Al menos en las paritarias el Gobierno comenzó a recibir buenas noticias. Luego de estar trabadas durante casi un mes, mirando más la disputa interna de la CGT que la realidad de las negociaciones, esta semana se acelerarán varios acuerdos de gremios importantes. Algunos de éstos incluso se firman con una de las pautas que a comienzos de año se había fijado el Ejecutivo: con aumentos del 20% o menos. Para el Gobierno, estos convenios de incrementos salariales resultan clave en momentos en los que se quiere dar señales de cierto control a las presiones inflacionarias, entre las cuales el costo salarial juega un rol preponderante. Si la tendencia además continuara hacia adelante, y los próximos gremios firmaran su paritarias con este ritmo de incrementos, el Ejecutivo conseguiría reducir de una manera importante el promedio de alzas que hubo en 2011, cuando, según datos del Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada, el aumento salarial intermedio fue del 24,5%. Este año probablemente se rebaje este porcentaje entre dos y tres puntos. Para un año complejo como 2012, no es poco.
Entre los que están firmando sus acuerdos de aumentos salariales en estos días se encuentran los mineros (24%), encargados de edificios (18%), alimentos avícolas (17%) y panaderos (entre 23% y 20%).
En el caso de la Asociación Obrera de la Minería Argentina (AOMA), el alza del 24% se dividirá en un 9% retroactivo a febrero, un 9% en julio y otro 4% en octubre. En este caso particular, no se trata de un gremio más, sino el que tiene el nivel salarial más alto del país. El sueldo promedio de un minero, sin horas extras, era hasta ahora de 15.000 pesos, con lo que un operario del sector superará ahora los $ 20.000 mensuales. Obviamente será un rubro especialmente afectado por la falta de un reacomodamiento en el mínimo no imponible de Ganancias. Caso curioso el de AOMA. Su titular, Héctor Laplace, logra desde hace años los acuerdos salariales más beneficiosos (para un rubro particularmente duro para sus trabajadores por las condiciones laborales). Sin embargo, y más allá de algún encolumnamiento detrás del metalúrgico Antonio Caló, mantiene un perfil más que bajo en el mapa sindical argentino.
En el caso de Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta Horizontal (SUTERH) de Víctor Santa María, el alza salarial del 18% se dividirá en un 12% en abril retroactivo y un 5% en junio. Para el Gobierno, cerrar en estas negociaciones un aumento salarial de menos del 20% resultaba clave, ya que el incremento se traslada directamente al precio de las expensas y a la presión inflacionaria.
En el caso del gremio de los trabajadores del sector avícola, representado por la Federación Trabajadores de la Industria de la Alimentación, el aumento será del 17%, en tres partes: un 5% en abril, un 6% en julio y un 6% en noviembre.
Por último, también firmaron su acuerdo de paritarias los trabajadores panaderos, en dos versiones de incrementos: un 23% para los operarios de todo el país y un 20% para los de Capital Federal.
Con este panorama de paritarias algo más tranquilo, para el Gobierno ahora empieza la etapa más importante del año: comenzar a negociar con dos de los gremios opositores política y económicamente más conflictivos. Se trata de los camioneros de Hugo Moyano y los gastronómicos de Luis Barrionuevo. Ambos, en plena interna contra Antonio Caló, reclaman un alza salarial de no menos del 30%.
Entre los que están firmando sus acuerdos de aumentos salariales en estos días se encuentran los mineros (24%), encargados de edificios (18%), alimentos avícolas (17%) y panaderos (entre 23% y 20%).
En el caso de la Asociación Obrera de la Minería Argentina (AOMA), el alza del 24% se dividirá en un 9% retroactivo a febrero, un 9% en julio y otro 4% en octubre. En este caso particular, no se trata de un gremio más, sino el que tiene el nivel salarial más alto del país. El sueldo promedio de un minero, sin horas extras, era hasta ahora de 15.000 pesos, con lo que un operario del sector superará ahora los $ 20.000 mensuales. Obviamente será un rubro especialmente afectado por la falta de un reacomodamiento en el mínimo no imponible de Ganancias. Caso curioso el de AOMA. Su titular, Héctor Laplace, logra desde hace años los acuerdos salariales más beneficiosos (para un rubro particularmente duro para sus trabajadores por las condiciones laborales). Sin embargo, y más allá de algún encolumnamiento detrás del metalúrgico Antonio Caló, mantiene un perfil más que bajo en el mapa sindical argentino.
En el caso de Federación Argentina de Trabajadores de Edificios de Renta Horizontal (SUTERH) de Víctor Santa María, el alza salarial del 18% se dividirá en un 12% en abril retroactivo y un 5% en junio. Para el Gobierno, cerrar en estas negociaciones un aumento salarial de menos del 20% resultaba clave, ya que el incremento se traslada directamente al precio de las expensas y a la presión inflacionaria.
En el caso del gremio de los trabajadores del sector avícola, representado por la Federación Trabajadores de la Industria de la Alimentación, el aumento será del 17%, en tres partes: un 5% en abril, un 6% en julio y un 6% en noviembre.
Por último, también firmaron su acuerdo de paritarias los trabajadores panaderos, en dos versiones de incrementos: un 23% para los operarios de todo el país y un 20% para los de Capital Federal.
Con este panorama de paritarias algo más tranquilo, para el Gobierno ahora empieza la etapa más importante del año: comenzar a negociar con dos de los gremios opositores política y económicamente más conflictivos. Se trata de los camioneros de Hugo Moyano y los gastronómicos de Luis Barrionuevo. Ambos, en plena interna contra Antonio Caló, reclaman un alza salarial de no menos del 30%.