El Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de ley orgánica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los 5.100 jueces españoles. El Ministerio de Justicia, dirigido por Alberto Ruiz-Gallardón, ha apurado hasta el último momento para intentar pactar el texto con el PSOE, pero ante la falta de respuesta de los socialistas —que no se niegan al acuerdo, pero siguen aplazándolo— ha decidido aprobarlo ya. Los plazos son perentorios: en junio debe iniciarse el proceso para renovar a los miembros del CGPJ, y el Gobierno quiere que se haga ya con las nuevas reglas.
A pesar de no contar con el respaldo previo del PSOE(que podría producirse más adelante, durante la tramitación parlamentaria), el anteproyecto incluye la principal reivindicación que los socialistas habían planteado a Gallardón: que la elección de los 20 vocales del Consejo siga en manos del Parlamento. Asumir eso significa que el PP renuncia a lo que recogía su programa electoral: la elección de 12 de esos vocales por parte de los propios jueces. Lo mismo que reclamaban las asociaciones de jueces, muy perjudicadas por este proyecto y que con toda probabilidad responderán con más protestas. En la comparecencia posterior al Consejo de Ministros, Gallardón ha asegurado que durante los últimos meses ha buscado la aproximación a los grupos políticos de la oposición «para que la ley no sea aprobada solo con los votos del PP».
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, no ha querido adelantar hoy si su partido apoyará esta reforma del CGPJ, que socialistas y populares llevan negociando cuatro meses. «Vamos a esperar a ver el proyecto del Gobierno», ha dicho.
El CGPJ tiene tres competencias fundamentales para el funcionamiento de la Administración de Justicia: el nombramiento de los principales altos cargos del Tribunal Supremo, Audiencia Nacional, Tribunales Superiores y otros; la imposición de sanciones a los jueces que cometan infracciones; y la realización de informes sobre determinados proyectos de ley del Gobierno.
Estas son las novedades que introduciría en su funcionamiento, cuando entre en vigor, la reforma que aprobará hoy el Consejo de Ministros, según figuraba en el último borrador al que tuvo acceso EL PAÍS:
– MÁS MARGEN PARA PRESENTAR CANDIDATURAS. El sistema vigente de elección del CGPJ establece que el Parlamento elige a los 12 vocales jueces de entre 36 que proponen las asociaciones (también elige a los otros 8, pero entre reconocidos juristas); esos 36 necesitan el aval de 100 compañeros o el de alguna asociación para presentarse. El anteproyecto de ley rebaja a 25 los avales y fija que cada juez pueda avalar a una docena, de forma que en la práctica podrá haber cientos de aspirantes, no 36. La elección final, en todo caso, seguirá en manos de las Cámaras.
– MENOS PODER DE LAS ASOCIACIONES. De los 20 vocales del CGPJ, 12 son jueces de carrera. En la actualidad, los 12 pertenecen a alguna de las tres principales asociaciones del sector: Asociación Profesional de la Magistratura (que tiene seis, a propuesta del PP), Jueces para la Democracia (cinco, a propuesta del PSOE) y Asociación Francisco de Vitoria (uno). Y eso repercute después en los nombramientos de altos cargos de tribunales, que también resultan ser mayoritariamente asociados. El 40% de los jueces españoles no están afiliados a ninguna asociación (y por tanto están menos vinculados en principio a un color político), pero no tienen presencia en el Consejo, porque el Parlamento no tiene ninguna obligación de incluirlos en el grupo de 12 elegidos. La reforma de Gallardón pretende mitigar ese desequilibrio, que según el ministro alimentaba el corporativismo: el texto señala que el Parlamento «procurará» respetar la relación asociados-no asociados. Si eso se logra, 5 de los 12 vocales podrían ser no asociados.
– VOCALES MÁS VETERANOS. De los 12 vocales jueces, tres deberán ser magistrados del Supremo, otros tres magistrados con más de 25 años de antigüedad, cuatro magistrados con menos de 25 años de antigüedad y dos simplemente jueces. Si finalmente se configura así -es necesario que primero haya candidatos de esas características- el CGPJ tendría una presencia mayor de veteranos.
– SOLO CINCO COBRARÁN SUELDO. La condición de vocal del Consejo del Poder Judicial es una de las más requeridas por los jueces por los altos sueldos que comporta. El anteproyecto de ley va a cambiar eso: el sueldo seguirá siendo alto, pero solo lo cobrarán 5 de los 20 vocales (más el presidente), los que formen parte de la comisión permanente. El resto únicamente cobrará dietas por asistir a plenos o comisiones. Además, todos los vocales, jueces o juristas, podrán seguir ejerciendo su trabajo fuera del CGPJ. Eso, si el Gobierno no introduce ningún régimen de incompatibilidad, podría dar lugar a situaciones en las que un jurista vocal trabaje en casos sobre los que luego el CGPJ tenga que pronunciarse.
A pesar de no contar con el respaldo previo del PSOE(que podría producirse más adelante, durante la tramitación parlamentaria), el anteproyecto incluye la principal reivindicación que los socialistas habían planteado a Gallardón: que la elección de los 20 vocales del Consejo siga en manos del Parlamento. Asumir eso significa que el PP renuncia a lo que recogía su programa electoral: la elección de 12 de esos vocales por parte de los propios jueces. Lo mismo que reclamaban las asociaciones de jueces, muy perjudicadas por este proyecto y que con toda probabilidad responderán con más protestas. En la comparecencia posterior al Consejo de Ministros, Gallardón ha asegurado que durante los últimos meses ha buscado la aproximación a los grupos políticos de la oposición «para que la ley no sea aprobada solo con los votos del PP».
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, no ha querido adelantar hoy si su partido apoyará esta reforma del CGPJ, que socialistas y populares llevan negociando cuatro meses. «Vamos a esperar a ver el proyecto del Gobierno», ha dicho.
El CGPJ tiene tres competencias fundamentales para el funcionamiento de la Administración de Justicia: el nombramiento de los principales altos cargos del Tribunal Supremo, Audiencia Nacional, Tribunales Superiores y otros; la imposición de sanciones a los jueces que cometan infracciones; y la realización de informes sobre determinados proyectos de ley del Gobierno.
Estas son las novedades que introduciría en su funcionamiento, cuando entre en vigor, la reforma que aprobará hoy el Consejo de Ministros, según figuraba en el último borrador al que tuvo acceso EL PAÍS:
– MÁS MARGEN PARA PRESENTAR CANDIDATURAS. El sistema vigente de elección del CGPJ establece que el Parlamento elige a los 12 vocales jueces de entre 36 que proponen las asociaciones (también elige a los otros 8, pero entre reconocidos juristas); esos 36 necesitan el aval de 100 compañeros o el de alguna asociación para presentarse. El anteproyecto de ley rebaja a 25 los avales y fija que cada juez pueda avalar a una docena, de forma que en la práctica podrá haber cientos de aspirantes, no 36. La elección final, en todo caso, seguirá en manos de las Cámaras.
– MENOS PODER DE LAS ASOCIACIONES. De los 20 vocales del CGPJ, 12 son jueces de carrera. En la actualidad, los 12 pertenecen a alguna de las tres principales asociaciones del sector: Asociación Profesional de la Magistratura (que tiene seis, a propuesta del PP), Jueces para la Democracia (cinco, a propuesta del PSOE) y Asociación Francisco de Vitoria (uno). Y eso repercute después en los nombramientos de altos cargos de tribunales, que también resultan ser mayoritariamente asociados. El 40% de los jueces españoles no están afiliados a ninguna asociación (y por tanto están menos vinculados en principio a un color político), pero no tienen presencia en el Consejo, porque el Parlamento no tiene ninguna obligación de incluirlos en el grupo de 12 elegidos. La reforma de Gallardón pretende mitigar ese desequilibrio, que según el ministro alimentaba el corporativismo: el texto señala que el Parlamento «procurará» respetar la relación asociados-no asociados. Si eso se logra, 5 de los 12 vocales podrían ser no asociados.
– VOCALES MÁS VETERANOS. De los 12 vocales jueces, tres deberán ser magistrados del Supremo, otros tres magistrados con más de 25 años de antigüedad, cuatro magistrados con menos de 25 años de antigüedad y dos simplemente jueces. Si finalmente se configura así -es necesario que primero haya candidatos de esas características- el CGPJ tendría una presencia mayor de veteranos.
– SOLO CINCO COBRARÁN SUELDO. La condición de vocal del Consejo del Poder Judicial es una de las más requeridas por los jueces por los altos sueldos que comporta. El anteproyecto de ley va a cambiar eso: el sueldo seguirá siendo alto, pero solo lo cobrarán 5 de los 20 vocales (más el presidente), los que formen parte de la comisión permanente. El resto únicamente cobrará dietas por asistir a plenos o comisiones. Además, todos los vocales, jueces o juristas, podrán seguir ejerciendo su trabajo fuera del CGPJ. Eso, si el Gobierno no introduce ningún régimen de incompatibilidad, podría dar lugar a situaciones en las que un jurista vocal trabaje en casos sobre los que luego el CGPJ tenga que pronunciarse.