El cierre de ayer del precio del dólar, que cerró a $ 23, y la escalada de un 12% de la divisa estadounidense en los dos primeros días de mayo, decantaron en horas de tensión y preocupación en Casa Rosada, desde donde, no obstante, se buscó bajar un mensaje de tranquilidad y se respaldó la gestión del titular del Banco Central, Federico Sturzenegger. Sin embargo, la fuerte devaluación del peso desde diciembre, que derivó en el traslado a precios y acrecentó las expectativas de inflación, plantean un escenario de conflicto para el Gobierno, que se traduce en la caída de la imagen positiva del presidente Mauricio Macri y le pone reparos a un intento de reelección en 2019.
Enrique Zuleta Puceiro, presidente de OPSM, dialogó con El Cronista sobre cómo puede impactar esta crecida del dólar en la opinión pública. «Cuando un Gobierno tiene capacidad para proyectar en la sociedad hacia dónde va, ese gobierno tiene consenso. Cuando pierde esa posibilidad, hay un problema», plantea el consultor. Y añadió: «Macri tuvo que optar por un mensaje muy fuerte de lo que el considera el rumbo económico a seguir. Pero, en los hechos, no ha podido mover la reforma laboral, que es la principal demanda de los inversores».
Para Zuleta, el Gobierno subestimó el frente externo. «Había una visión muy light sobre Estados Unidos, de la época de (Barack) Obama. Y súbitamente se dieron cuente de que Trump es cosa seria y la política monetaria que impulsa es poco amigable para nuestro país». A la vez, consideró que «Macri gobierna la economía como lo hacía (Néstor) Kirchner, pero la diferencia es que antes Kirchner había gobernado casi dos décadas en Santa Cruz».
Sergio Berensztein, titular de la consultora que lleva su nombre, habló de dos escenarios, de corto y mediano plazo, ante los que se encontrará el Gobierno. «Hay que ver como evoluciona todo este despelote. Si el Gobierno sigue con más de lo mismo o hay un cambio de mensaje. En el corto plazo, pueden surgir otros ruidos políticos, desde la CGT, o por la discusión sobre tarifas en el Congreso, o desde una clase media que está agobiada y habrá que ver cómo reacciona. En el mediano plazo, la gran incógnita es saber si esto altera el proceso electoral», asegura el analista.
Berensztein es contundente con su opinión. «Nada de lo que se planificó en el presupuesto tiene vigencia. Los que pensaban que el gradualismo, o pactar con la oposición, no tenía costos, se equivocaron. Es un fracaso político la gestión de estos 30 meses», sostiene. Sobre 2019, opina: «Parecía que no iba a ser una elección competitiva. Ahora, incluso, se puede pensar en un escenario de posible alternancia, que hasta hace poco parecía imposible».
En relación a lo que viene, afirma, y se pregunta: «El plan de aguantar hasta las elecciones ya no sirve. ¿Qué se hace ahora? O se sigue en esta meseta y mágicamente se arregla todo, o hay un cambio de funcionarios». En esa línea, dice que el Presidente, en relación a su estrategia de que el manejo de la economía se lleve adelante desde varios ministerios, «decidió no tener ministros». Y grafica: «Podés ir a operar sin un cirujano, con un anestesista, un clínico o un libro que te explica cómo operar. El tema es el diagnóstico. Hay que llamar a profesionales».
Raúl Aragón, que dirige Raúl Aragón & Asociados, habló en términos de imagen. «La imagen del Presidente ya venía bajando, alrededor de diez puntos en los últimos meses. Y lo de hoy (por ayer) fue un golpe muy duro». Agregó, también, que «los dichos de Marcos Peña de que acá está todo bien, fueron poco felices». Y explicó el por qué: «Fue una jornada escandalosa. Con palabras así, este Gobierno empieza a parecerse al kirchnerismo cuando decía que la inflación era una sensación». No obstante, según Aragón, la oposición todavía no puede capitalizar políticamente este mal trago del Gobierno. «Está tratando de resolver su propia interna y la unidad del PJ es, por ahora, muy lejana».
Enrique Zuleta Puceiro, presidente de OPSM, dialogó con El Cronista sobre cómo puede impactar esta crecida del dólar en la opinión pública. «Cuando un Gobierno tiene capacidad para proyectar en la sociedad hacia dónde va, ese gobierno tiene consenso. Cuando pierde esa posibilidad, hay un problema», plantea el consultor. Y añadió: «Macri tuvo que optar por un mensaje muy fuerte de lo que el considera el rumbo económico a seguir. Pero, en los hechos, no ha podido mover la reforma laboral, que es la principal demanda de los inversores».
Para Zuleta, el Gobierno subestimó el frente externo. «Había una visión muy light sobre Estados Unidos, de la época de (Barack) Obama. Y súbitamente se dieron cuente de que Trump es cosa seria y la política monetaria que impulsa es poco amigable para nuestro país». A la vez, consideró que «Macri gobierna la economía como lo hacía (Néstor) Kirchner, pero la diferencia es que antes Kirchner había gobernado casi dos décadas en Santa Cruz».
Sergio Berensztein, titular de la consultora que lleva su nombre, habló de dos escenarios, de corto y mediano plazo, ante los que se encontrará el Gobierno. «Hay que ver como evoluciona todo este despelote. Si el Gobierno sigue con más de lo mismo o hay un cambio de mensaje. En el corto plazo, pueden surgir otros ruidos políticos, desde la CGT, o por la discusión sobre tarifas en el Congreso, o desde una clase media que está agobiada y habrá que ver cómo reacciona. En el mediano plazo, la gran incógnita es saber si esto altera el proceso electoral», asegura el analista.
Berensztein es contundente con su opinión. «Nada de lo que se planificó en el presupuesto tiene vigencia. Los que pensaban que el gradualismo, o pactar con la oposición, no tenía costos, se equivocaron. Es un fracaso político la gestión de estos 30 meses», sostiene. Sobre 2019, opina: «Parecía que no iba a ser una elección competitiva. Ahora, incluso, se puede pensar en un escenario de posible alternancia, que hasta hace poco parecía imposible».
En relación a lo que viene, afirma, y se pregunta: «El plan de aguantar hasta las elecciones ya no sirve. ¿Qué se hace ahora? O se sigue en esta meseta y mágicamente se arregla todo, o hay un cambio de funcionarios». En esa línea, dice que el Presidente, en relación a su estrategia de que el manejo de la economía se lleve adelante desde varios ministerios, «decidió no tener ministros». Y grafica: «Podés ir a operar sin un cirujano, con un anestesista, un clínico o un libro que te explica cómo operar. El tema es el diagnóstico. Hay que llamar a profesionales».
Raúl Aragón, que dirige Raúl Aragón & Asociados, habló en términos de imagen. «La imagen del Presidente ya venía bajando, alrededor de diez puntos en los últimos meses. Y lo de hoy (por ayer) fue un golpe muy duro». Agregó, también, que «los dichos de Marcos Peña de que acá está todo bien, fueron poco felices». Y explicó el por qué: «Fue una jornada escandalosa. Con palabras así, este Gobierno empieza a parecerse al kirchnerismo cuando decía que la inflación era una sensación». No obstante, según Aragón, la oposición todavía no puede capitalizar políticamente este mal trago del Gobierno. «Está tratando de resolver su propia interna y la unidad del PJ es, por ahora, muy lejana».