La medida del Banco Central que obliga a la entidades a direccionar sus créditos (algo parecido a lo que sucede en la Venezuela de Hugo Chávez) golpeó ayer a las cotizaciones de este sector en la bolsa. En la city porteña se vieron caídas de hasta 7,31% como el caso de Banco Macro. Pero el sector cayó totalmente en desgracia: Grupo Financiero Galicia derrapó 5,47%, Banco Francés perdió 5,03% y Banco Hipotecario (que no está en el panel líder) cedió 1,64%. En Nueva York, el rojo llegó a 8,17% también liderado por la entidad de Jorge Brito. Sea como fuere, hasta el miércoles, estas cuatro entidades sumaban un valor de mercado de $ 15.242 millones. Tan sólo con el derrumbe de ayer, el sector bancario argentino perdió $ 850 millones. La medida del Gobierno, de poco probable éxito, genera incertidumbre entre los inversores por el futuro del negocio bancario.
En concreto, el miércoles después del cierre, se conoció que el BCRA obligará a los principales bancos privados y provinciales a prestar parte de su cartera en pesos para la producción de bienes y servicios e inversión a una tasa fija con un plazo de tres años. Deberán prestar el 5% de sus depósitos y estos préstamos deberán ser desembolsados en un año. La tasa de interés surgiría de la cotización de Badlar más 400 puntos. Se calcula que se volcarán unos $ 15.000 millones. Además, la mitad de la cartera de los préstamos de cada entidad deberá ser otorgada a empresas Pymes.
Esta intromisión del Gobierno en el negocio financiero traerá seguramente bajas en las calificaciones de las entidades. Algo que Moodys hace pocas semanas ya efectuó. Esto encarecerá el costo de financiamiento en el mercado (vía los bonos) para las entidades financieras.
La noticia cayó como un balde de agua entre los inversores locales, que ya venían muy castigados por el tema del cepo cambiario, la falta de distribución de dividendos en efectivos y la elevada inflación, entre otras minucias. El golpe fue tremendo en la cotización de los bancos que componen el índice Merval. Un mal augurio fue el elevado volumen de negocios que ascendió a los $ 68 millones, realmente malo en un día fuertes caídas y que preanuncia mayores bajas, reseñó Eduardo Fernández, analista de Rava Sociedad de Bolsa. En efecto, dos de los tres papeles más negociados correspondieron a bancos: Grupo Financiero Galicia lideró el Merval con un caudal de negocios de $ 16,46 millones y Banco Macro tercero en la lista detrás de Tenaris hizo $ 10,31 millones. Desde Nueva York, la mirada es exactamente igual. Alberto Ramos, jefe de Goldman Sachs para América Latina, señaló que la medida es negativa en la medida en que requiere a los bancos prestar a tasas reales negativas, algo que erosiona la base de su capital y distorsionando el costo del capital dará lugar a una mala asignación de crédito. Además, la naturaleza forzosa de la medida contribuirá a erosionar aún más el negocio y el sentimiento de inversión. El malhumor con el sector financiero hizo que el Merval perdiera 1,88%. Los bonos de la deuda mostraron comportamientos mixtos, pero volvieron a sobresalir los emitidos en dólares para hacerse de billetes. Rige incertidumbre total en el mercado.
En concreto, el miércoles después del cierre, se conoció que el BCRA obligará a los principales bancos privados y provinciales a prestar parte de su cartera en pesos para la producción de bienes y servicios e inversión a una tasa fija con un plazo de tres años. Deberán prestar el 5% de sus depósitos y estos préstamos deberán ser desembolsados en un año. La tasa de interés surgiría de la cotización de Badlar más 400 puntos. Se calcula que se volcarán unos $ 15.000 millones. Además, la mitad de la cartera de los préstamos de cada entidad deberá ser otorgada a empresas Pymes.
Esta intromisión del Gobierno en el negocio financiero traerá seguramente bajas en las calificaciones de las entidades. Algo que Moodys hace pocas semanas ya efectuó. Esto encarecerá el costo de financiamiento en el mercado (vía los bonos) para las entidades financieras.
La noticia cayó como un balde de agua entre los inversores locales, que ya venían muy castigados por el tema del cepo cambiario, la falta de distribución de dividendos en efectivos y la elevada inflación, entre otras minucias. El golpe fue tremendo en la cotización de los bancos que componen el índice Merval. Un mal augurio fue el elevado volumen de negocios que ascendió a los $ 68 millones, realmente malo en un día fuertes caídas y que preanuncia mayores bajas, reseñó Eduardo Fernández, analista de Rava Sociedad de Bolsa. En efecto, dos de los tres papeles más negociados correspondieron a bancos: Grupo Financiero Galicia lideró el Merval con un caudal de negocios de $ 16,46 millones y Banco Macro tercero en la lista detrás de Tenaris hizo $ 10,31 millones. Desde Nueva York, la mirada es exactamente igual. Alberto Ramos, jefe de Goldman Sachs para América Latina, señaló que la medida es negativa en la medida en que requiere a los bancos prestar a tasas reales negativas, algo que erosiona la base de su capital y distorsionando el costo del capital dará lugar a una mala asignación de crédito. Además, la naturaleza forzosa de la medida contribuirá a erosionar aún más el negocio y el sentimiento de inversión. El malhumor con el sector financiero hizo que el Merval perdiera 1,88%. Los bonos de la deuda mostraron comportamientos mixtos, pero volvieron a sobresalir los emitidos en dólares para hacerse de billetes. Rige incertidumbre total en el mercado.
¡Horror…! ¡Llamen al CEO de Barclays, que él sabe cómo arreglar estas cosas…!