Darío Gannio
El Gobierno quiere que las aseguradoras, bancos y financieras inviertan parte de su cartera en el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE). Si bien la oferta no es más tentadora que otros instrumentos, la intención del Ejecutivo es que el capital de estas entidades engruesen este título para darle más fuerza y darle densidad al mercado secundario a un instrumento financiero que aún no ha hecho su debut en el mercado. Este año, las aseguradoras se convirtieron en las principales financistas de YPF.
El oficialismo espera que el Congreso apruebe la semana que viene el proyecto de blanqueo de dólares, que además del Baade incluye la versión en pagaré del bono y el Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria (Cedin). El Gobierno ya expresó que espera que con esta medida se inyecten en la economía alrededor de u$s4.000 millones, y que se genere un mercado secundario donde circulen estos instrumentos. Para eso, necesitará una compra masiva institucional y el principal objetivo pasará por las empresas amigas y las entidades financieras a las que ya acudió en oportunidades anteriores.
Por eso, si bien las instituciones no tienen dólares en negro, les pedirán que utilicen parte de su cartera para invertir en los Baade, principalmente.
Desde el equipo económico ya estuvieron tanteando a algunas de las entidades financieras para pedirles su apoyo, el cual ya se manifestó con los bonos YPF, que la petrolera lanzó el año pasado. Es que a fines del 2012, el Gobierno lanzó el inciso k), a partir del cual le impuso a las entidades de seguros generales y las reaseguradoras que inviertan un mínimo del 10% del total de las inversiones y hasta un máximo del 20% en la “economía real”.
Para eso, el Comité de Elegibilidad, integrado por los secretarios de Comercio Interior, Guillermo Moreno; de Finanzas, Adrián Cosentino, y de Política Económica, Axel Kicillof, entre otros, armó un menú de treinta opciones, entre las cuales ubicó las obligaciones negociables que ofrece YPF.
Esta opción fue, por lejos, la más elegida por las aseguradoras en el 2013, lo que llevó a que estas entidades financien casi $5.000 millones, de un total de $15.000 millones que lleva colocados el bono YPF. La tasa a la que pueden acceder estas entidades es menor que la del 19% ofrecida a los minoristas.
En la última emisión, de fines de abril, la oferta fue de una tasa Badlar+225 y a 84 meses, uno de los plazos más largos en el mercado. “Lo malo de esto es que las aseguradoras casi no financian a pymes, como se había pensado en un principio”, reconoció a BAE Negocios una fuente del mercado que conoce la operatoria.
El equipo del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, se encuentra todavía trabajando en algunos detalles finales del Baade. “Es lo que siempre hicieron, son más técnicos y es el mercado lo que más conocen, por eso ahora están en su salsa”, le confió a este diario un funcionario del Palacio de Hacienda.
Reforma del mercado
La semana pasada, Lorenzino fue a San Juan junto al titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, a una reunión con agentes del mercado para debatir sobre la reforma de la Bolsa, que se espera que esté lista para julio.
Vanoli expresó por estos días que espera que haya más instrumentos de ahorro “atados a variables reales de la macroeconomía”. Desde Economía dijeron que lo que más se quiere estimular en ese sentido es que en las distintas regiones se emitan títulos que varíen según la rentabilidad de los commodities que mueven el amperímetro de cada zona económica.
El Gobierno quiere que las aseguradoras, bancos y financieras inviertan parte de su cartera en el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE). Si bien la oferta no es más tentadora que otros instrumentos, la intención del Ejecutivo es que el capital de estas entidades engruesen este título para darle más fuerza y darle densidad al mercado secundario a un instrumento financiero que aún no ha hecho su debut en el mercado. Este año, las aseguradoras se convirtieron en las principales financistas de YPF.
El oficialismo espera que el Congreso apruebe la semana que viene el proyecto de blanqueo de dólares, que además del Baade incluye la versión en pagaré del bono y el Certificado de Depósito para Inversión Inmobiliaria (Cedin). El Gobierno ya expresó que espera que con esta medida se inyecten en la economía alrededor de u$s4.000 millones, y que se genere un mercado secundario donde circulen estos instrumentos. Para eso, necesitará una compra masiva institucional y el principal objetivo pasará por las empresas amigas y las entidades financieras a las que ya acudió en oportunidades anteriores.
Por eso, si bien las instituciones no tienen dólares en negro, les pedirán que utilicen parte de su cartera para invertir en los Baade, principalmente.
Desde el equipo económico ya estuvieron tanteando a algunas de las entidades financieras para pedirles su apoyo, el cual ya se manifestó con los bonos YPF, que la petrolera lanzó el año pasado. Es que a fines del 2012, el Gobierno lanzó el inciso k), a partir del cual le impuso a las entidades de seguros generales y las reaseguradoras que inviertan un mínimo del 10% del total de las inversiones y hasta un máximo del 20% en la “economía real”.
Para eso, el Comité de Elegibilidad, integrado por los secretarios de Comercio Interior, Guillermo Moreno; de Finanzas, Adrián Cosentino, y de Política Económica, Axel Kicillof, entre otros, armó un menú de treinta opciones, entre las cuales ubicó las obligaciones negociables que ofrece YPF.
Esta opción fue, por lejos, la más elegida por las aseguradoras en el 2013, lo que llevó a que estas entidades financien casi $5.000 millones, de un total de $15.000 millones que lleva colocados el bono YPF. La tasa a la que pueden acceder estas entidades es menor que la del 19% ofrecida a los minoristas.
En la última emisión, de fines de abril, la oferta fue de una tasa Badlar+225 y a 84 meses, uno de los plazos más largos en el mercado. “Lo malo de esto es que las aseguradoras casi no financian a pymes, como se había pensado en un principio”, reconoció a BAE Negocios una fuente del mercado que conoce la operatoria.
El equipo del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, se encuentra todavía trabajando en algunos detalles finales del Baade. “Es lo que siempre hicieron, son más técnicos y es el mercado lo que más conocen, por eso ahora están en su salsa”, le confió a este diario un funcionario del Palacio de Hacienda.
Reforma del mercado
La semana pasada, Lorenzino fue a San Juan junto al titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, a una reunión con agentes del mercado para debatir sobre la reforma de la Bolsa, que se espera que esté lista para julio.
Vanoli expresó por estos días que espera que haya más instrumentos de ahorro “atados a variables reales de la macroeconomía”. Desde Economía dijeron que lo que más se quiere estimular en ese sentido es que en las distintas regiones se emitan títulos que varíen según la rentabilidad de los commodities que mueven el amperímetro de cada zona económica.