Secretario general de Suteba, dice que la sociedad y la Presidenta deben revalorizar el rol de los docentes. Pide que se cumpla la ley y haya jornada completa en las escuelas.
Por Magdalena Ruiz Guiñazú
10/03/12 – 09:43
Reclamo. «El docente debe trabajar en un solo cargo, con no más de treinta alumnos y horas institucionales, y para eso debemos tener otro salario. Ni siquiera lo que reclamamos hoy. Con un solo cargo el docente jefe de hogar no puede vivir».
Cae la tarde tórrida y tormentosa sobre Buenos Aires y las conversaciones han retomado su curso entre los docentes y las autoridades provinciales.
Son muchas las circunstancias y realidades que se discuten. Es el primer paro de alcance nacional realizado por reclamos salariales desde 2003. Todo un desafío de los (aproximadamente) 608 mil maestros que no concurrieron a su trabajo.
En la antigua casona de la calle Piedras, Roberto Baradel, secretario general de Suteba (Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires) y secretario general de la CTA bonaerense, plantea también conceptos fundamentales en el campo de la educación.
—Hay un tema sobre el cual no se enfatiza lo suficiente –explica Baradel–. Estoy hablando de una educación de calidad. En estas fechas, cuando el debate se hace público, nosotros reclamamos no solamente por los salarios. Estamos tomando permanentemente iniciativas en cuanto a la formación docente, actualizarnos, generar jornadas internacionales y participar así de la marcha de la educación en el mundo y discutir acerca de las estrategias pedagógicas que deberíamos llevar a cabo en la Argentina.
—Ustedes le habían reclamado al Gobierno que no cerrara la negociación, ¿no es cierto?
—En el marco de un paro muy fuerte por la masividad y el acatamiento, en las últimas horas hemos planteado un impasse para posibilitar el diálogo y nos ha llegado la convocatoria del gobierno provincial. Esperamos entonces recibir una propuesta superadora que llevaremos a consideración de los docentes en asamblea. Por supuesto que cuando la propuesta es insuficiente la rechazamos sin consultarlo. Estamos dispuestos a buscar un punto de acuerdo en el marco del salario inicial, por el que reclamamos 3.100 pesos, pero también creemos que debe fortalecerse la escala salarial docente y no avanzar en determinadas sumas en negro. Esto debe ser así para que el aumento tenga la debida proporción entre un docente que recién se inicia y otro que tiene varios años de antigüedad. De no ser así se achata la escala salarial y distorsiona lo que es la carrera docente.
—Como ocurre en el interior del país, también en la provincia de Buenos Aires seguramente el docente debe suplir necesidades de la escuela no sólo referidas a la docencia… Intervenir en la comida de los chicos, ayudarlos en la tarea, a veces ser padres y llegar, incluso, a despiojarlos… En fin, la lista es larga.
—Sí, sí. Hay un cúmulo de actividades que cumplen los docentes en las escuelas. Son tareas diferentes pero con mucho compromiso. Hay una realidad muy compleja en el Conurbano bonaerense. Muchas veces, según los lugares y demás, yo creo que el Estado tiene que prestar mayor atención en cuanto al tema de los recursos con los que cuenta cada establecimiento educativo para poder realizar una inclusión de calidad como la que nosotros estamos planteando. Esto también ocurre en las escuelas rurales con este tipo de actividades que muchas veces incluye el acompañamiento a las familias en diferentes situaciones, la ayuda a los chicos en la tarea, los comedores… Nosotros por principio no tenemos estas obligaciones, pero por compromiso con los chicos creemos que debemos estar acompañando cuando el alumno come en la escuela al mediodía. Desde ya, esto se aplica al que cumple doble turno en esa escuela porque el que debe trasladarse a otra lógicamente no lo podrá realizar. Pues el comedor funciona a mediodía mientras que la merienda reforzada se realiza en horario de clase. Yo creo, incluso, que el tema de la educación es integral. El concepto de educar debe incluir, por ejemplo, los hábitos. Son cosas que tenemos que recuperar en la escuela. También las pautas culturales. Ahí acompañamos no solamente al chico sino tambien, en muchos casos, a las familias.
—Desde ya que la escuela urbana es diferente de la escuela rural.
—Son problemáticas distintas. En ciertos lugares, por ejemplo, la escuela urbana tiene superpoblación. ¡Algunas tienen 1.500 o 2.000 chicos! En estas escuelas se supera entonces la cantidad de treinta alumnos por curso y la situación se vuelve compleja cuando no cuentan con los espacios y el material necesario. Yo creo que en esos lugares se debería reducir la cantidad de alumnos. Es algo que estamos planteando.
—¿Cuántos alumnos tiene generalmente una maestra de grado?
—Por lo menos treinta alumnos. Y a veces más. Nosotros creemos que debería establecerse un promedio de 25 alumnos, sobre todo en algunos lugares donde la atención debe ser más personalizada. Es importante que el maestro pueda dedicarse más a los chicos. Por otra parte, pensamos que la tarea pedagógica y la centralidad que debe tener el director terminan siendo obstaculizadas cuando se le demandan otras tareas de tipo administrativo que requieren, por ejemplo, reuniones permanentes. Por eso también hay que plantearse, en el tema de una educación de calidad, cuáles son realmente las tareas que hay que priorizar dentro de la escuela para poder avanzar en el conocimiento.
—Creo que cualquiera que tenga contacto con una escuela advertirá que las maestras están, en muchos casos, sobrecargadas de tareas. Por eso nos llamó la atención la apreciación presidencial acerca de que “trabajan cuatro horas…”.
—Esto ha causado mucho malestar e indignación. Habíamos escuchado estas expresiones en ciertos políticos para justificar recortes de salario o falta de aumento. Nosotros estamos en las antípodas de políticas educativas que sostenían otros gobiernos. Nunca estuvimos de acuerdo con la Ley Federal de Educación que se derogó, porque tenía una concepción de escuela de tipo asistencialista y establecía una suerte de disciplinamiento social. Aquella ley federal del gobierno de Carlos Menem se aplicó en la provincia de Buenos Aires mientras Eduardo Duhalde era gobernador. Tengamos en cuenta que la Presidenta hace dos menciones que son muy importantes con respecto a la Ley Nacional de Educación y a la Ley de Financiamiento Edu
Por Magdalena Ruiz Guiñazú
10/03/12 – 09:43
Reclamo. «El docente debe trabajar en un solo cargo, con no más de treinta alumnos y horas institucionales, y para eso debemos tener otro salario. Ni siquiera lo que reclamamos hoy. Con un solo cargo el docente jefe de hogar no puede vivir».
Cae la tarde tórrida y tormentosa sobre Buenos Aires y las conversaciones han retomado su curso entre los docentes y las autoridades provinciales.
Son muchas las circunstancias y realidades que se discuten. Es el primer paro de alcance nacional realizado por reclamos salariales desde 2003. Todo un desafío de los (aproximadamente) 608 mil maestros que no concurrieron a su trabajo.
En la antigua casona de la calle Piedras, Roberto Baradel, secretario general de Suteba (Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires) y secretario general de la CTA bonaerense, plantea también conceptos fundamentales en el campo de la educación.
—Hay un tema sobre el cual no se enfatiza lo suficiente –explica Baradel–. Estoy hablando de una educación de calidad. En estas fechas, cuando el debate se hace público, nosotros reclamamos no solamente por los salarios. Estamos tomando permanentemente iniciativas en cuanto a la formación docente, actualizarnos, generar jornadas internacionales y participar así de la marcha de la educación en el mundo y discutir acerca de las estrategias pedagógicas que deberíamos llevar a cabo en la Argentina.
—Ustedes le habían reclamado al Gobierno que no cerrara la negociación, ¿no es cierto?
—En el marco de un paro muy fuerte por la masividad y el acatamiento, en las últimas horas hemos planteado un impasse para posibilitar el diálogo y nos ha llegado la convocatoria del gobierno provincial. Esperamos entonces recibir una propuesta superadora que llevaremos a consideración de los docentes en asamblea. Por supuesto que cuando la propuesta es insuficiente la rechazamos sin consultarlo. Estamos dispuestos a buscar un punto de acuerdo en el marco del salario inicial, por el que reclamamos 3.100 pesos, pero también creemos que debe fortalecerse la escala salarial docente y no avanzar en determinadas sumas en negro. Esto debe ser así para que el aumento tenga la debida proporción entre un docente que recién se inicia y otro que tiene varios años de antigüedad. De no ser así se achata la escala salarial y distorsiona lo que es la carrera docente.
—Como ocurre en el interior del país, también en la provincia de Buenos Aires seguramente el docente debe suplir necesidades de la escuela no sólo referidas a la docencia… Intervenir en la comida de los chicos, ayudarlos en la tarea, a veces ser padres y llegar, incluso, a despiojarlos… En fin, la lista es larga.
—Sí, sí. Hay un cúmulo de actividades que cumplen los docentes en las escuelas. Son tareas diferentes pero con mucho compromiso. Hay una realidad muy compleja en el Conurbano bonaerense. Muchas veces, según los lugares y demás, yo creo que el Estado tiene que prestar mayor atención en cuanto al tema de los recursos con los que cuenta cada establecimiento educativo para poder realizar una inclusión de calidad como la que nosotros estamos planteando. Esto también ocurre en las escuelas rurales con este tipo de actividades que muchas veces incluye el acompañamiento a las familias en diferentes situaciones, la ayuda a los chicos en la tarea, los comedores… Nosotros por principio no tenemos estas obligaciones, pero por compromiso con los chicos creemos que debemos estar acompañando cuando el alumno come en la escuela al mediodía. Desde ya, esto se aplica al que cumple doble turno en esa escuela porque el que debe trasladarse a otra lógicamente no lo podrá realizar. Pues el comedor funciona a mediodía mientras que la merienda reforzada se realiza en horario de clase. Yo creo, incluso, que el tema de la educación es integral. El concepto de educar debe incluir, por ejemplo, los hábitos. Son cosas que tenemos que recuperar en la escuela. También las pautas culturales. Ahí acompañamos no solamente al chico sino tambien, en muchos casos, a las familias.
—Desde ya que la escuela urbana es diferente de la escuela rural.
—Son problemáticas distintas. En ciertos lugares, por ejemplo, la escuela urbana tiene superpoblación. ¡Algunas tienen 1.500 o 2.000 chicos! En estas escuelas se supera entonces la cantidad de treinta alumnos por curso y la situación se vuelve compleja cuando no cuentan con los espacios y el material necesario. Yo creo que en esos lugares se debería reducir la cantidad de alumnos. Es algo que estamos planteando.
—¿Cuántos alumnos tiene generalmente una maestra de grado?
—Por lo menos treinta alumnos. Y a veces más. Nosotros creemos que debería establecerse un promedio de 25 alumnos, sobre todo en algunos lugares donde la atención debe ser más personalizada. Es importante que el maestro pueda dedicarse más a los chicos. Por otra parte, pensamos que la tarea pedagógica y la centralidad que debe tener el director terminan siendo obstaculizadas cuando se le demandan otras tareas de tipo administrativo que requieren, por ejemplo, reuniones permanentes. Por eso también hay que plantearse, en el tema de una educación de calidad, cuáles son realmente las tareas que hay que priorizar dentro de la escuela para poder avanzar en el conocimiento.
—Creo que cualquiera que tenga contacto con una escuela advertirá que las maestras están, en muchos casos, sobrecargadas de tareas. Por eso nos llamó la atención la apreciación presidencial acerca de que “trabajan cuatro horas…”.
—Esto ha causado mucho malestar e indignación. Habíamos escuchado estas expresiones en ciertos políticos para justificar recortes de salario o falta de aumento. Nosotros estamos en las antípodas de políticas educativas que sostenían otros gobiernos. Nunca estuvimos de acuerdo con la Ley Federal de Educación que se derogó, porque tenía una concepción de escuela de tipo asistencialista y establecía una suerte de disciplinamiento social. Aquella ley federal del gobierno de Carlos Menem se aplicó en la provincia de Buenos Aires mientras Eduardo Duhalde era gobernador. Tengamos en cuenta que la Presidenta hace dos menciones que son muy importantes con respecto a la Ley Nacional de Educación y a la Ley de Financiamiento Edu