Un bono pagaré no negociable serviría de promesa de pago hasta que caiga la cláusula RUFO de los títulos del canje. El Gobierno vuelve a reunirse con el mediador mañana
Funcionarios del Gobierno delinearon una propuesta de pago a los fondos buitre con la que intentarán sortear la cláusula RUFO de los bonos de la deuda reestructurada, que prohibe elevar la propuesta de los canjes de 2005 y 2010. La opción consiste en establecer un mecanismo que permita activar el pago de la sentencia por u$s 1.500 millones desde el 1º de enero.
La propuesta de pago que está en estudio consiste en entregar a los holdouts un bono pagaré intransferible, que quedaría en poder de los acreedores hasta el primer día de 2015, cuando vence la cláusula RUFO. Esos pagarés luego se cambiarían por bonos negociables, que los fondos buitre podrán trasformar rápidamente en efectivo en los mercados, como hizo Repsol con los títulos que recibió como pago por su parte de YPF.
La cláusula RUFO dispone que el Gobierno debe igualar a quienes entraron al canje cualquier oferta superadora que hiciera a otros acreedores privados. Es el principal escollo para efectuar una propuesta de pago a la sentencia del juez Thomas Griesa a favor de los fondos NML Capital, Aurelius y otros por u$s 1.330 millones, que con intereses ya supera los u$s 1.500 millones.
Griesa ordenó pagar esa suma en efectivo y de una vez antes de que el país continuara con sus pagos de deuda regular. Entendió que así se cumpliría con la cláusula de pari passu o tratamiento igualitario de los bonos en default que los holdouts reclamaban.
La interpretación sobre la cláusula RUFO está dividida. Hay abogados que sostienen que cualquier forma de pago en sede judicial no se interpreta como «oferta voluntaria». Pero otros entienden que el único pago no voluntario sería el acatamiento íntegro de la sentencia, es decir, el pago en efectivo y total.
Ante esa duda, el Gobierno no quiere correr riesgos. Es lo primero que le dejó en claro el ministro de Economía, Axel Kicillof, al mediador designado por Griesa, Daniel Pollack, en la reunión del lunes. En ese encuentro, Argentina no avanzó en la propuesta de pago y pidió la reposición de la medida cautelar que blinde los pagos de la deuda reestructurada para negociar con tiempo, con la idea de llegar a 2015.
Pero los holdouts requieren avances concretos en la negociación para acompañar el pedido argentino. La propuesta del bono pagaré cumpliría esas condiciones. El pago recién se activaría en enero y hasta entonces habría una propuesta de pago rubricada en la Justicia de Estados Unidos.
Pollack se reunió ayer con los fondos buitre y el mañana volverá a recibir a la delegación argentina. Al cierre de esta edición, Economía no había confirmado si viajaba Kicillof. En caso que el ministro no viaje, los representantes del país serán los secretarios de Finanzas y Legales, Pablo López y Federico Thea.
Pollack manifestó a las partes que las negociaciones deben ser continuas y mostrar avances en cada encuentro. El special master recibió a los holdouts a fines de la semana pasada, el lunes a Kicillof, y Economía no descartó que mañana ambas partes estén presenten en la sala de reuniones. El mediador dijo que la artillería cruzada fuera de la mesa de negociaciones importa poco y nada: podrá seguir el fuego cruzado siempre y cuando se muestren avances.
Por ahora, las partes siguen muy alejadas en lo formal. Pollack transmitió a Kicillof que lo más rápido sería pagar el 100% de la sentencia en efectivo, tal como solicitaron los litigantes. El ministro explicó de forma pormenorizada que, en su opinión, eso activaría demandas adicionales por u$s 15.000 millones de cumplimiento inmediato, que serían imposibles de pagar.
Sin embargo, la sensación de acuerdo está instalada en el mercado, que sigue apostando a los bonos argentinos a pesar de que si no hay acuerdo, el país entrará en default en veinte días.
Funcionarios del Gobierno delinearon una propuesta de pago a los fondos buitre con la que intentarán sortear la cláusula RUFO de los bonos de la deuda reestructurada, que prohibe elevar la propuesta de los canjes de 2005 y 2010. La opción consiste en establecer un mecanismo que permita activar el pago de la sentencia por u$s 1.500 millones desde el 1º de enero.
La propuesta de pago que está en estudio consiste en entregar a los holdouts un bono pagaré intransferible, que quedaría en poder de los acreedores hasta el primer día de 2015, cuando vence la cláusula RUFO. Esos pagarés luego se cambiarían por bonos negociables, que los fondos buitre podrán trasformar rápidamente en efectivo en los mercados, como hizo Repsol con los títulos que recibió como pago por su parte de YPF.
La cláusula RUFO dispone que el Gobierno debe igualar a quienes entraron al canje cualquier oferta superadora que hiciera a otros acreedores privados. Es el principal escollo para efectuar una propuesta de pago a la sentencia del juez Thomas Griesa a favor de los fondos NML Capital, Aurelius y otros por u$s 1.330 millones, que con intereses ya supera los u$s 1.500 millones.
Griesa ordenó pagar esa suma en efectivo y de una vez antes de que el país continuara con sus pagos de deuda regular. Entendió que así se cumpliría con la cláusula de pari passu o tratamiento igualitario de los bonos en default que los holdouts reclamaban.
La interpretación sobre la cláusula RUFO está dividida. Hay abogados que sostienen que cualquier forma de pago en sede judicial no se interpreta como «oferta voluntaria». Pero otros entienden que el único pago no voluntario sería el acatamiento íntegro de la sentencia, es decir, el pago en efectivo y total.
Ante esa duda, el Gobierno no quiere correr riesgos. Es lo primero que le dejó en claro el ministro de Economía, Axel Kicillof, al mediador designado por Griesa, Daniel Pollack, en la reunión del lunes. En ese encuentro, Argentina no avanzó en la propuesta de pago y pidió la reposición de la medida cautelar que blinde los pagos de la deuda reestructurada para negociar con tiempo, con la idea de llegar a 2015.
Pero los holdouts requieren avances concretos en la negociación para acompañar el pedido argentino. La propuesta del bono pagaré cumpliría esas condiciones. El pago recién se activaría en enero y hasta entonces habría una propuesta de pago rubricada en la Justicia de Estados Unidos.
Pollack se reunió ayer con los fondos buitre y el mañana volverá a recibir a la delegación argentina. Al cierre de esta edición, Economía no había confirmado si viajaba Kicillof. En caso que el ministro no viaje, los representantes del país serán los secretarios de Finanzas y Legales, Pablo López y Federico Thea.
Pollack manifestó a las partes que las negociaciones deben ser continuas y mostrar avances en cada encuentro. El special master recibió a los holdouts a fines de la semana pasada, el lunes a Kicillof, y Economía no descartó que mañana ambas partes estén presenten en la sala de reuniones. El mediador dijo que la artillería cruzada fuera de la mesa de negociaciones importa poco y nada: podrá seguir el fuego cruzado siempre y cuando se muestren avances.
Por ahora, las partes siguen muy alejadas en lo formal. Pollack transmitió a Kicillof que lo más rápido sería pagar el 100% de la sentencia en efectivo, tal como solicitaron los litigantes. El ministro explicó de forma pormenorizada que, en su opinión, eso activaría demandas adicionales por u$s 15.000 millones de cumplimiento inmediato, que serían imposibles de pagar.
Sin embargo, la sensación de acuerdo está instalada en el mercado, que sigue apostando a los bonos argentinos a pesar de que si no hay acuerdo, el país entrará en default en veinte días.