Las redes digitales se han venido incorporando cada vez más a nuestra cultura. Es común, al menos, oír hablar de Twitter y también de Facebook como medios de comunicación. Empezaron siendo alternativos, pero hoy tienen espacio propio.
También con sus semejanzas y diferencias, ambas generan participación interactiva. Twitter apunta a lo general, en una red abierta; Facebook es más familiar y su red es más acotada.
No es que lo hayan inundado todo. Tienen su espacio; están en extensión exponencial. En política, Twitter es más utilizado de lo que se supone. Y también ha cobrado importancia a la hora de convocatorias especiales.
En las últimas elecciones presidenciales en Francia, los candidatos de todo el arco ideológico, desde la derecha a la izquierda, utilizaron ambas herramientas para convencer a los ciudadanos franceses de sus ideas de gobierno. El mensaje llega. Es raro que alguien se prive de leerlo, aunque luego lo deseche.
Fabris Amedeo, escritor y periodista francés, señaló que en la primera vuelta de las elecciones, el entonces presidente Nicolas Sarkozy, quien buscaba su reelección, y el ahora presidente François Hollande, recibieron para la segunda vuelta cientos de mensajes. Mientras Hollande cosechó 240 mil seguidores twiteros, Sarkozy tuvo 172 mil mensajes en Facebook.
El periodista señala que «Facebook es una red de afinidades sociales, políticas, que interactúan y construyen una red de amigos». Twitter desarrolla esas redes de interacción con una modalidad más abierta y convoca a seguidores en temas de interés. Los 140 caracteres plantean consignas o diálogos rápidos en la militancia digital.
Existe una mayoría que ha encontrado en estas redes una nueva forma de participar en política. Estas formas se suman a los actos masivos, las reuniones y conferencias en casas de militancia, comités y unidades básicas.
Las Ciencias Sociales investigan sus efectos incluso en su utilización mercantilista, que también la hay. Los nodos de las redes sociales se están convirtiendo en el mundo en una verdadera estrategia de comunicación social para nada desechable. Comunicar rápido y sintéticamente parece ser la premisa, y en política esto es de alto impacto. – <dl
También con sus semejanzas y diferencias, ambas generan participación interactiva. Twitter apunta a lo general, en una red abierta; Facebook es más familiar y su red es más acotada.
No es que lo hayan inundado todo. Tienen su espacio; están en extensión exponencial. En política, Twitter es más utilizado de lo que se supone. Y también ha cobrado importancia a la hora de convocatorias especiales.
En las últimas elecciones presidenciales en Francia, los candidatos de todo el arco ideológico, desde la derecha a la izquierda, utilizaron ambas herramientas para convencer a los ciudadanos franceses de sus ideas de gobierno. El mensaje llega. Es raro que alguien se prive de leerlo, aunque luego lo deseche.
Fabris Amedeo, escritor y periodista francés, señaló que en la primera vuelta de las elecciones, el entonces presidente Nicolas Sarkozy, quien buscaba su reelección, y el ahora presidente François Hollande, recibieron para la segunda vuelta cientos de mensajes. Mientras Hollande cosechó 240 mil seguidores twiteros, Sarkozy tuvo 172 mil mensajes en Facebook.
El periodista señala que «Facebook es una red de afinidades sociales, políticas, que interactúan y construyen una red de amigos». Twitter desarrolla esas redes de interacción con una modalidad más abierta y convoca a seguidores en temas de interés. Los 140 caracteres plantean consignas o diálogos rápidos en la militancia digital.
Existe una mayoría que ha encontrado en estas redes una nueva forma de participar en política. Estas formas se suman a los actos masivos, las reuniones y conferencias en casas de militancia, comités y unidades básicas.
Las Ciencias Sociales investigan sus efectos incluso en su utilización mercantilista, que también la hay. Los nodos de las redes sociales se están convirtiendo en el mundo en una verdadera estrategia de comunicación social para nada desechable. Comunicar rápido y sintéticamente parece ser la premisa, y en política esto es de alto impacto. – <dl