Un informe elaborado por la consultora McKinsey.
Siete años después de la explosión de una burbuja crediticia mundial, alentada por la ortodoxia neoliberal, dio lugar a la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, y la deuda sigue creciendo. De hecho, en lugar de reducir el endeudamiento o apalancamiento, todas las grandes economías hoy en día tienen un mayor nivel de endeudamiento en relación al PIB.
Entre 2007 y 2014 la deuda global pasó del 270 por ciento al 286 por ciento del producto global. Analizando qué pasó país por país, se ve que en España creció un 72 por ciento, en Grecia un 103 por ciento y en Irlanda un 172 por ciento. Entre los países centrales EE.UU. muestra una suba de un 16 por ciento, Francia y Gran Bretaña, poco más del 60 por ciento. Y en latinoamérica, Brasil creció un 27 por ciento.
Argentina es uno de los pocos países que en esos siete años redujo su deuda en un 11 por ciento.