Por: Carlos Burgueño
La gestión de Francisco ante los Estados Unidos, en su rol de jefe de Estado, para que ese país interceda a favor de la Argentina en el juicio contra los fondos buitre ya comenzó. Y fue antes del encuentro de esta semana entre Cristina de Kirchner y el Papa argentino.
Según los datos transmitidos por funcionarios del Gobierno nacional que estuvieron presentes en los pasillos del Vaticano el lunes pasado, hubo un primer contacto formal entre la Santa Sede y Estados Unidos para un primer avance, diplomático, sobre el tema. A pedido del propio Francisco, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, le había adelantado la inquietud del Papa al responsable de Exteriores de los Estados Unidos, John Kerry, cuando ambos se reunieron el 14 de enero pasado en San Pedro. Fue el encuentro en el que ambos funcionarios cerraron además la visita que Barack Obama realizará al Vaticano el próximo jueves 27 de marzo.
Precisamente, al nombrar este encuentro y al mencionar la posibilidad de que desde los Estados Unidos haya una intervención directa para que la Corte Suprema de ese país tome al caso argentino, fue que un hombre fuerte del Vaticano le deslizó a un funcionario argentino que las gestiones ya habían comenzado con mucha delicadeza en el encuentro que Parolin y Kerry mantuvieron en enero. El mensaje de los hombres del Papa fue de tranquilidad y de confianza en que Francisco está al tanto del tema y lo tomará en su cita con Obama. Pero que, además, su gestión ya comenzó.
No lo confirmaron los hombres del Vaticano, pero en la memoria de los funcionarios argentinos se recordó que dos días después de aquel encuentro con Kerry, Estados Unidos hizo una presentación oficial ante la Corte apoyando a la Argentina en la cruzada contra los buitres. Fue cuando el Fiscal General Donald Verrilli presentó un escrito apoyando al país en un caso paralelo.
Como amicus curiae, el Gobierno norteamericano planteaba al máximo tribunal que se oponía a la intención del fondo buitre Elliot de tener un fallo a su favor para embargar las cuentas argentinas en el Banco Nación y el Bank of America en el caso de obtener una sentencia favorable. En el mismo escrito, los Estados Unidos se oponían a la intención del fondo de Paul Singer de obtener información sobre los activos argentinos en ese mercado.
No se trató de una presentación de fondo, ni de un apoyo con mucha vehemencia a favor de la Argentina, pero se lo consideró una actitud positiva de parte del Gobierno de los Estados Unidos, no siempre en sintonía con la estrategia kirchnerista ante la Justicia norteamericana. Pero esa presentación de Verrilli había causado sorpresa en el país porque nadie la esperaba, ni en tiempo ni en posición. Por eso, luego del dato que el funcionario del Vaticano le dio a su colega argentino en un encuentro paralelo al de Francisco y Cristina Kirchner del lunes, los hombres argentinos empezaron a cruzar datos y llegaron a una conclusión, por ahora primaria, sobre que en esa avanzada de Verrilli algo puede haber tenido que ver el Papa.
Ahora se va por el premio mayor. Que el jefe de Estado del Vaticano hable directamente del tema buitres con Obama y le pida, sin eufemismos y como Bergoglio solía hablar en Buenos Aires, que se concrete el apoyo explícito del Gobierno norteamericano ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y que el tribunal acepte tratar el caso argentino contra Elliot y otros 13 fondos y holdouts que buscan que el país le pague el 100% de la deuda más los intereses.
Francisco ya dio señales. Luego del encuentro con la Presidente argentina, habló de condenar el capitalismo salvaje y condenó las prácticas extremas que someten actividades como la de los buitres. Mientras tanto, desde Buenos Aires, se prepara la presentación del 21 de abril en Washington. Ese día, los abogados que defienden la posición de la Argentina tendrán la última oportunidad para convencer a los jueces de la Corte de Estados Unidos para que tomen el caso.
@cburgueno
La gestión de Francisco ante los Estados Unidos, en su rol de jefe de Estado, para que ese país interceda a favor de la Argentina en el juicio contra los fondos buitre ya comenzó. Y fue antes del encuentro de esta semana entre Cristina de Kirchner y el Papa argentino.
Según los datos transmitidos por funcionarios del Gobierno nacional que estuvieron presentes en los pasillos del Vaticano el lunes pasado, hubo un primer contacto formal entre la Santa Sede y Estados Unidos para un primer avance, diplomático, sobre el tema. A pedido del propio Francisco, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, le había adelantado la inquietud del Papa al responsable de Exteriores de los Estados Unidos, John Kerry, cuando ambos se reunieron el 14 de enero pasado en San Pedro. Fue el encuentro en el que ambos funcionarios cerraron además la visita que Barack Obama realizará al Vaticano el próximo jueves 27 de marzo.
Precisamente, al nombrar este encuentro y al mencionar la posibilidad de que desde los Estados Unidos haya una intervención directa para que la Corte Suprema de ese país tome al caso argentino, fue que un hombre fuerte del Vaticano le deslizó a un funcionario argentino que las gestiones ya habían comenzado con mucha delicadeza en el encuentro que Parolin y Kerry mantuvieron en enero. El mensaje de los hombres del Papa fue de tranquilidad y de confianza en que Francisco está al tanto del tema y lo tomará en su cita con Obama. Pero que, además, su gestión ya comenzó.
No lo confirmaron los hombres del Vaticano, pero en la memoria de los funcionarios argentinos se recordó que dos días después de aquel encuentro con Kerry, Estados Unidos hizo una presentación oficial ante la Corte apoyando a la Argentina en la cruzada contra los buitres. Fue cuando el Fiscal General Donald Verrilli presentó un escrito apoyando al país en un caso paralelo.
Como amicus curiae, el Gobierno norteamericano planteaba al máximo tribunal que se oponía a la intención del fondo buitre Elliot de tener un fallo a su favor para embargar las cuentas argentinas en el Banco Nación y el Bank of America en el caso de obtener una sentencia favorable. En el mismo escrito, los Estados Unidos se oponían a la intención del fondo de Paul Singer de obtener información sobre los activos argentinos en ese mercado.
No se trató de una presentación de fondo, ni de un apoyo con mucha vehemencia a favor de la Argentina, pero se lo consideró una actitud positiva de parte del Gobierno de los Estados Unidos, no siempre en sintonía con la estrategia kirchnerista ante la Justicia norteamericana. Pero esa presentación de Verrilli había causado sorpresa en el país porque nadie la esperaba, ni en tiempo ni en posición. Por eso, luego del dato que el funcionario del Vaticano le dio a su colega argentino en un encuentro paralelo al de Francisco y Cristina Kirchner del lunes, los hombres argentinos empezaron a cruzar datos y llegaron a una conclusión, por ahora primaria, sobre que en esa avanzada de Verrilli algo puede haber tenido que ver el Papa.
Ahora se va por el premio mayor. Que el jefe de Estado del Vaticano hable directamente del tema buitres con Obama y le pida, sin eufemismos y como Bergoglio solía hablar en Buenos Aires, que se concrete el apoyo explícito del Gobierno norteamericano ante la Corte Suprema de los Estados Unidos y que el tribunal acepte tratar el caso argentino contra Elliot y otros 13 fondos y holdouts que buscan que el país le pague el 100% de la deuda más los intereses.
Francisco ya dio señales. Luego del encuentro con la Presidente argentina, habló de condenar el capitalismo salvaje y condenó las prácticas extremas que someten actividades como la de los buitres. Mientras tanto, desde Buenos Aires, se prepara la presentación del 21 de abril en Washington. Ese día, los abogados que defienden la posición de la Argentina tendrán la última oportunidad para convencer a los jueces de la Corte de Estados Unidos para que tomen el caso.
@cburgueno