inflación con la tasa de interés, la tasa actual (27,25%) se queda corta. Mi posición es que en un contexto de inflación muy alta como la de 2016 y en un marco donde el Gobierno está cambiando precios relativos como el de las tarifas y el dólar, la tasa es una pésima herramienta. Además hay un problema de credibilidad porque el Central se encamina por tercer año consecutivo a incumplir la meta. Creo que el problema es que evidentemente en el Gobierno hay dos posiciones respecto de qué hacer con la política monetaria. Entonces lo que está resultando es un híbrido que el mercado no termina de comprender. Lo que se entendió de la conferencia del 28 de diciembre es que el Gobierno va a ser más permisivo con la inflación, pero lo que se vio a partir de febrero y marzo, cuando la inflación se empezó a ir de la línea, es que el Central empezó a intervenir con venta de dólares para bajarla. Hoy el mercado no tiene claro si el dólar va a estar más arriba o más abajo o si el Central va a modificar la tasa.
P.: ¿Por qué crees que se da esta inconsistencia?
E.A.A.: Caen en el error de pensar que el tipo de cambio no tiene influencia en los precios y de que las tarifas tienen influencia nada más de primera ronda. Y ya es sabido que tienen influencia de segunda y tercera vuelta. El punto de la inconsistencia es el siguiente: hicieron la conferencia el 28 de diciembre para tener un dólar más alto y en consecuencia una inflación más alta. Per cuando la empezaron a ver se asustaron y empezaron a intervenir para hacer totalmente lo contrario. Cuál es nivel de dólar, de inflación, de devaluación y de tasas que el Gobierno tiene como objetivo hoy no queda claro.
P.: ¿Esto tiene que ver con la falta de una única conducción en la parte económica?
E.A.A.: Objetivamente hay dos programas. Uno de apreciación y de tasas de interés muy alta para frenar la inflación a base de un tipo de cambio bajo que lo sostenés con un gran endeudamiento. Y en el contexto internacional actual, muchos están diciendo cambiemos de programa y hagamos que el dólar corra y veamos si con eso damos un salto exportador. Esas aproximaciones me parecen incorrectas pero peor que uno de los dos programas, son los dos programas al mismo tiempo y me parece que estamos viendo eso.
P.: Para bajar la inflación, ¿creés que hay que ponerle un techo a la base monetaria como proponen algunos economistas (Giacomini – Milei)?
E.A.A.: El mundo y la profesión hace ya casi 30 años que dejaron de hablar de agregados monetarios. Creo que eso atrasa. Es una teoría totalmente arcaica. El Banco Central de Inglaterra, que nadie puede acusar de heterodoxo, de hecho es la autoridad monetaria ejemplar en el mundo, explica en su web que la emisión no tiene nada que ver con la inflación y que no le preocupan los agregados monetarios sino que le preocupan los precios, entendiendo la tasa de interés como un precio más. Un Banco Central que decide una herramienta como las metas de inflación no puede tener un objetivo sobre los agregados monetarios. Es absolutamente inconsistente e imposible de llevar a la práctica. El Banco Central de Argentina tiene un objetivo de tasa y los agregados monetarios son endógenos y dependen más de decisiones de cartera del sector privado y del resultado del sector público.
P.: ¿Es peligrosa la dependencia de Argentina respecto del mercado internacional?
E.A.A.: Sí, pienso que es el mayor factor de vulnerabilidad que tiene la economía argentina. Y eso no está bien encarado por parte del Gobierno. La tesis de Cambiemos es que cuando se termina el déficit fiscal se acaba el endeudamiento y esto no es necesariamente así. Vos podés tener déficit fiscal cero y déficit externo. Hoy Argentina toma 30 mil millones de dólares en el mercado externo, no para financiar el déficit fiscal, que se financia en pesos y con emisión monetaria, sino que los toma para financiar el déficit externo. Ese es el gran problema.
P.: «Lo que es insostenible es el nivel de déficit, no el de la deuda», dijo Luis Caputo en el Congreso. ¿Qué pensás al respecto?
E.A.A.: Lo que tenés un agujero de cuenta corriente que ya llega a 5 puntos del PBI. Y tenés tres formas de financiarlo cada año: o con endeudamiento, o con pérdida de reservas o con devaluación. Hasta ahora Cambiemos ha elegido la opción de la deuda externa. La opción de las reservas es de muy corto alcance y devaluación ya sabemos que te soluciona el problema pero contrayéndose la economía. El Central a partir de finales de los 70 entendió que con este nivel de innovación financiera es imposible controlar los agregados monetarios. La inflación en un país como Argentina también depende del déficit fiscal pero no por la emisión monetaria sino por la influencia indirecta que tiene sobre el nivel de actividad y sobre los salarios, las importaciones y sobre el valor del dólar. Si querés tener menos inflación lo podés lograr bajando el déficit fiscal pero el efecto que lográs es recesivo.
P.: ¿Era necesario recortar los subsidios teniendo el problema de déficit que tiene Argentina? ¿Lo hubieras llevado a cabo de la misma manera?
E.A.A.: Bajar el déficit bajando los subsidios es inflacionario. Eso es lo primero que no se puede negar. La única forma de bajar el déficit fiscal sostenidamente es que la economía empiece a crecer fuerte. Y me parece que la configuración de política económica de Cambiemos no es muy compatible con un crecimiento alto de la economía. Mientras queramos seguir reduciendo el déficit fiscal bajando el gasto y subsidios, vamos a tener un impacto muy fuerte en la inflación. Vamos a tener una paradoja que es que si Cambiemos deja correr el dólar dos pesos más o un peso y medio más, todo lo que te ahorraste por subsidios te lo vas a volver a desahorrar porque éstos están denominados en dólares. Vos podés aumentar la tarifa en pesos pero si el tipo de cambio te sube y los niveles de importación de energía están altos, es una cuenta que el fisco la paga a tipo de cambio spot. Ahí me parece que hay otra inconsistencia en el tramo de reducción de subsidios que Cambiemos no está encarando correctamente.
P.: ¿Qué implicancias puede tener un posible recalificación de Argentina a «mercado emergente»?
E.A.A.: Me parece que si eso ocurre vamos a tener la paradoja de que el Central en vez de ponerle un techo al dólar, va a tener que ponerle un piso. Probablemente tengamos un ingreso de dólares fuerte, más por la vía del sector privado que por el sector público. La ventana que va a abrir es la del financiamiento en dólares y a largo plazo del sector privado. Me parece un efecto positivo. Ahora, si eso lo combinás con un dólar que se te aprecia, ahí podés tener algún efecto negativo porque ya tenemos un déficit de cuenta corriente muy alto y agravarlo con una apreciación cambiaria sería un error.
P.: Se ve una muy buena recuperación de la economía en algunos sectores, principalmente en la construcción. Sin embargo, otras áreas están sufriendo dificultades. ¿Debería advertir esta heterogeneidad el Gobierno?
E.A.A.: El problema de este perfil de crecimiento es muy magro en términos de generación de empleo justamente por los sectores que lo traccionan. No solo en cantidad sino en calidad. Cuando ves que siete de cada diez puestos de trabajo son informales, eso es porque los sectores que impulsan la economía son la construcción y el agro, que generan mucho empleo informal. Afectar tan diferencialmente al sector industrial y al sector pyme te genera un costo muy alto en materia de empleo que a veces se agrava con esta cuestión de apertura intermitente de importaciones. En ese sentido Cambiemos va testeando, lo va usando para regular precios en algunos sectores que ha tenido resultados en electrónicos y marginalmente en textil. Pero lo que ganás en precio lo perdés en empleo.
P.: La pobreza bajó a 25,7% en el segundo semestre de 2017, según el INDEC. ¿Crees que son cifras alentadoras y veraces?
E.A.A.: No tengo dudas sobre el dato. No me sorprende porque creo que fue el resultado de que Cambiemos dio un giro muy brusco en la política económica. Es decir, 2016 fue un año de ajustes que generó un saltó de la pobreza. Y 2017 fue un año de expansión donde las paritarias le ganaron a la inflación, se reactivó el crédito tanto para los sectores de bajos ingresos con la Argenta como para los sectores medios y altos con las UVA y la obra pública avanzó muy fuerte. Eso hizo bajar la pobreza. Lo que me parece es que estamos condenados a seguir con este zigzag porque apenas Cambiemos ganó las elecciones legislativas volvió a la políticas del 2016: aumentaron las tarifas, adelantaron el dólar y se pusieron fuertes con una paritaria en torno al 15%. A mí me parece que si ésta es la configuración de 2018, probablemente vamos a ver que la pobreza va a volver a aumentar. Cuando vos tenés un indicador por ingresos que es muy sensible a las aceleraciones y desaceleraciones de la inflación, lo importante es mirar la cosa en el mediano plazo. Estar semestre a semestre midiendo si bajó o subió no me parece muy conducente.
P.: Trascendió que el Gobierno trabaja en un proyecto para absorber el INDEC desde el Ministerio de Hacienda y crear otro organismo de estadísticas. ¿Qué pensás al respecto?
E.A.A.: Me parece que desde el punto de vista del diseño, siempre es conveniente que el que ejecuta la política económica no sea el que la mide porque eso no alinea bien los incentivos. Siempre que se mantenga la independencia del Instituto y sea para mejorar las estadísticas en Argentina me parece bienvenido. Yo creo que hay que fortalecer la independencia del INDEC y dotarlo más de recursos porque Argentina tiene pocas estadísticas públicas. Lo fundamental es tratar de darle la mayor independencia posible respecto del que ejecuta la política económica porque los incentivos no son los correctos. El proyecto tiene que explicar por qué se hace. Si las estadísticas se dejan de usar dejan de servir. A nosotros (por la gestión kirchnerista) nos pasó eso y este proyecto corre el mismo riesgo; el de dar la señal de que no se está haciendo algo para mejor sino para peor.
P.: ¿El cobro de impuestos a la renta financiera estuvo bien planeado?
E.A.A.: Lo veo como una forma de tratar de que los no residentes adquieran Lebacs. Me parece que cuando vos tenes una política monetaria de subir tasas, les están diciendo a todos que hagan «carry trade», que compren Lebacs. Preocuparse por el «carry» cuando tu política lo promueve, es un poquito inconsistente. Creo que salió de manotazo por una reforma fiscal que originalmente se planteó para ahorrarse dos puntos del PBI y que finalmente con cosas así terminó saliendo en un empate. Me parece que la reforma fiscal estuvo muy permeada por intereses sectoriales y en ese sentido no primó el objetivo fiscalista. Con estas soluciones trataron de emparchar lo que de de otra forma hubiese sido una pérdida de recaudación.
P.: ¿Cómo analizás la situación de Carrefour y de los supermercados que advirtieron por la baja rentabilidad producto de la informalidad y los altos costos?
E.A.A.: Lo de los supermercados es insólito. Primero que es un problema de Carrefour, no he visto que otros supermercados tengan un problema tan estructural. Carrefour se queja de los costos pero es una discusión económica. Se queja de que tiene costo laboral argentino pero no dice que tiene precios argentinos. Hay un problema más micro que macro. Que el consumo no está atravesando un buen momento está clarísimo. Hay un cambio hacia mayoristas pero eso es absolutamente marginal. Y está claro que uno de los sectores favorecidos de este modelo económico no va a ser el del consumo masivo. Si las paritarias se ubican en el nivel que está planteando el Gobierno ahora, no va a ser un año bueno para el consumo masivo. Yo creo que en 2019 Cambiemos va a tirar toda la carne al asador y va a volver a un populismo culposo como en 2017. Pero esa reactivaciones de consumo masivo siempre son en el margen.
P.: El sector sojero dijo que la caída de ingresos va a ser muy importante este año producto de la sequía. ¿Esto puede afectar fuertemente el crecimiento económico del país teniendo en cuenta la dependencia que tenemos de las exportaciones de granos?
E.A.A.: El impacto que le veo al crecimiento es bastante marginal. Lo estoy calculando entre dos y tres décimas. Es normal que en una situación de sequía se escuchen estas quejas. Me parece que el problema es que Argentina está cada vez primarizando más sus exportaciones entonces un año malo para el campo termina siendo un año malo para las exportaciones. No estamos haciendo nada para que un salto exportador ocurra.
P.: ¿Qué pensas de la situación del ministro de Finanzas Luis Caputo respecto a las cuentas offshore que se le recriminan?
E.A.A.: Creo que hay que modificar la ley de ética pública y generar un código de conducta de funcionarios públicos que estipule qué cosas pueden hacer y qué cosas no. Yo que pasé por la función pública te digo que es hasta cuestionable tener un plazo fijo en pesos. Ahora si vos no declaraste una cuenta, si omitiste cuestiones en tu declaración jurada, ahí no hay mucha duda.
P.: ¿Cuáles son tus proyecciones de inflación y crecimiento económico para 2018?
E.A.A.: Con respecto al crecimiento, proyectamos para 2018 un 2% mientras que para la inflación un 23,5% promedio.
En ese contexto, el exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, dialogó con ámbito.com y dio un diagnóstico sobre la situación económica actual. Dijo que «el Banco Central se encamina por tercer año consecutivo a incumplir la meta» y remarcó que «el mayor factor de vulnerabilidad que tiene la economía es la dependencia del mercado internacional». Asimismo, advirtió que «probablemente la pobreza va a volver a aumentar».
Periodista.: Federico Sturzenegger sostuvo que el nivel de tasas es el adecuado. ¿Cómo analizás la política monetaria del Banco Central?
Emmanuel Álvarez Agis.: El gran problema que tenemos es que después del cambio de metas del 28 de diciembre de 2017, la proyección de inflación del Banco Central es inverosímil. Ha quedado claro que la relación entre el tipo de cambio y los precios sigue siendo muy fuerte. En la medida en que siga habiendo una presión sobre el dólar y que el Central no modifique la tasa y siga vendiendo divisas, vamos a ver una inflación que se calma pero unas reservas que bajan. Si quiere bajar la inflación con la tasa de interés, la tasa actual (27,25%) se queda corta. Mi posición es que en un contexto de inflación muy alta como la de 2016 y en un marco donde el Gobierno está cambiando precios relativos como el de las tarifas y el dólar, la tasa es una pésima herramienta. Además hay un problema de credibilidad porque el Central se encamina por tercer año consecutivo a incumplir la meta. Creo que el problema es que evidentemente en el Gobierno hay dos posiciones respecto de qué hacer con la política monetaria. Entonces lo que está resultando es un híbrido que el mercado no termina de comprender. Lo que se entendió de la conferencia del 28 de diciembre es que el Gobierno va a ser más permisivo con la inflación, pero lo que se vio a partir de febrero y marzo, cuando la inflación se empezó a ir de la línea, es que el Central empezó a intervenir con venta de dólares para bajarla. Hoy el mercado no tiene claro si el dólar va a estar más arriba o más abajo o si el Central va a modificar la tasa.
P.: ¿Por qué crees que se da esta inconsistencia?
E.A.A.: Caen en el error de pensar que el tipo de cambio no tiene influencia en los precios y de que las tarifas tienen influencia nada más de primera ronda. Y ya es sabido que tienen influencia de segunda y tercera vuelta. El punto de la inconsistencia es el siguiente: hicieron la conferencia el 28 de diciembre para tener un dólar más alto y en consecuencia una inflación más alta. Per cuando la empezaron a ver se asustaron y empezaron a intervenir para hacer totalmente lo contrario. Cuál es nivel de dólar, de inflación, de devaluación y de tasas que el Gobierno tiene como objetivo hoy no queda claro.
P.: ¿Esto tiene que ver con la falta de una única conducción en la parte económica?
E.A.A.: Objetivamente hay dos programas. Uno de apreciación y de tasas de interés muy alta para frenar la inflación a base de un tipo de cambio bajo que lo sostenés con un gran endeudamiento. Y en el contexto internacional actual, muchos están diciendo cambiemos de programa y hagamos que el dólar corra y veamos si con eso damos un salto exportador. Esas aproximaciones me parecen incorrectas pero peor que uno de los dos programas, son los dos programas al mismo tiempo y me parece que estamos viendo eso.
P.: Para bajar la inflación, ¿creés que hay que ponerle un techo a la base monetaria como proponen algunos economistas (Giacomini – Milei)?
E.A.A.: El mundo y la profesión hace ya casi 30 años que dejaron de hablar de agregados monetarios. Creo que eso atrasa. Es una teoría totalmente arcaica. El Banco Central de Inglaterra, que nadie puede acusar de heterodoxo, de hecho es la autoridad monetaria ejemplar en el mundo, explica en su web que la emisión no tiene nada que ver con la inflación y que no le preocupan los agregados monetarios sino que le preocupan los precios, entendiendo la tasa de interés como un precio más. Un Banco Central que decide una herramienta como las metas de inflación no puede tener un objetivo sobre los agregados monetarios. Es absolutamente inconsistente e imposible de llevar a la práctica. El Banco Central de Argentina tiene un objetivo de tasa y los agregados monetarios son endógenos y dependen más de decisiones de cartera del sector privado y del resultado del sector público.
P.: ¿Es peligrosa la dependencia de Argentina respecto del mercado internacional?
E.A.A.: Sí, pienso que es el mayor factor de vulnerabilidad que tiene la economía argentina. Y eso no está bien encarado por parte del Gobierno. La tesis de Cambiemos es que cuando se termina el déficit fiscal se acaba el endeudamiento y esto no es necesariamente así. Vos podés tener déficit fiscal cero y déficit externo. Hoy Argentina toma 30 mil millones de dólares en el mercado externo, no para financiar el déficit fiscal, que se financia en pesos y con emisión monetaria, sino que los toma para financiar el déficit externo. Ese es el gran problema.
P.: «Lo que es insostenible es el nivel de déficit, no el de la deuda», dijo Luis Caputo en el Congreso. ¿Qué pensás al respecto?
E.A.A.: Lo que tenés un agujero de cuenta corriente que ya llega a 5 puntos del PBI. Y tenés tres formas de financiarlo cada año: o con endeudamiento, o con pérdida de reservas o con devaluación. Hasta ahora Cambiemos ha elegido la opción de la deuda externa. La opción de las reservas es de muy corto alcance y devaluación ya sabemos que te soluciona el problema pero contrayéndose la economía. El Central a partir de finales de los 70 entendió que con este nivel de innovación financiera es imposible controlar los agregados monetarios. La inflación en un país como Argentina también depende del déficit fiscal pero no por la emisión monetaria sino por la influencia indirecta que tiene sobre el nivel de actividad y sobre los salarios, las importaciones y sobre el valor del dólar. Si querés tener menos inflación lo podés lograr bajando el déficit fiscal pero el efecto que lográs es recesivo.
P.: ¿Era necesario recortar los subsidios teniendo el problema de déficit que tiene Argentina? ¿Lo hubieras llevado a cabo de la misma manera?
E.A.A.: Bajar el déficit bajando los subsidios es inflacionario. Eso es lo primero que no se puede negar. La única forma de bajar el déficit fiscal sostenidamente es que la economía empiece a crecer fuerte. Y me parece que la configuración de política económica de Cambiemos no es muy compatible con un crecimiento alto de la economía. Mientras queramos seguir reduciendo el déficit fiscal bajando el gasto y subsidios, vamos a tener un impacto muy fuerte en la inflación. Vamos a tener una paradoja que es que si Cambiemos deja correr el dólar dos pesos más o un peso y medio más, todo lo que te ahorraste por subsidios te lo vas a volver a desahorrar porque éstos están denominados en dólares. Vos podés aumentar la tarifa en pesos pero si el tipo de cambio te sube y los niveles de importación de energía están altos, es una cuenta que el fisco la paga a tipo de cambio spot. Ahí me parece que hay otra inconsistencia en el tramo de reducción de subsidios que Cambiemos no está encarando correctamente.
P.: ¿Qué implicancias puede tener un posible recalificación de Argentina a «mercado emergente»?
E.A.A.: Me parece que si eso ocurre vamos a tener la paradoja de que el Central en vez de ponerle un techo al dólar, va a tener que ponerle un piso. Probablemente tengamos un ingreso de dólares fuerte, más por la vía del sector privado que por el sector público. La ventana que va a abrir es la del financiamiento en dólares y a largo plazo del sector privado. Me parece un efecto positivo. Ahora, si eso lo combinás con un dólar que se te aprecia, ahí podés tener algún efecto negativo porque ya tenemos un déficit de cuenta corriente muy alto y agravarlo con una apreciación cambiaria sería un error.
P.: Se ve una muy buena recuperación de la economía en algunos sectores, principalmente en la construcción. Sin embargo, otras áreas están sufriendo dificultades. ¿Debería advertir esta heterogeneidad el Gobierno?
E.A.A.: El problema de este perfil de crecimiento es muy magro en términos de generación de empleo justamente por los sectores que lo traccionan. No solo en cantidad sino en calidad. Cuando ves que siete de cada diez puestos de trabajo son informales, eso es porque los sectores que impulsan la economía son la construcción y el agro, que generan mucho empleo informal. Afectar tan diferencialmente al sector industrial y al sector pyme te genera un costo muy alto en materia de empleo que a veces se agrava con esta cuestión de apertura intermitente de importaciones. En ese sentido Cambiemos va testeando, lo va usando para regular precios en algunos sectores que ha tenido resultados en electrónicos y marginalmente en textil. Pero lo que ganás en precio lo perdés en empleo.
P.: La pobreza bajó a 25,7% en el segundo semestre de 2017, según el INDEC. ¿Crees que son cifras alentadoras y veraces?
E.A.A.: No tengo dudas sobre el dato. No me sorprende porque creo que fue el resultado de que Cambiemos dio un giro muy brusco en la política económica. Es decir, 2016 fue un año de ajustes que generó un saltó de la pobreza. Y 2017 fue un año de expansión donde las paritarias le ganaron a la inflación, se reactivó el crédito tanto para los sectores de bajos ingresos con la Argenta como para los sectores medios y altos con las UVA y la obra pública avanzó muy fuerte. Eso hizo bajar la pobreza. Lo que me parece es que estamos condenados a seguir con este zigzag porque apenas Cambiemos ganó las elecciones legislativas volvió a la políticas del 2016: aumentaron las tarifas, adelantaron el dólar y se pusieron fuertes con una paritaria en torno al 15%. A mí me parece que si ésta es la configuración de 2018, probablemente vamos a ver que la pobreza va a volver a aumentar. Cuando vos tenés un indicador por ingresos que es muy sensible a las aceleraciones y desaceleraciones de la inflación, lo importante es mirar la cosa en el mediano plazo. Estar semestre a semestre midiendo si bajó o subió no me parece muy conducente.
P.: Trascendió que el Gobierno trabaja en un proyecto para absorber el INDEC desde el Ministerio de Hacienda y crear otro organismo de estadísticas. ¿Qué pensás al respecto?
E.A.A.: Me parece que desde el punto de vista del diseño, siempre es conveniente que el que ejecuta la política económica no sea el que la mide porque eso no alinea bien los incentivos. Siempre que se mantenga la independencia del Instituto y sea para mejorar las estadísticas en Argentina me parece bienvenido. Yo creo que hay que fortalecer la independencia del INDEC y dotarlo más de recursos porque Argentina tiene pocas estadísticas públicas. Lo fundamental es tratar de darle la mayor independencia posible respecto del que ejecuta la política económica porque los incentivos no son los correctos. El proyecto tiene que explicar por qué se hace. Si las estadísticas se dejan de usar dejan de servir. A nosotros (por la gestión kirchnerista) nos pasó eso y este proyecto corre el mismo riesgo; el de dar la señal de que no se está haciendo algo para mejor sino para peor.
P.: ¿El cobro de impuestos a la renta financiera estuvo bien planeado?
E.A.A.: Lo veo como una forma de tratar de que los no residentes adquieran Lebacs. Me parece que cuando vos tenes una política monetaria de subir tasas, les están diciendo a todos que hagan «carry trade», que compren Lebacs. Preocuparse por el «carry» cuando tu política lo promueve, es un poquito inconsistente. Creo que salió de manotazo por una reforma fiscal que originalmente se planteó para ahorrarse dos puntos del PBI y que finalmente con cosas así terminó saliendo en un empate. Me parece que la reforma fiscal estuvo muy permeada por intereses sectoriales y en ese sentido no primó el objetivo fiscalista. Con estas soluciones trataron de emparchar lo que de de otra forma hubiese sido una pérdida de recaudación.
P.: ¿Cómo analizás la situación de Carrefour y de los supermercados que advirtieron por la baja rentabilidad producto de la informalidad y los altos costos?
E.A.A.: Lo de los supermercados es insólito. Primero que es un problema de Carrefour, no he visto que otros supermercados tengan un problema tan estructural. Carrefour se queja de los costos pero es una discusión económica. Se queja de que tiene costo laboral argentino pero no dice que tiene precios argentinos. Hay un problema más micro que macro. Que el consumo no está atravesando un buen momento está clarísimo. Hay un cambio hacia mayoristas pero eso es absolutamente marginal. Y está claro que uno de los sectores favorecidos de este modelo económico no va a ser el del consumo masivo. Si las paritarias se ubican en el nivel que está planteando el Gobierno ahora, no va a ser un año bueno para el consumo masivo. Yo creo que en 2019 Cambiemos va a tirar toda la carne al asador y va a volver a un populismo culposo como en 2017. Pero esa reactivaciones de consumo masivo siempre son en el margen.
P.: El sector sojero dijo que la caída de ingresos va a ser muy importante este año producto de la sequía. ¿Esto puede afectar fuertemente el crecimiento económico del país teniendo en cuenta la dependencia que tenemos de las exportaciones de granos?
E.A.A.: El impacto que le veo al crecimiento es bastante marginal. Lo estoy calculando entre dos y tres décimas. Es normal que en una situación de sequía se escuchen estas quejas. Me parece que el problema es que Argentina está cada vez primarizando más sus exportaciones entonces un año malo para el campo termina siendo un año malo para las exportaciones. No estamos haciendo nada para que un salto exportador ocurra.
P.: ¿Qué pensas de la situación del ministro de Finanzas Luis Caputo respecto a las cuentas offshore que se le recriminan?
E.A.A.: Creo que hay que modificar la ley de ética pública y generar un código de conducta de funcionarios públicos que estipule qué cosas pueden hacer y qué cosas no. Yo que pasé por la función pública te digo que es hasta cuestionable tener un plazo fijo en pesos. Ahora si vos no declaraste una cuenta, si omitiste cuestiones en tu declaración jurada, ahí no hay mucha duda.
P.: ¿Cuáles son tus proyecciones de inflación y crecimiento económico para 2018?
E.A.A.: Con respecto al crecimiento, proyectamos para 2018 un 2% mientras que para la inflación un 23,5% promedio.