• Tiene el 36% de sus fondos en moneda extranjera y un 18% en bonos indexados; el stock ya supera los $ 380.000 M
Por: Ignacio Olivera Doll
La ANSES ya puede ubicarse, este año, entre los pocos actores de la economía argentina que resultaron claramente favorecidos por la devaluación y la inflación. El llamado fondo de garantía de sustentabilidad (FGS) de ANSES se incrementó alrededor de $ 50.000 millones sólo en el comienzo de 2014 (un 15,5%) hasta alcanzar un stock de $ 380.000 millones, según puede calcularse con los datos que presenta oficialmente el organismo ante el Congreso y los rendimientos de cada uno de los activos.
La estrategia oficial de colocar en dólares una parte cada vez mayor de los fondos previsionales permitió ganar $ 18.000 millones por el solo efecto de la devaluación de enero, que provocó una suba en los bonos dolarizados que tiene en cartera, y que terminó de representar más de un tercio de lo obtenido por todas sus inversiones en los primeros cuatro meses del año. La «tajada» se sumó a otra, similarmente sustanciosa, de $ 12.500 millones, que también concedió la decisión de haber apostado a los bonos indexados. Los títulos que ajustan con la suba de precios se dispararon a partir de febrero, cerca de un 20%, tras el sinceramiento que hizo el INDEC.
El desembarco del Gobierno en la administración del dinero de los jubilados se dio, de acuerdo con lo que suele destacar el propio organismo, a partir de una curiosa apuesta sobre activos en moneda extranjera: hasta 2008, las AFJP invertían en dólares sólo el 18% de la cartera; desde entonces y hasta que se dispuso el cepo cambiario, en 2011, el Estado elevó esa proporción al 30,5%; y a fin del año pasado, aún con las conocidas limitaciones, esa parte llegó a superar el 36%.
La estrategia fue explicada en cada una de las presentaciones que realizó la ANSES ante el Congreso. Y se vio reflejada también en la caída de los plazos fijos en pesos (hoy son menos del 5%) y en la diversificación de sus bonos: hoy un 42% de las inversiones que la ANSES hace en renta fija está nominado en dólares o atado a la evolución del tipo de cambio oficial (los títulos llamados dollar linked); un 31% está indexado y sigue la inflación; y un 25% ajusta con la tasa Badlar.
Este buen mix entre dólares y pesos les permitió sacar provecho de los principales fenómenos que afectaron a los mercados en lo que va del año: la devaluación de enero, que mejoró los precios expresados en dólares; el repunte de la inflación, que ya se acumula un avance del 11% en cuatro meses y se acerca, anualizada, al 40%; la contracción monetaria que resolvió el Central, que llevó las tasas de interés al 28% anual; y las expectativas de una suba del tipo de cambio que resurgieron, ahora, tras la decisión oficial de mantener un «dólar fijo» a $ 8,01.
Buena parte de la ganancia de la ANSES quedó implícita en la cifra que reveló la presidenta Cristina de Kirchner en el discurso de apertura de las sesiones legislativas: «A enero de 2014, el Fondo de Sustentabilidad tiene $ 365.358 millones», festejó. El monto reflejó un sugestivo aumento de $ 36.000 millones en sólo un mes respecto del último número que informó el organismo, de $ 329.472 millones hasta el 31 de diciembre.
La ANSES tiene hoy unos u$s 600 millones en divisas en efectivo y el 87% de sus activos en dólares en tres bonos: el Discount, que este año ya subió un 17%; el Bonar 2018, que se encareció un 39%, y el Bonar 2017, que avanzó un 14%. Sólo por estos títulos la ganancia obtenida fue de $ 15.200 millones.
El FGS es una especie de «fondo anticíclico» que tiene el Gobierno para superar cualquier inconveniente o eventualidad que pueda surgir en el futuro con los pagos a jubilados. El resto de sus inversiones está colocado en proyectos de infraestructura (13,6%); acciones (8,4%) y disponibilidades (7,7%).
La Comisión Bicameral del Congreso aún no citó a los funcionarios del organismo para que presenten las cifras del primer trimestre, pero la visita podría concretarse en mayo o junio próximos. Para entonces, es probable que el fondo esté percibiendo ya un tercer beneficio: la suba de tasas.
Por: Ignacio Olivera Doll
La ANSES ya puede ubicarse, este año, entre los pocos actores de la economía argentina que resultaron claramente favorecidos por la devaluación y la inflación. El llamado fondo de garantía de sustentabilidad (FGS) de ANSES se incrementó alrededor de $ 50.000 millones sólo en el comienzo de 2014 (un 15,5%) hasta alcanzar un stock de $ 380.000 millones, según puede calcularse con los datos que presenta oficialmente el organismo ante el Congreso y los rendimientos de cada uno de los activos.
La estrategia oficial de colocar en dólares una parte cada vez mayor de los fondos previsionales permitió ganar $ 18.000 millones por el solo efecto de la devaluación de enero, que provocó una suba en los bonos dolarizados que tiene en cartera, y que terminó de representar más de un tercio de lo obtenido por todas sus inversiones en los primeros cuatro meses del año. La «tajada» se sumó a otra, similarmente sustanciosa, de $ 12.500 millones, que también concedió la decisión de haber apostado a los bonos indexados. Los títulos que ajustan con la suba de precios se dispararon a partir de febrero, cerca de un 20%, tras el sinceramiento que hizo el INDEC.
El desembarco del Gobierno en la administración del dinero de los jubilados se dio, de acuerdo con lo que suele destacar el propio organismo, a partir de una curiosa apuesta sobre activos en moneda extranjera: hasta 2008, las AFJP invertían en dólares sólo el 18% de la cartera; desde entonces y hasta que se dispuso el cepo cambiario, en 2011, el Estado elevó esa proporción al 30,5%; y a fin del año pasado, aún con las conocidas limitaciones, esa parte llegó a superar el 36%.
La estrategia fue explicada en cada una de las presentaciones que realizó la ANSES ante el Congreso. Y se vio reflejada también en la caída de los plazos fijos en pesos (hoy son menos del 5%) y en la diversificación de sus bonos: hoy un 42% de las inversiones que la ANSES hace en renta fija está nominado en dólares o atado a la evolución del tipo de cambio oficial (los títulos llamados dollar linked); un 31% está indexado y sigue la inflación; y un 25% ajusta con la tasa Badlar.
Este buen mix entre dólares y pesos les permitió sacar provecho de los principales fenómenos que afectaron a los mercados en lo que va del año: la devaluación de enero, que mejoró los precios expresados en dólares; el repunte de la inflación, que ya se acumula un avance del 11% en cuatro meses y se acerca, anualizada, al 40%; la contracción monetaria que resolvió el Central, que llevó las tasas de interés al 28% anual; y las expectativas de una suba del tipo de cambio que resurgieron, ahora, tras la decisión oficial de mantener un «dólar fijo» a $ 8,01.
Buena parte de la ganancia de la ANSES quedó implícita en la cifra que reveló la presidenta Cristina de Kirchner en el discurso de apertura de las sesiones legislativas: «A enero de 2014, el Fondo de Sustentabilidad tiene $ 365.358 millones», festejó. El monto reflejó un sugestivo aumento de $ 36.000 millones en sólo un mes respecto del último número que informó el organismo, de $ 329.472 millones hasta el 31 de diciembre.
La ANSES tiene hoy unos u$s 600 millones en divisas en efectivo y el 87% de sus activos en dólares en tres bonos: el Discount, que este año ya subió un 17%; el Bonar 2018, que se encareció un 39%, y el Bonar 2017, que avanzó un 14%. Sólo por estos títulos la ganancia obtenida fue de $ 15.200 millones.
El FGS es una especie de «fondo anticíclico» que tiene el Gobierno para superar cualquier inconveniente o eventualidad que pueda surgir en el futuro con los pagos a jubilados. El resto de sus inversiones está colocado en proyectos de infraestructura (13,6%); acciones (8,4%) y disponibilidades (7,7%).
La Comisión Bicameral del Congreso aún no citó a los funcionarios del organismo para que presenten las cifras del primer trimestre, pero la visita podría concretarse en mayo o junio próximos. Para entonces, es probable que el fondo esté percibiendo ya un tercer beneficio: la suba de tasas.