Más allá de las demandas puntuales de ciudadanos de ambos sectores, la información disponible permite afirmar que en muchos de los hechos puntuales ocurridos participaron efectivos de compañías particulares.
El confuso episodio en el que milicianos rusohablantes detuvieron en Slaviansk un ómnibus en el que viajaba personal militar de civil que aparentemente pertenecía a una misión de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) reavivó en el este del país el temor a la presencia de mercenarios estadounidenses, como ya había sido denunciado semanas atrás. El pasado 10 de abril el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que en Donetsk 150 contratistas de la empresa estadounidense Greystone Ltd. habrían sido empleados contra los manifestantes filorrusos junto con la policía ucraniana, la nueva Guardia Nacional y las milicias neonazis de Sector Derecho. Dos días después, otros informes de la misma ciudad referían la llegada al aeropuerto de más mercenarios norteamericanos. Según informes periodísticos británicos y estadounidenses citados por La Voz de Rusia, a mediados de abril la fuerza mercenaria total de Greystone en Ucrania ascendería a los 1800 hombres. No obstante, el pasado día 9 Tiffany Anderson, vocera de la empresa, desmintió que la firma esté actuando en ese país. Desde entonces no hubo nuevos posicionamientos.
La compañía militar privada Greystone Limited se ocupa del adiestramiento de fuerzas policiales y de operaciones de seguridad y sólo actúa en el exterior bajo contrato del Pentágono, del Departamento de Estado o de clientes extranjeros aprobados por el gobierno de Estados Unidos. Ucrania es un escenario ideal para el empleo de milicias privadas, porque la intervención de tropas regulares de la OTAN o rusas pondría al mundo al borde de la guerra.
Desde el inicio de la revuelta de la plaza Maidan en Kiev en diciembre pasado, se denunció repetidamente la intervención de agentes occidentales. Junto con las milicias neonazis actuaron francotiradores que mataron a numerosos manifestantes. A pesar de que se conoció la conversación telefónica entre el canciller estonio, Urmas Paet, y la comisaria europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, en la que el primero informaba que quienes dispararon sobre la multitud y la policía estaban cercanos a los rebeldes, la investigación del gobierno golpista sobre estas muertes se arrastra sin resultados. La presencia de mercenarios se confirmó el 10 de marzo, cuando paramilitares angloparlantes uniformados, pero sin insignias, rescataron a funcionarios del gobierno ucraniano de un edificio administrativo de Donetsk sitiado por manifestantes pro-rusos.
Según un informe de la agencia ITAR-TASS del 25 de marzo que cita una fuente del Servicio de Seguridad de Ucrania, los mercenarios occidentales se emplean en la detección de adversarios y en la protección de la seguridad estatal. La iniciativa es financiada por Ihor Kolomoyskyi, copropietario del PrivatBank ucraniano, y Serhiy Taruta, presidente de la Unión Industrial de la Cuenca del Don, la zona carbonífera del sureste, después de que fueron respectivamente designados gobernador de Dniepropetrovsk, en el centro, y del Donetsk.
Greystone está registrada en las Islas Barbados. La compañía recluta personal en diferentes países a través de su subsidiaria Satelles Solutions Inc. La empresa, establecida hace 47 años, tiene origen en una organización de mercenarios registrada en 1967 por veteranos de los comandos británicos SAS. En aquel momento, la empresa se llamó WatchGuard International y se hizo conocida al fracasar en el primer intento de matar al líder libio Muammar Khadafi en 1971. Su segunda gran operación –junto con ex comandos SEAL retirados de la Marina estadounidense– fue durante la invasión a Irak entre 2003 y 2011. Greystone Limited es sólo una de las ramas de un gran emporio mercenario norteamericano que cambia permanentemente de nombre: hasta 2009 se llamaba Blackwater, luego Xe Services y Academi, y ahora US Training Center. El volumen de operaciones de los servicios militares privados en EE UU se estima en 200 mil millones de dólares. Altos funcionarios retirados del Departamento de Estado, la CIA y otros servicios de EE UU lideran habitualmente operaciones y empresas de servicios mercenarios.
La agencia RIA-Novosti informó el 11 de abril que «el primer ministro ruso Vladimir Putin está considerando la propuesta del diputado Alexei Mitrofanov de crear un sistema de empresas militares privadas que presten servicios de protección a objetivos militares y en el entrenamiento de fuerzas militares aliadas en el exterior». Según Mitrofanov, las empresas podrían utilizarse para influir sobre gobiernos extranjeros. Ya el 28 de febrero medios occidentales informaron que uniformados sin identificación habrían ocupado un aeropuerto en Crimea. Se estima que son soldados de la empresa rusa Vnevedomstvenaya Ochrana que habitualmente trabaja para los ministerios de Defensa e Interior, o sea que la idea de Putin ya tiene forma. En tiempos de neoliberalismo también la guerra se privatiza. «
La derecha y los paramilitares en el poder
Al comenzar las protestas, los herederos del Ejército Insurgente Ucraniano (EIU) –que en la II Guerra Mundial luchó contra nazis y soviéticos– se unieron como Pravy Sektor (Sector Derecho, SD) para proteger a los manifestantes. Su líder es Dmytro Yarosh, de 42 años y militante nacionalista. SD es un partido paramilitar con 5000 militantes que en febrero de 2014 atacó a la policía con palos, cascos y bombas caseras. Ya con armas de fuego, el 20 de febrero provocaron la muerte de más de 60 personas, ocuparon las principales instituciones y derrocaron al presidente Yanukovich. Una semana después Yarosh dividió el partido en un bloque militar y otro político para presentarse a las presidenciales del 25 de mayo, pero el 24 de marzo cayó baleado Alexander Muzychko, jefe del oeste del país, y el 31 otro militante protagonizó un tiroteo que dejó tres heridos. El gobierno reaccionó reprimiendo a SD, pero sin ilegalizarlo.
«Svoboda» (Libertad) es un partido político nacionalista, populista y anticomunista, pero no enteramente nazi. Es una de las cinco mayores fuerzas políticas y concentra su electorado en el oeste. Es sucesor de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (ONU), fundada por Stepan Bandera en 1941 para auxiliar a los nazis. Su caudal electoral pasó del 0,16% en las legislativas del ’98 a un 10,04% y 37 escaños en 2012, ocupando el cuarto lugar. En octubre de 2012 se sumó a la coalición opositora de centroderecha ahora mayoritaria. Tras el golpe de estado, Svoboda tiene la vicepresidencia y los ministerios de Defensa, Educación e Integración en la Unión Europea.
El confuso episodio en el que milicianos rusohablantes detuvieron en Slaviansk un ómnibus en el que viajaba personal militar de civil que aparentemente pertenecía a una misión de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) reavivó en el este del país el temor a la presencia de mercenarios estadounidenses, como ya había sido denunciado semanas atrás. El pasado 10 de abril el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que en Donetsk 150 contratistas de la empresa estadounidense Greystone Ltd. habrían sido empleados contra los manifestantes filorrusos junto con la policía ucraniana, la nueva Guardia Nacional y las milicias neonazis de Sector Derecho. Dos días después, otros informes de la misma ciudad referían la llegada al aeropuerto de más mercenarios norteamericanos. Según informes periodísticos británicos y estadounidenses citados por La Voz de Rusia, a mediados de abril la fuerza mercenaria total de Greystone en Ucrania ascendería a los 1800 hombres. No obstante, el pasado día 9 Tiffany Anderson, vocera de la empresa, desmintió que la firma esté actuando en ese país. Desde entonces no hubo nuevos posicionamientos.
La compañía militar privada Greystone Limited se ocupa del adiestramiento de fuerzas policiales y de operaciones de seguridad y sólo actúa en el exterior bajo contrato del Pentágono, del Departamento de Estado o de clientes extranjeros aprobados por el gobierno de Estados Unidos. Ucrania es un escenario ideal para el empleo de milicias privadas, porque la intervención de tropas regulares de la OTAN o rusas pondría al mundo al borde de la guerra.
Desde el inicio de la revuelta de la plaza Maidan en Kiev en diciembre pasado, se denunció repetidamente la intervención de agentes occidentales. Junto con las milicias neonazis actuaron francotiradores que mataron a numerosos manifestantes. A pesar de que se conoció la conversación telefónica entre el canciller estonio, Urmas Paet, y la comisaria europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, en la que el primero informaba que quienes dispararon sobre la multitud y la policía estaban cercanos a los rebeldes, la investigación del gobierno golpista sobre estas muertes se arrastra sin resultados. La presencia de mercenarios se confirmó el 10 de marzo, cuando paramilitares angloparlantes uniformados, pero sin insignias, rescataron a funcionarios del gobierno ucraniano de un edificio administrativo de Donetsk sitiado por manifestantes pro-rusos.
Según un informe de la agencia ITAR-TASS del 25 de marzo que cita una fuente del Servicio de Seguridad de Ucrania, los mercenarios occidentales se emplean en la detección de adversarios y en la protección de la seguridad estatal. La iniciativa es financiada por Ihor Kolomoyskyi, copropietario del PrivatBank ucraniano, y Serhiy Taruta, presidente de la Unión Industrial de la Cuenca del Don, la zona carbonífera del sureste, después de que fueron respectivamente designados gobernador de Dniepropetrovsk, en el centro, y del Donetsk.
Greystone está registrada en las Islas Barbados. La compañía recluta personal en diferentes países a través de su subsidiaria Satelles Solutions Inc. La empresa, establecida hace 47 años, tiene origen en una organización de mercenarios registrada en 1967 por veteranos de los comandos británicos SAS. En aquel momento, la empresa se llamó WatchGuard International y se hizo conocida al fracasar en el primer intento de matar al líder libio Muammar Khadafi en 1971. Su segunda gran operación –junto con ex comandos SEAL retirados de la Marina estadounidense– fue durante la invasión a Irak entre 2003 y 2011. Greystone Limited es sólo una de las ramas de un gran emporio mercenario norteamericano que cambia permanentemente de nombre: hasta 2009 se llamaba Blackwater, luego Xe Services y Academi, y ahora US Training Center. El volumen de operaciones de los servicios militares privados en EE UU se estima en 200 mil millones de dólares. Altos funcionarios retirados del Departamento de Estado, la CIA y otros servicios de EE UU lideran habitualmente operaciones y empresas de servicios mercenarios.
La agencia RIA-Novosti informó el 11 de abril que «el primer ministro ruso Vladimir Putin está considerando la propuesta del diputado Alexei Mitrofanov de crear un sistema de empresas militares privadas que presten servicios de protección a objetivos militares y en el entrenamiento de fuerzas militares aliadas en el exterior». Según Mitrofanov, las empresas podrían utilizarse para influir sobre gobiernos extranjeros. Ya el 28 de febrero medios occidentales informaron que uniformados sin identificación habrían ocupado un aeropuerto en Crimea. Se estima que son soldados de la empresa rusa Vnevedomstvenaya Ochrana que habitualmente trabaja para los ministerios de Defensa e Interior, o sea que la idea de Putin ya tiene forma. En tiempos de neoliberalismo también la guerra se privatiza. «
La derecha y los paramilitares en el poder
Al comenzar las protestas, los herederos del Ejército Insurgente Ucraniano (EIU) –que en la II Guerra Mundial luchó contra nazis y soviéticos– se unieron como Pravy Sektor (Sector Derecho, SD) para proteger a los manifestantes. Su líder es Dmytro Yarosh, de 42 años y militante nacionalista. SD es un partido paramilitar con 5000 militantes que en febrero de 2014 atacó a la policía con palos, cascos y bombas caseras. Ya con armas de fuego, el 20 de febrero provocaron la muerte de más de 60 personas, ocuparon las principales instituciones y derrocaron al presidente Yanukovich. Una semana después Yarosh dividió el partido en un bloque militar y otro político para presentarse a las presidenciales del 25 de mayo, pero el 24 de marzo cayó baleado Alexander Muzychko, jefe del oeste del país, y el 31 otro militante protagonizó un tiroteo que dejó tres heridos. El gobierno reaccionó reprimiendo a SD, pero sin ilegalizarlo.
«Svoboda» (Libertad) es un partido político nacionalista, populista y anticomunista, pero no enteramente nazi. Es una de las cinco mayores fuerzas políticas y concentra su electorado en el oeste. Es sucesor de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (ONU), fundada por Stepan Bandera en 1941 para auxiliar a los nazis. Su caudal electoral pasó del 0,16% en las legislativas del ’98 a un 10,04% y 37 escaños en 2012, ocupando el cuarto lugar. En octubre de 2012 se sumó a la coalición opositora de centroderecha ahora mayoritaria. Tras el golpe de estado, Svoboda tiene la vicepresidencia y los ministerios de Defensa, Educación e Integración en la Unión Europea.