Mauricio Macri comenzará hoy a transitar el último año del mandato por el que asumió como presidente de la Nación el 10 de diciembre de 2015. Ese día, en su discurso ante la asamblea legislativa en Congreso el ya mandatario anunciaba el «horizonte» de pobreza cero y que para que eso pueda suceder sería necesario «generar trabajo, ampliar la economía».
Sin embargo, para este 2019 aplicará el presupuesto de mayor ajuste de toda su gestión y en la actualidad existe una lista de indicadores económicos que en su mayoría están en el rango de lo negativo.
Es que hoy, 1096 días más tarde de la asunción de su gobierno, los indicadores económicos no muestran la mejor cara de Macri, que aún tiene 365 días para intentar revertir alguno de los indicadores que durante estos tres años vienen acumulando números en rojo.
Aunque el Gobierno tenga un discurso de optimismo, la salida de dos presidentes del Banco Central, de un ministro de Economía y las dos negociaciones encaradas para obtener el stand-by del Fondo Monetario Internacional (FMI), primero por u$s 50.000 millones y luego por u$s 57.000 millones, demuestran que las perspectivas de inicio de gestión, encarnadas en la lluvia de inversiones y el segundo semestre, nunca se concretaron.
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De los tres años en los que gobernó Macri, sólo en uno el Producto Bruto Interno (PBI) mostró signos positivos y en el acumulado registra una caída de algo más de 18%.
En tanto, el dólar acumula una suba de algo más de 280% (el 10 de diciembre de 2015 el tipo de cambio era de $ 9,80 y el viernes pasado fue de $ 38,40).
Y según datos de la consultora Eco Go, la inflación acumulada se ubicará en torno a 158%, mientras la suba de precios regulados (tarifas) acumulada hasta este diciembre va a estar en torno a 283%.
El número es más impactante si se desagrega, ya que, como señaló la consultora, la tarifa de gas acumula un alza de 747%; la de electricidad 1644%; la de agua 512% y el transporte público (que recién empezó a incrementar sus tarifas en el segundo año de mandato) acumula un incremento de 217%.
El único dato positivo en lo que va de la era Macri es un incremento de las reservas del Banco Central que subieron 106,3% (pasaron de u$s 24.862 millones a u$s 51.296 millones), pero la contracara es que la deuda aumento más de 35%.
«Los resultados más observables de la gestión de Macri no son positivos. Las estadísticas muestran con claridad que las condiciones, en general, son peores que cuando asumió. Incluso si el año próximo la situación mejora, en realidad veremos un año «menos malo» que 2018 que está por terminar, explicó Matías Carugati, economista Jefe de Management & Fit.
«Por errores de diagnóstico (donde incluimos un optimismo excesivo) o de implementación, el país habrá perdido otros 4 años sin avances concretos, en un mundo en el cual ya veníamos rezagados», agregó el especialista.
Pero mirando hacia adelante y en busca del lado positivo, Carugati dijo que aunque «las cifras no mienten, esconden detalles relevantes. Si bien Macri no podrá festejar el haber ganado la batalla a la inflación, como Menem; o haber el sacado al país del fondo del pozo, como Kirchner, tal vez pueda decir que fue él quien comenzó a normalizar la economía argentina».
Y añadió: «Recuperación del Indec; levantamiento del cepo cambiario; resolución de los problemas de deuda; normalización tarifaria; desarrollo de inversiones en energía; reforma tributaria; reforma fiscal; apertura comercial son algunas de las medidas que ayudarán en un futuro más de lo que hoy parece. Tal vez no se valore así actualmente. Acaso no se lo valore así nunca. Posiblemente, ello dependa de que se cumpla un objetivo modesto en 2019 que sería no descarrilar y que a quien le toque gestionar los siguientes 4 años haga las cosas mejor».
Lorena Giorgio, economista de Econviews, coincidió con Carugati en que los números de Macri «no son buenos pero se hicieron cambios estructurales». Señaló como datos positivos de la gestión que «los desafíos más importantes los supo sortear: cepo y fondos buitres para volver al mercado financiero». Pero como contracara de eso es «los niveles de inflación que aunque fueron en parte por suba de tarifas esto no tuvo su correlato en una caída de igual magnitud de los subsidios. Hoy la tarifa paga el 50% del costo de generación de la energía».
Para el 2019, Giorgio observa que la inflación tenderá a «moderarse» pero que seguirá alta, alrededor del 30% y que si la intención es crecer «necesitas estabilidad financiera, con un tipo de cambio que flote pero que tengo una volatilidad reducida, una inflación moderándose y una tasa que vaya bajando. Además, que se reduzca el riesgo país teniendo en cuenta la subjetividad que genera en el indicador un año electoral».
Sin embargo, para este 2019 aplicará el presupuesto de mayor ajuste de toda su gestión y en la actualidad existe una lista de indicadores económicos que en su mayoría están en el rango de lo negativo.
Es que hoy, 1096 días más tarde de la asunción de su gobierno, los indicadores económicos no muestran la mejor cara de Macri, que aún tiene 365 días para intentar revertir alguno de los indicadores que durante estos tres años vienen acumulando números en rojo.
Aunque el Gobierno tenga un discurso de optimismo, la salida de dos presidentes del Banco Central, de un ministro de Economía y las dos negociaciones encaradas para obtener el stand-by del Fondo Monetario Internacional (FMI), primero por u$s 50.000 millones y luego por u$s 57.000 millones, demuestran que las perspectivas de inicio de gestión, encarnadas en la lluvia de inversiones y el segundo semestre, nunca se concretaron.
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De los tres años en los que gobernó Macri, sólo en uno el Producto Bruto Interno (PBI) mostró signos positivos y en el acumulado registra una caída de algo más de 18%.
En tanto, el dólar acumula una suba de algo más de 280% (el 10 de diciembre de 2015 el tipo de cambio era de $ 9,80 y el viernes pasado fue de $ 38,40).
Y según datos de la consultora Eco Go, la inflación acumulada se ubicará en torno a 158%, mientras la suba de precios regulados (tarifas) acumulada hasta este diciembre va a estar en torno a 283%.
El número es más impactante si se desagrega, ya que, como señaló la consultora, la tarifa de gas acumula un alza de 747%; la de electricidad 1644%; la de agua 512% y el transporte público (que recién empezó a incrementar sus tarifas en el segundo año de mandato) acumula un incremento de 217%.
El único dato positivo en lo que va de la era Macri es un incremento de las reservas del Banco Central que subieron 106,3% (pasaron de u$s 24.862 millones a u$s 51.296 millones), pero la contracara es que la deuda aumento más de 35%.
«Los resultados más observables de la gestión de Macri no son positivos. Las estadísticas muestran con claridad que las condiciones, en general, son peores que cuando asumió. Incluso si el año próximo la situación mejora, en realidad veremos un año «menos malo» que 2018 que está por terminar, explicó Matías Carugati, economista Jefe de Management & Fit.
«Por errores de diagnóstico (donde incluimos un optimismo excesivo) o de implementación, el país habrá perdido otros 4 años sin avances concretos, en un mundo en el cual ya veníamos rezagados», agregó el especialista.
Pero mirando hacia adelante y en busca del lado positivo, Carugati dijo que aunque «las cifras no mienten, esconden detalles relevantes. Si bien Macri no podrá festejar el haber ganado la batalla a la inflación, como Menem; o haber el sacado al país del fondo del pozo, como Kirchner, tal vez pueda decir que fue él quien comenzó a normalizar la economía argentina».
Y añadió: «Recuperación del Indec; levantamiento del cepo cambiario; resolución de los problemas de deuda; normalización tarifaria; desarrollo de inversiones en energía; reforma tributaria; reforma fiscal; apertura comercial son algunas de las medidas que ayudarán en un futuro más de lo que hoy parece. Tal vez no se valore así actualmente. Acaso no se lo valore así nunca. Posiblemente, ello dependa de que se cumpla un objetivo modesto en 2019 que sería no descarrilar y que a quien le toque gestionar los siguientes 4 años haga las cosas mejor».
Lorena Giorgio, economista de Econviews, coincidió con Carugati en que los números de Macri «no son buenos pero se hicieron cambios estructurales». Señaló como datos positivos de la gestión que «los desafíos más importantes los supo sortear: cepo y fondos buitres para volver al mercado financiero». Pero como contracara de eso es «los niveles de inflación que aunque fueron en parte por suba de tarifas esto no tuvo su correlato en una caída de igual magnitud de los subsidios. Hoy la tarifa paga el 50% del costo de generación de la energía».
Para el 2019, Giorgio observa que la inflación tenderá a «moderarse» pero que seguirá alta, alrededor del 30% y que si la intención es crecer «necesitas estabilidad financiera, con un tipo de cambio que flote pero que tengo una volatilidad reducida, una inflación moderándose y una tasa que vaya bajando. Además, que se reduzca el riesgo país teniendo en cuenta la subjetividad que genera en el indicador un año electoral».