Se desempeñará como gerente general hasta el 4 de junio, cuando la asamblea designe un nuevo directorio que lo nombrará presidente de YPF. Mientras tanto, convivirá con la intervención y empezará a implementar su plan para salir adelante.
Miguel Galuccio asumirá hoy por la mañana como gerente general de YPF, pero la intervención continuará hasta que la asamblea de accionistas designe un nuevo directorio. Por la tarde, la Comisión Nacional de Valores, que preside Alejandro Vanoli, convocará a esa asamblea para el próximo 4 de junio. Por lo tanto, el gobierno nacional y las provincias tendrán plazo hasta entonces para definir el número de directores que tendrá la empresa y quiénes serán los designados.
El Estatuto de YPF prevé en su artículo 11 que la asamblea esté facultada para designar entre 11 y 21 directores titulares. Hasta la intervención, la compañía funcionaba con 17 directores titulares. Dieciséis en representación de los accionistas clase D, que se distribuían según el porcentaje de la empresa que controlaba cada uno, y uno por el Estado, que poseía una acción clase A y eso le alcanzaba para nombrar un director.
El gobierno nacional, que ahora controlará el 26 por ciento de las acciones, podría proponer ampliar el número para que haya alguna silla más para distribuir entre las provincias, que tienen otro 25 por ciento de las acciones, pero también optar por un directorio chico y eventualmente dejar afuera a algún socio minoritario, como la propia Repsol que ahora quedará con 6,4 por ciento de las acciones, al menos hasta que se defina que va a pasar con el 25,4 por ciento de la familia Eskenazi, pues Repsol le prestó dinero a los Eskenazi para comprar parte de esas acciones y es difícil que éstos puedan pagarle. Por lo tanto, parte de esas acciones podrían volver a los españoles.
Sea cual sea el número de directores titulares que finalmente se designe, las provincias petroleras deberán consensuar un método para que todas se sientan representadas en la nueva YPF. En las últimas semanas trascendió la versión de que quedarían 16 directores titulares y al Estado le corresponderían nueve. En ese caso, cinco plazas serían del gobierno nacional, tres de las provincias y una de los trabajadores petroleros. En ese escenario potencial, Neuquén, Chubut y Santa Cruz comenzarían ocupando un lugar en el directorio, por ser las provincias petroleras más importantes, y el resto se iría incorporando de manera rotativa. Sin embargo, todavía no hay nada cerrado.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no se refirió el viernes a ese punto. Lo único que dijo es que espera que los gobiernos provinciales envíen a la petrolera representantes con un perfil profesional. No vamos a hacer una empresa para becas políticas. En ese sentido también estoy convencida de que los señores gobernadores van a enviar en representación de sus Estados provinciales gente sólida, formada en economía, en tecnología de petróleo y en temas jurídicos, afirmó.
Una vez que la asamblea designe al directorio, éste se reunirá para elegir a sus autoridades, evaluar los estados contables de la gestión anterior y el informe que le deje la intervención. Ese día Galuccio pasará a ser presidente de YPF. Mientras tanto, convivirá con los funcionarios a cargo de la intervención y una de sus tareas será participar de la elaboración de ese informe que deberá evaluar la asamblea, tal como la anticipó la Presidenta. Le he encargado a la intervención, a Julio De Vido y a Axel Kicillof, conjuntamente con Miguel Galuccio, la conformación de un informe que deberá ser presentado ante la asamblea ordinaria acerca del estado real de la empresa en el momento en que se recibió, porque esto corresponde hacer luego de toda intervención y fundamentalmente ante la asamblea ordinaria de socios, que son los propietarios de la empresa y que deben tomar debida cuenta de su estado, afirmó Cristina Fernández de Kirchner el viernes.
Galuccio deberá además elaborar un plan para avanzar con la extracción de los recursos no convencionales existentes en la formación de Vaca Muerta y asociarse con empresas privadas para realizar esa actividad, pues los ingresos de la propia YPF, si bien serán reinvertidos, no son suficientes para esa tarea. La intervención mantuvo reuniones con directivos de las estadounidenses Exxon, Chevron, Apache y ConocoPhilips y de la francesa Total, los cuales se mostraron interesados en invertir para extraer shale gas y shale oil. Algunas de esas compañías ya están operando en el país. Para eso habrá que discutir los acuerdos de asociación y el esquema de precios.
Galuccio conoce el potencial del shale. La multinacional francesa Schlumberger, donde trabajó hasta el mes pasado, se especializa en la provisión de servicios petroleros, incluyendo la tecnología para la extracción del shale. Si bien las únicas declaraciones públicas que hizo hasta el momento fueron unas pocas palabras de agradecimiento, quienes lo conocen afirman que Galuccio aceptó el desafío de comandar YPF por el potencial argentino en recursos no convencionales.
Otra de las tareas de YPF, y del gobierno nacional en su conjunto, será negociar con la provincia de Neuquén, pues la gran mayoría del shale se encuentra en esa provincia y los recursos pertenecen a las provincias. El ex gobernador Jorge Sobish, enfrentado con el gobierno nacional, lo dejó en claro ayer. No escuché a nadie todavía que diga que quien tiene que concesionar Vaca Muerta es la provincia de Neuquén. Está en la Constitución de la provincia, lo dice la ley. Los recursos del subsuelo son de las provincias, explicó.