Las purgas en el peronismo un recurso habitual de los cuatro de copas que merodean el poder, fueron tan habituales como inútiles. Si en los 70 la excusa era la infiltración marxista hoy es bastante más ramplona.
Hoy por caso para muchos adherente a la ideología sciolista , señalar que Mario Blejer, Miguel Bein y demás «asesores» motonáuticos, son un retorno inaceptable a la ortodoxia neoliberal, – tal como ellos lo explicitan por otra parte- y agregar por ejemplo, que el candidato Randazzo avanza en la disputa interna a punto de ser hoy bastante más dinámico en su crecimiento que el gobernador bonaerense es «hacerle el juego a la derecha» o » atentar contra el movimiento». Faaaaaaaaaaaaa!
Como sucedió con el peronismo tras su fase inaugural, donde el tipo de unidad histórica construída a mediados de siglo pasado estalló por el aire en los años 70, va resultando evidente que la nueva fase kirchnerista, ya sin Néstor ni Cristina al mando del ejecutivo, con las transformaciones de la década ganada y la formación económico social – tan distinta a la pre crisis 2001 – que tras ellas emergió, demandará un nuevo tipo de unidad histórica – y por supuesto novedades dirigenciales – diversa a la que desplegara el kirchnerismo en su etapa inaugural.
No somos todos lo que estamos, ni estamos todos los que somos. Es de manual, así funcionan los populismos urbi et orbi. Está todo inventado.
Cuando se le preguntó en 678 a Néstor por qué Redrado estuvo frente al banco central, Kirchner señaló con humor que por una cuestión específica coyuntural de «relación de fuerzas», replicando » que querían, que pusiera a Kunkel?».
Hoy Cristina nombró a Vanoli y Redrado volvió a su origen y es un pertinaz opositor. El tipo de unidad histórica y dirigencial del kirchnerismo inaugural ha mutado drásticamente ya, en especial a partir del año 2009 y sigue profundizándose. Cristina puso a Kicillof en economía, y Lavagna por caso, volvió a sus pagos ideológicos y es un escuálido adversario.
Se puede ganar, se puede perder, pero detener el proceso de profundización del proyecto, congelar las mutaciones en su tipo de unidad histórica y la renovación dirigencial que esto supone, es directamente suicida. Bein por Axel, Blejer por Vanoli, O sea, Scioli por Cristina? eso es «pasar del crecimiento al desarrollo» ? Oia? Me vale verga. Hic! Están en pedo. El candidato es el proyecto. ( to be continued)