El ministro de Ciencia, Lino Barañao, defendió hoy la política de asignación de becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que apunta, explicó, a «establecer un reparto equitativo de las distintas disciplinas en las distintas provincias del país».
Al ser consultado en Radio Mitre sobre un recorte de becas en el instituto, el funcionario afirmó que éstas “tienen plazo de finalización y concursos” y aseguró que “no se ha discontinuado a nadie una relación de dependencia”. Sostuvo que “no hubo reducción” de las becas, sino una “redistribución con un sentido federal, por la que algunas disciplinas han visto restringidos sus cupos históricos a favor de gente de otras provincias”.
Destacó que hay alrededor de 5.500 becas y que “el Conicet tiene una pauta de crecimiento de la planta de investigadores de un 10% anual, lo que es bastante ambicioso comparado con otros países”.
“El Estado se está haciendo cargo del doctorado porque es su función formar profesionales que sean capaces de procesar información”, dijo y explicó que el Conicet tiene como objetivo especifico “formar recursos humanos para la investigación en todos los otros organismos, a través de becas a graduados universitarios que tienen un período máximo de duración de 5 años”.
Precisó que, «en los últimos años, como la planta estaba bastante envejecida, entraron más investigadores que en otros años, pero esto ya se ha corregido y por lo tanto se volvió a los índices normales, de 600 ingresantes anuales».
“El problema es que hay áreas que están densamente representadas, como Ciencias Médicas, y en particular en la Capital Federal”, indicó el ministro y señaló que hace un tiempo “se empezó a implementar un reparto equitativo de las distintas disciplinas –con un 25% a cada una de ellas-, y esto hizo que un número de investigadores no obtuvieran una beca postdoctoral en este último concurso”.
Barañao subrayó que, “para corregir esto, hace una semana se adicionaron 111 becas, que van a permitir a muchos de estos becarios tener un año más para completar su formación o insertarse en otra institución”.
El funcionario remarcó, entonces, que hay un “reclamo injusitificado” que apunta a que todo aquel que tenga buenas calificaciones en el doctorado entre automáticamente al Conicet.
“Los investigadores de Ciencias Médicas que están en Capital, están en las mejores instituciones y tienen las máximas calificaciones”, expresó Barañao, y advirtió que, “si respetamos sólo las calificaciones, alguien que se presenta de San Luis o Santiago del Estero jamás va a tener chances y esto agrava la situación de asimetría”.
Explicó que “hay tres instancias de decisión: la comisión asesora, las juntas de calificaciones y, finalmente, el directorio, integrado por investigadores elegidos democráticamente en todo el país”.
“La asignación se da tanto por la calidad científica como por la distribución federal”, enfatizó el titular de la cartera científica y aseguró que esa es “una decisión política que implementamos y defendemos”.
Al ser consultado en Radio Mitre sobre un recorte de becas en el instituto, el funcionario afirmó que éstas “tienen plazo de finalización y concursos” y aseguró que “no se ha discontinuado a nadie una relación de dependencia”. Sostuvo que “no hubo reducción” de las becas, sino una “redistribución con un sentido federal, por la que algunas disciplinas han visto restringidos sus cupos históricos a favor de gente de otras provincias”.
Destacó que hay alrededor de 5.500 becas y que “el Conicet tiene una pauta de crecimiento de la planta de investigadores de un 10% anual, lo que es bastante ambicioso comparado con otros países”.
“El Estado se está haciendo cargo del doctorado porque es su función formar profesionales que sean capaces de procesar información”, dijo y explicó que el Conicet tiene como objetivo especifico “formar recursos humanos para la investigación en todos los otros organismos, a través de becas a graduados universitarios que tienen un período máximo de duración de 5 años”.
Precisó que, «en los últimos años, como la planta estaba bastante envejecida, entraron más investigadores que en otros años, pero esto ya se ha corregido y por lo tanto se volvió a los índices normales, de 600 ingresantes anuales».
“El problema es que hay áreas que están densamente representadas, como Ciencias Médicas, y en particular en la Capital Federal”, indicó el ministro y señaló que hace un tiempo “se empezó a implementar un reparto equitativo de las distintas disciplinas –con un 25% a cada una de ellas-, y esto hizo que un número de investigadores no obtuvieran una beca postdoctoral en este último concurso”.
Barañao subrayó que, “para corregir esto, hace una semana se adicionaron 111 becas, que van a permitir a muchos de estos becarios tener un año más para completar su formación o insertarse en otra institución”.
El funcionario remarcó, entonces, que hay un “reclamo injusitificado” que apunta a que todo aquel que tenga buenas calificaciones en el doctorado entre automáticamente al Conicet.
“Los investigadores de Ciencias Médicas que están en Capital, están en las mejores instituciones y tienen las máximas calificaciones”, expresó Barañao, y advirtió que, “si respetamos sólo las calificaciones, alguien que se presenta de San Luis o Santiago del Estero jamás va a tener chances y esto agrava la situación de asimetría”.
Explicó que “hay tres instancias de decisión: la comisión asesora, las juntas de calificaciones y, finalmente, el directorio, integrado por investigadores elegidos democráticamente en todo el país”.
“La asignación se da tanto por la calidad científica como por la distribución federal”, enfatizó el titular de la cartera científica y aseguró que esa es “una decisión política que implementamos y defendemos”.
Es patético este señor Barañao, siguen sin entender nada.
¿Federalismo cinetífico? claro, como si a la Argentina le sobraran recursos materiales y humanos.
Es típico, cada vez que se quiere «federalizar» algo en Argentina resulta un desastre, ya sea la salud, la educación o los recusrsos naturales.
Que los funcionarios dejen de destruir el país, por favor.
Esto vendría a ser positive discrimination, sólo que en vez de con minorías raciales, se hace con tucumanos.