Alfonsín cerró con un llamado a combatir la pobreza y la corrupción

“¡Regresa la República el 10 de diciembre y se terminan los superpoderes, los DNU, el Consejo de la Magistratura, los presupuestos truchos!”, afirmó anoche Ricardo Alfonsín en un encendido discurso de cierre de campaña, en el que prometió “seriedad y ejemplaridad” y lanzó fuertes críticas al kirchnerismo.
En un salón del Hotel NH City de la calle Bolívar, a pasos del Cabildo, el candidato radical a la presidencia habló durante casi una hora sobre sus propuestas, pero también presentándose como contracara del estilo de ejercer el poder del kirchnerismo y de sus políticas. Tanto Alfonsín como los candidatos de la alianza UDESO que lo precedieron cuestionaron lo que entienden –totalmente a contramano del discurso oficialista– como un país desigual, inequitativo, sin presencia del Estado, con exclusión social, clientelismo político en la asignación de planes sociales, y corrupción.
“Nadie es enemigo de nadie por el solo hecho de pensar diferente” , cargó Alfonsín y en esa línea criticó a “quienes se sienten dueños de la verdad” y afirmó que “se necesita tolerancia” y “humildad” en la Argentina. Alfonsín sostuvo que será presidente desde diciembre y que “el objetivo principal” de su gobierno será la lucha contra la pobreza. “Las libertades para millones de compatriotas son ilusorias, derechos formales.
Sin igualdad la libertad no se puede realizar ”, definió. Prometió que “irán presos los corruptos” y aclaró que serán castigados “tanto el funcionario como el empresario cómplice” .
También cuestionó al kirchnerismo por negar la inflación y la inseguridad, y por la forma en que gasta los dineros públicos. En este sentido puso como ejemplo que en la capital de Formosa –gobernada por Gildo Insfrán, aliado al Gobierno- con dineros de la Nación se construyó un estadio de básquet de 100 millones de pesos, mientras “los pobres qom que fueron perseguidos viven sin cloacas, sin recolección de residuos. Estuve allí y ví las vinchucas que caminan por las paredes , pueblos que viven en el siglo XIX”, denunció.
Fue un acto “muy” radical –al decir de fuentes partidarias– en el que no estuvo el socio electoral de Alfonsín en la estratégica provincia de Buenos Aires, Francisco de Narváez. Según se afirmó éste prefirió concurrir a varios programas de televisión para aprovechar las últimas horas antes del comienzo de la veda. Sí estuvo en cambio “el otro Scioli” , el denarvaísta José “Pepe” Scioli, candidato a senador, hermano del gobernador.
“¡Volveremos a ser gobierno, como en el 83!” , y “El que no salta es un joven K”, cantaron con entusiasmo los jóvenes radicales, parte de las casi mil personas que dieron el presente, entre ellos muchos dirigentes partidarios que ocuparon importantes espacios en los gobiernos de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.
Alfonsín venía de otro acto que compartió con De Narváez en La Matanza. Y en el coqueto NH la propuesta no fue masiva sino un diálogo de algunos dirigentes –el vice Javier González Fraga; el titular de la UCR, Ernesto Sanz, y los candidatos a diputados Graciela Ocaña, Manuel Garrido y Rodolfo Rodil, entre otros– con los académicos Marcelo Cavarozzi, del Conicet; Luis Tonelli, de la UBA, y Carla Carrizo, de la Universidad del Salvador.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *