Una de las estrategias de La Anónima para abultar su rentabilidad ha sido incrementar su margen de ganancias sobre las ventas de manera exponencial. Y el mecanismo utilizado fue el remarque de precios.
En 2014, cuando el crecimiento promedio de las empresas que cotizan en Bolsa fue del 39,0 por ciento, La Anónima obtuvo una rentabilidad neta del 64 por ciento. Esta empresa, que no sólo posee supermercados sino también feedlots, frigoríficos, una tarjeta de crédito y otros comercios al público, creció 25 puntos porcentuales más que la media de las demás empresas que cotizan en bolsa.
Una de las explicaciones para este incremento de la rentabilidad tiene que ver con el remarque de precios. En 2013, el margen de ganancias por sobre las ventas para el conjunto de las empresas agroalimentarias que cotizaban en bolsa había sido del 1 por ciento. Para 2014, el promedio general de esa ganancia había saltado al 4 por ciento, mientras que La Anónima creció al 6 por ciento. Es decir que aumentó sus ganancias por sobre las ventas en un 500 por ciento en comparación con el nivel general de 2013.
En 2015, cuyo período fiscal cierra en junio, La Anónima obtuvo una rentabilidad neta de un 16 por ciento superior a los resultados extraordinarios del año anterior. Su margen de rentabilidad sobre las ventas fue del 3 por ciento, un 200 por ciento más que el resto de las empresas agroalimentarias que cotizan en bolsa.
“En los últimos dos meses el consumo fue el peor desde el 2002”, sostuvo Federico Braun, dueño de la empresa y familiar directo del secretario de Comercio, Miguel Braun. Las declaraciones fueron formuladas durante un evento organizado por Endeavor, hacia fines de junio. Sin embargo, los datos oficiales a los que tuvo acceso este cronista dan cuenta de un alto nivel de facturación de la empresa. Ergo, si baja el consumo, pero la empresa crece en ventas, hay remarque de precios. Ergo, La Anónima es una de las empresas que contribuyen al crecimiento de la inflación que afecta a los distintos sectores de la Argentina.
En mayo de este año, La Anónima facturó en todo el país 2259,9 millones de pesos, de los cuales 400,1 millones de pesos corresponden a Santa Cruz. En mayo del año pasado, en la provincia de Santa Cruz, su principal jurisdicción de facturación, La Anónima vendió 324,8 millones de pesos. Es decir que la suba anual de ventas fue del 23 por ciento.
Y si bien sus ventas crecieron un 23 por ciento entre mayo de 2016 y mismo período del año pasado, la canasta básica de alimentos –a partir de un relevamiento propio- tuvo un incremento aún mayor en la comparación interanual.
Veamos cómo opera el remarque de precios de La Anónima en Santa Cruz. Tomamos como ejemplo una canasta básica de 24 productos, con carne y lácteos incluidos (Véase documento Anexo). En mayo de 2015, esa canasta tenía un valor de 822,90 pesos. En octubre, esa misma canasta tenía un valor de 855 pesos. Con la promesa de devaluación ya instalada en el mercado, por más que en ese momento Macri negaba cualquier movimiento del tipo de cambio, entre octubre y enero, esa canasta básica tuvo un alza del 21 por ciento al totalizar 1038 pesos. Y entre enero y mayo de este año, La Anónima llevó los precios de esa misma canasta a 1228,60 pesos, es decir un incremento del 18 por ciento.
Por lo tanto, el incremento de precios entre mayo de este año y el mismo período del año pasado para la canasta seleccionada fue del 49 por ciento. Este es el aporte de la familia Braun a la inflación anualizada, a mayo de este año.
El lobby empresarial
En Santa Cruz, el déficit planteado en el presupuesto asciende a 6700 millones de pesos. Desde el Gobierno provincial se planteó la necesidad de modificar las alícuotas de Ingresos Brutos de las actividades que generan mayor rentabilidad, como los bancos, las empresas de telecomunicaciones, y grandes supermercados. La oposición santacruceña, junto a algunos gremios, interpretaron dicha modificación legislativa como un tarifazo. Curiosa denominación, si se tiene en cuenta que esos mismos sectores se olvidaron de “protestar” contra el verdadero tarifazo aplicado por el Gobierno nacional en el incremento de gas y la electricidad.
Los grandes contribuyentes de la provincia pagan menos que en otras provincias. Con la modificación de la normativa, la provincia podría incrementar su recaudación, por ende, la coparticipación, con un beneficio directo para los municipios. Uno de esos grandes grupos que deberían pagar más son los supermercados, entre ellos, La Anónima.
En mayo de este año, la empresa de la familia Braun pagó en Santa Cruz 12,1 millones de pesos en concepto de ingresos brutos, por una facturación de 400 millones de pesos. Otras provincias, como Buenos Aires, Río Negro y Chubut, recaudaron más a pesar de que La Anónima facturó menos en esas jurisdicciones en comparación con el nivel de ventas realizadas en Santa Cruz. De avanzar con la reforma fiscal, La Anónima debería pagar 22 millones de pesos en concepto de Ingresos Brutos. Ese incremento, que pasa de una alícuota del 3 por ciento al 5,5 por ciento, no debería ser trasladado a los precios de los consumidores.
De lograrse la reforma fiscal, la provincia podría recaudar por mes 50 millones de pesos más, de los cuales La Anónima debería aportar el 22 por ciento, que anualizados significaría un ingreso extra de 600 millones de pesos, 10 veces más de la asistencia financieras otorgada a la provincia por parte de la Administración central.
La historia de un linaje represivo que va desde La Anónima hasta Macri
Anexo
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En 2014, cuando el crecimiento promedio de las empresas que cotizan en Bolsa fue del 39,0 por ciento, La Anónima obtuvo una rentabilidad neta del 64 por ciento. Esta empresa, que no sólo posee supermercados sino también feedlots, frigoríficos, una tarjeta de crédito y otros comercios al público, creció 25 puntos porcentuales más que la media de las demás empresas que cotizan en bolsa.
Una de las explicaciones para este incremento de la rentabilidad tiene que ver con el remarque de precios. En 2013, el margen de ganancias por sobre las ventas para el conjunto de las empresas agroalimentarias que cotizaban en bolsa había sido del 1 por ciento. Para 2014, el promedio general de esa ganancia había saltado al 4 por ciento, mientras que La Anónima creció al 6 por ciento. Es decir que aumentó sus ganancias por sobre las ventas en un 500 por ciento en comparación con el nivel general de 2013.
En 2015, cuyo período fiscal cierra en junio, La Anónima obtuvo una rentabilidad neta de un 16 por ciento superior a los resultados extraordinarios del año anterior. Su margen de rentabilidad sobre las ventas fue del 3 por ciento, un 200 por ciento más que el resto de las empresas agroalimentarias que cotizan en bolsa.
“En los últimos dos meses el consumo fue el peor desde el 2002”, sostuvo Federico Braun, dueño de la empresa y familiar directo del secretario de Comercio, Miguel Braun. Las declaraciones fueron formuladas durante un evento organizado por Endeavor, hacia fines de junio. Sin embargo, los datos oficiales a los que tuvo acceso este cronista dan cuenta de un alto nivel de facturación de la empresa. Ergo, si baja el consumo, pero la empresa crece en ventas, hay remarque de precios. Ergo, La Anónima es una de las empresas que contribuyen al crecimiento de la inflación que afecta a los distintos sectores de la Argentina.
En mayo de este año, La Anónima facturó en todo el país 2259,9 millones de pesos, de los cuales 400,1 millones de pesos corresponden a Santa Cruz. En mayo del año pasado, en la provincia de Santa Cruz, su principal jurisdicción de facturación, La Anónima vendió 324,8 millones de pesos. Es decir que la suba anual de ventas fue del 23 por ciento.
Y si bien sus ventas crecieron un 23 por ciento entre mayo de 2016 y mismo período del año pasado, la canasta básica de alimentos –a partir de un relevamiento propio- tuvo un incremento aún mayor en la comparación interanual.
Veamos cómo opera el remarque de precios de La Anónima en Santa Cruz. Tomamos como ejemplo una canasta básica de 24 productos, con carne y lácteos incluidos (Véase documento Anexo). En mayo de 2015, esa canasta tenía un valor de 822,90 pesos. En octubre, esa misma canasta tenía un valor de 855 pesos. Con la promesa de devaluación ya instalada en el mercado, por más que en ese momento Macri negaba cualquier movimiento del tipo de cambio, entre octubre y enero, esa canasta básica tuvo un alza del 21 por ciento al totalizar 1038 pesos. Y entre enero y mayo de este año, La Anónima llevó los precios de esa misma canasta a 1228,60 pesos, es decir un incremento del 18 por ciento.
Por lo tanto, el incremento de precios entre mayo de este año y el mismo período del año pasado para la canasta seleccionada fue del 49 por ciento. Este es el aporte de la familia Braun a la inflación anualizada, a mayo de este año.
El lobby empresarial
En Santa Cruz, el déficit planteado en el presupuesto asciende a 6700 millones de pesos. Desde el Gobierno provincial se planteó la necesidad de modificar las alícuotas de Ingresos Brutos de las actividades que generan mayor rentabilidad, como los bancos, las empresas de telecomunicaciones, y grandes supermercados. La oposición santacruceña, junto a algunos gremios, interpretaron dicha modificación legislativa como un tarifazo. Curiosa denominación, si se tiene en cuenta que esos mismos sectores se olvidaron de “protestar” contra el verdadero tarifazo aplicado por el Gobierno nacional en el incremento de gas y la electricidad.
Los grandes contribuyentes de la provincia pagan menos que en otras provincias. Con la modificación de la normativa, la provincia podría incrementar su recaudación, por ende, la coparticipación, con un beneficio directo para los municipios. Uno de esos grandes grupos que deberían pagar más son los supermercados, entre ellos, La Anónima.
En mayo de este año, la empresa de la familia Braun pagó en Santa Cruz 12,1 millones de pesos en concepto de ingresos brutos, por una facturación de 400 millones de pesos. Otras provincias, como Buenos Aires, Río Negro y Chubut, recaudaron más a pesar de que La Anónima facturó menos en esas jurisdicciones en comparación con el nivel de ventas realizadas en Santa Cruz. De avanzar con la reforma fiscal, La Anónima debería pagar 22 millones de pesos en concepto de Ingresos Brutos. Ese incremento, que pasa de una alícuota del 3 por ciento al 5,5 por ciento, no debería ser trasladado a los precios de los consumidores.
De lograrse la reforma fiscal, la provincia podría recaudar por mes 50 millones de pesos más, de los cuales La Anónima debería aportar el 22 por ciento, que anualizados significaría un ingreso extra de 600 millones de pesos, 10 veces más de la asistencia financieras otorgada a la provincia por parte de la Administración central.
La historia de un linaje represivo que va desde La Anónima hasta Macri
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