Barbara Fritzes la decana del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín. Doctora en economía, fue asesora de laConferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, según sus siglas en inglés), ha sido consultora de los gobiernos de Ecuador y Brasil, donde además suele viajar para dar clases. Vinculada con laFundación Heinrich Böll, del partido alemán Los Verdes, también investiga la experiencia de los microcréditos.
Pregunta: ¿Qué temas está investigando en la actualidad?
Respuesta: -América Latina casi siempre tiene un plato lleno de temas relevantes y calientes, y es una región que sirve de ejemplo para otras.Hoy en día estoy estudiando los controles de capitales, como una medida de mercados emergentes para protegerse ante la oleada de capitales de los países avanzados. Es uno de los temas calientes de la estructura financiera internacional actual. Hay un flujo financiero muy fuerte que tiene la capacidad de desestabilizar mercados emergentes, especialmente a Brasil, que desde 2010 y 2011 fue afectado seriamente y por eso adoptó medidas para el control del flujo de capitales. Son experiencias para analizar. ¿Han sido efectivas? ¿Necesitaríamos medidas coherentes globales, especialmente de los países más avanzados?
P: -¿Algún otro tema más?
R: -Analizo las experiencias de crisis financieras de América Latina para ver cuál de estas experiencias tomar en cuenta en la zona del euro. Hay dos aspectos relevantes. Uno es la distinción entre crisis de liquidez y crisis de solvencia. ¿Qué distingue al FMI (Fondo Monetario Internacional) después de la crisis de Argentina (2001/2002)? El FMI dejó muy en claro que ante la crisis de solvencia la política de un fondo prestador de liquidez externa, como él, era no dar más liquidez, pero la reducción del peso de la deuda sería la lección que organismos multilaterales como el BCE (Banco Central Europeo) y el FMI deberían haber tomado con Grecia a partir de 2010. Además, las crisis de liquidez debe tratarse rápidamente con una provisión rápida de liquidez para prevenir que la crisis de liquidez se convierta en crisis de solvencia, que sería el caso de España, país con el que la provisión de fondos del BCE, la Unión Europea y el FMI debería haber sido mucho más rápida. Son lecciones latinoamericanas que no fueron tomadas en el caso de la eurozona.
P: -No se puede aburrir con tantos temas.
R: -Y hay un tercero: América Latina es el único continente donde la desigualdad disminuyó en la última década, en contraste con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, integrada por los países ricos, México y Chile) y Asia, donde aumentó. Estamos estudiando por qué, cómo llegaron los países a reducirla y hasta qué punto esta reducción continuará. Una de las conclusiones es que fue por una mezcla de fuerzas de mercado ypolíticas activas, políticas sociales, como la subida del sueldo básico. Pero en parte se creció por la exportación de materias primas. Segundo, parece que muchos efectos de la reducción de la desigualdad fueron temporarios. Brasil aumento la cobertura de la política social, aumentó el sueldo básico. Esto tuvo efectos temporarios muy relevantes, pero eses efectos están terminándose. No se puede lograr una mayor reducción de la desigualdad con esas políticas. Entonces la reducción de la desigualdad ha sido bastante limitada porque no ha habido un aumento de la oferta de bienes públicos, como la salud, el transporte y la seguridad. Entonces hay una reducción fragmentada de la desigualdad.
P: ¿Qué hay que hacer para seguir reduciendo la inequidad?
R: -Eso tiene que ver con cómo veo a Latinoamérica. Las desigualdades son muy profundas, mucho más altas que en resto del mundo. El nivel histórico casi siempre fue muy alto, con variaciones altas entre Uruguay, casi con un nivel europeo, y Brasil, extremadamente desigual. El motor del crecimiento, especialmente en América del Sur fue la exportación de materias primas. Este es un tipo de inserción internacional que no tiene un efecto en el mercado laboral tan profundo y estable como el de la producción de bienes de consumo o intermedios. La intensidad tecnológica y laboral es mucho menor. Al haber efectos reducidos de la exportación, entonces el efecto de la redistribución de la renda depende más de los servicios, que crea empleos más flojos, menos estables, más informales. Las políticas sociales son otro factor importante ante el problema de la desigualdad.En casi todos los países los ingresos fisca son muy bajos, salvo excepciones, y dependen más de impuestos regresivos. El impuesto a la renta no juega casi ningún papel, ha habido un aumento del peso del IVA en la recaudación, y el IVA tiene consecuencias regresivas porque los pobres consumen una mayor parte de sus ingresos que los ricos. El sistema tributario no recauda mucho y no hay mucho para redistribuir.Del lado del gasto tenemos sistemas de salud y jubilaciones con trazos regresivos en muchos países. Por ejemplo, se financia una universidad pública de alta calidad, pero para ingresar a ella se requiere una buena educación primaria y secundaria que suele encontrarse en los colegios privados. Es perverso. Los de menor calidad de escuela secundaria deben ir a universidades privadas. Lo nuevo ha sido la innovación en política social, casi en general, con transferencias de renta condicionadas (a la asistencia a la escuela y a controles médicos), que contribuyen especialmente a la reducción de la pobreza extrema, como en Argentina, Brasil y México. Estos programas han tenido un grado de cobertura mucho mayor que otros programas sociales anteriores, pero pueden cambiar si hay cambios políticos. Y los montos son muy bajos en términos relativos. El plan Bolsa Familia de Brasil no cuesta más de 3% del presupuesto del Estado. Eso es muy bajo para el mayor programa de combate a la pobreza. La cantidad en euros es baja, como 50 por mes. Trae impacto en el consumo, pero no cambios extremadamente significativos. En la educación hay un acceso mayor al sistema, pero no siempre hay programa públicos con buena calidad. Lo mismo sucede con la salud: hay sistemas bastante frágiles y el sector privado ofrece una calidad mucho mayor. En la medida en que pueden, los trabajadores complementan o sustituyen la salud pública por la privada.
P: -En algunos países, los sectores conservadores cuestionan las transferencias de dinero a los pobres.
R: -Son una revolución para la mayoría de los países latinoamericanos, sobre todo en países con elites conservadoras no ligadas a esas políticas. Siempre había habido programas sociales, pero excepcionales, puntuales. Este tipo de críticas conservadoras muestra que estas políticas funcionan. En América Latina no hay tradición de transferencias globales, siempre ha habido a ciertos grupos sociales, pero no a los pobres. El criterio para recibirlo no era el ingreso sino ser trabajador urbano, y no campesino, como sucedía en Argentina.
P: -En Alemania hay ayudas sociales…
R: -Aquí tuvimos también esas discusiones. La reacción conservadora fue que estábamos sustentando a gente que va al desempleo en vez de trabajar por poco dinero. Es un discurso que podemos encontrar en todos lados. Pero en América Latina hay mucho repudio a la desigualdad, se lo ve como una vergüenza para una sociedad moderna, como que no pueden darse el lujo de tener una pobreza absurda y que grita.Hay gente que vota a favor de las políticas de redistribución. La democracia ha dado espacio a estas políticas.
P: -Algunos empleadores se quejan porque ya no pueden pagar salarios tan bajos. Deben pagar más que lo que los trabajadores reciben como subvención.
R: -El coste de vida de las clases media y alta sube.En Brasil hay una nueva ley de servicio doméstico y hubo gritos fuertes contra la subida de costes. Es un país con una fuerte tradición de esclavismo.
P: -Cuando en Alemania le preguntan por Latinoamérica, ¿qué contesta?
R: -Está bastante mejor que en los 80 y 90, que fueron épocas muy complicada América Latina. Está mejor la economía y la política.Pero de ahí a hablar de nuevos tigres… ¿A México cómo le llaman?
P: -Tigre azteca.
R: -Siempre la publicidad inventa esas expresiones. Comparado con el pasado, Latinoamérica está bastante mejor, pero si comparamos con Asia, especialmente con China, la región está en un lugar no muy ventajoso. El patrón del comercio exterior de América Latina se convirtió de forma muy agresiva en el de proveedor de productos primarios a Asia. Importan manufacturas desde China. Su nivel de competitividad interna está debajo del de China, que es el centro más dinámico de la economía global. Latinoamérica pierde cada día más competitividad, lo que es un problema enorme, por la volatilidad de los ingresos de las exportaciones, que se ha incrementado mucho. De la relación centro periferia ahora pasamos a la relación Sur-Sur.Es preocupante porque el motor de la economía es China, mientras América Latina está cada vez más en una situación vulnerable, no consigue aumentar la productividad frente a otros países en desarrollo. Esto puede ser compensado en parte con mayor comercio intrarregional, que por ahora no es muy alto, es de entre el 20% y el 25%, pero en este comercio se intercambian bienes de más intensidad tecnológica, semimanufacturas y manufacturas. No en todos los casos: Bolivia exporta gas a sus vecinos, pero Argentina, Brasil y Uruguay exportan otras exportaciones no tradicionales a sus vecinos. Pero esta alternativa está limitada por las orientaciones diversas que adoptan los países de la egión: México está integrado con EE UU y listo; Venezuela y Bolivia tienen estrategias de redistribución interna y exportación de materias primas, pero no una estrategia de industrialización, mientras Brasil intenta hacer una mezcla de manufacturas industriales, relaciones con los vecinos y exportación de muchas materias primas. No hay una dinámica unilateral de los países en cuanto a la cooperación que puede fortalecer la integración regional, pero esto puede cambiar.
P: -¿Y qué opina de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile), que por estos días se promueve como motor del crecimiento latinoamericano?
R: -La estrategia de esa alianza es mucho más juntar más poder de negociación frente a China y cambiar un poco el flujo y el contenido del comercio con China que realmente integrarse entre esos países.
Pregunta: ¿Qué temas está investigando en la actualidad?
Respuesta: -América Latina casi siempre tiene un plato lleno de temas relevantes y calientes, y es una región que sirve de ejemplo para otras.Hoy en día estoy estudiando los controles de capitales, como una medida de mercados emergentes para protegerse ante la oleada de capitales de los países avanzados. Es uno de los temas calientes de la estructura financiera internacional actual. Hay un flujo financiero muy fuerte que tiene la capacidad de desestabilizar mercados emergentes, especialmente a Brasil, que desde 2010 y 2011 fue afectado seriamente y por eso adoptó medidas para el control del flujo de capitales. Son experiencias para analizar. ¿Han sido efectivas? ¿Necesitaríamos medidas coherentes globales, especialmente de los países más avanzados?
P: -¿Algún otro tema más?
R: -Analizo las experiencias de crisis financieras de América Latina para ver cuál de estas experiencias tomar en cuenta en la zona del euro. Hay dos aspectos relevantes. Uno es la distinción entre crisis de liquidez y crisis de solvencia. ¿Qué distingue al FMI (Fondo Monetario Internacional) después de la crisis de Argentina (2001/2002)? El FMI dejó muy en claro que ante la crisis de solvencia la política de un fondo prestador de liquidez externa, como él, era no dar más liquidez, pero la reducción del peso de la deuda sería la lección que organismos multilaterales como el BCE (Banco Central Europeo) y el FMI deberían haber tomado con Grecia a partir de 2010. Además, las crisis de liquidez debe tratarse rápidamente con una provisión rápida de liquidez para prevenir que la crisis de liquidez se convierta en crisis de solvencia, que sería el caso de España, país con el que la provisión de fondos del BCE, la Unión Europea y el FMI debería haber sido mucho más rápida. Son lecciones latinoamericanas que no fueron tomadas en el caso de la eurozona.
P: -No se puede aburrir con tantos temas.
R: -Y hay un tercero: América Latina es el único continente donde la desigualdad disminuyó en la última década, en contraste con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, integrada por los países ricos, México y Chile) y Asia, donde aumentó. Estamos estudiando por qué, cómo llegaron los países a reducirla y hasta qué punto esta reducción continuará. Una de las conclusiones es que fue por una mezcla de fuerzas de mercado ypolíticas activas, políticas sociales, como la subida del sueldo básico. Pero en parte se creció por la exportación de materias primas. Segundo, parece que muchos efectos de la reducción de la desigualdad fueron temporarios. Brasil aumento la cobertura de la política social, aumentó el sueldo básico. Esto tuvo efectos temporarios muy relevantes, pero eses efectos están terminándose. No se puede lograr una mayor reducción de la desigualdad con esas políticas. Entonces la reducción de la desigualdad ha sido bastante limitada porque no ha habido un aumento de la oferta de bienes públicos, como la salud, el transporte y la seguridad. Entonces hay una reducción fragmentada de la desigualdad.
P: ¿Qué hay que hacer para seguir reduciendo la inequidad?
R: -Eso tiene que ver con cómo veo a Latinoamérica. Las desigualdades son muy profundas, mucho más altas que en resto del mundo. El nivel histórico casi siempre fue muy alto, con variaciones altas entre Uruguay, casi con un nivel europeo, y Brasil, extremadamente desigual. El motor del crecimiento, especialmente en América del Sur fue la exportación de materias primas. Este es un tipo de inserción internacional que no tiene un efecto en el mercado laboral tan profundo y estable como el de la producción de bienes de consumo o intermedios. La intensidad tecnológica y laboral es mucho menor. Al haber efectos reducidos de la exportación, entonces el efecto de la redistribución de la renda depende más de los servicios, que crea empleos más flojos, menos estables, más informales. Las políticas sociales son otro factor importante ante el problema de la desigualdad.En casi todos los países los ingresos fisca son muy bajos, salvo excepciones, y dependen más de impuestos regresivos. El impuesto a la renta no juega casi ningún papel, ha habido un aumento del peso del IVA en la recaudación, y el IVA tiene consecuencias regresivas porque los pobres consumen una mayor parte de sus ingresos que los ricos. El sistema tributario no recauda mucho y no hay mucho para redistribuir.Del lado del gasto tenemos sistemas de salud y jubilaciones con trazos regresivos en muchos países. Por ejemplo, se financia una universidad pública de alta calidad, pero para ingresar a ella se requiere una buena educación primaria y secundaria que suele encontrarse en los colegios privados. Es perverso. Los de menor calidad de escuela secundaria deben ir a universidades privadas. Lo nuevo ha sido la innovación en política social, casi en general, con transferencias de renta condicionadas (a la asistencia a la escuela y a controles médicos), que contribuyen especialmente a la reducción de la pobreza extrema, como en Argentina, Brasil y México. Estos programas han tenido un grado de cobertura mucho mayor que otros programas sociales anteriores, pero pueden cambiar si hay cambios políticos. Y los montos son muy bajos en términos relativos. El plan Bolsa Familia de Brasil no cuesta más de 3% del presupuesto del Estado. Eso es muy bajo para el mayor programa de combate a la pobreza. La cantidad en euros es baja, como 50 por mes. Trae impacto en el consumo, pero no cambios extremadamente significativos. En la educación hay un acceso mayor al sistema, pero no siempre hay programa públicos con buena calidad. Lo mismo sucede con la salud: hay sistemas bastante frágiles y el sector privado ofrece una calidad mucho mayor. En la medida en que pueden, los trabajadores complementan o sustituyen la salud pública por la privada.
P: -En algunos países, los sectores conservadores cuestionan las transferencias de dinero a los pobres.
R: -Son una revolución para la mayoría de los países latinoamericanos, sobre todo en países con elites conservadoras no ligadas a esas políticas. Siempre había habido programas sociales, pero excepcionales, puntuales. Este tipo de críticas conservadoras muestra que estas políticas funcionan. En América Latina no hay tradición de transferencias globales, siempre ha habido a ciertos grupos sociales, pero no a los pobres. El criterio para recibirlo no era el ingreso sino ser trabajador urbano, y no campesino, como sucedía en Argentina.
P: -En Alemania hay ayudas sociales…
R: -Aquí tuvimos también esas discusiones. La reacción conservadora fue que estábamos sustentando a gente que va al desempleo en vez de trabajar por poco dinero. Es un discurso que podemos encontrar en todos lados. Pero en América Latina hay mucho repudio a la desigualdad, se lo ve como una vergüenza para una sociedad moderna, como que no pueden darse el lujo de tener una pobreza absurda y que grita.Hay gente que vota a favor de las políticas de redistribución. La democracia ha dado espacio a estas políticas.
P: -Algunos empleadores se quejan porque ya no pueden pagar salarios tan bajos. Deben pagar más que lo que los trabajadores reciben como subvención.
R: -El coste de vida de las clases media y alta sube.En Brasil hay una nueva ley de servicio doméstico y hubo gritos fuertes contra la subida de costes. Es un país con una fuerte tradición de esclavismo.
P: -Cuando en Alemania le preguntan por Latinoamérica, ¿qué contesta?
R: -Está bastante mejor que en los 80 y 90, que fueron épocas muy complicada América Latina. Está mejor la economía y la política.Pero de ahí a hablar de nuevos tigres… ¿A México cómo le llaman?
P: -Tigre azteca.
R: -Siempre la publicidad inventa esas expresiones. Comparado con el pasado, Latinoamérica está bastante mejor, pero si comparamos con Asia, especialmente con China, la región está en un lugar no muy ventajoso. El patrón del comercio exterior de América Latina se convirtió de forma muy agresiva en el de proveedor de productos primarios a Asia. Importan manufacturas desde China. Su nivel de competitividad interna está debajo del de China, que es el centro más dinámico de la economía global. Latinoamérica pierde cada día más competitividad, lo que es un problema enorme, por la volatilidad de los ingresos de las exportaciones, que se ha incrementado mucho. De la relación centro periferia ahora pasamos a la relación Sur-Sur.Es preocupante porque el motor de la economía es China, mientras América Latina está cada vez más en una situación vulnerable, no consigue aumentar la productividad frente a otros países en desarrollo. Esto puede ser compensado en parte con mayor comercio intrarregional, que por ahora no es muy alto, es de entre el 20% y el 25%, pero en este comercio se intercambian bienes de más intensidad tecnológica, semimanufacturas y manufacturas. No en todos los casos: Bolivia exporta gas a sus vecinos, pero Argentina, Brasil y Uruguay exportan otras exportaciones no tradicionales a sus vecinos. Pero esta alternativa está limitada por las orientaciones diversas que adoptan los países de la egión: México está integrado con EE UU y listo; Venezuela y Bolivia tienen estrategias de redistribución interna y exportación de materias primas, pero no una estrategia de industrialización, mientras Brasil intenta hacer una mezcla de manufacturas industriales, relaciones con los vecinos y exportación de muchas materias primas. No hay una dinámica unilateral de los países en cuanto a la cooperación que puede fortalecer la integración regional, pero esto puede cambiar.
P: -¿Y qué opina de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile), que por estos días se promueve como motor del crecimiento latinoamericano?
R: -La estrategia de esa alianza es mucho más juntar más poder de negociación frente a China y cambiar un poco el flujo y el contenido del comercio con China que realmente integrarse entre esos países.