En su paso por Córdoba, la segunda escala del “cierre federal de campaña”, el candidato del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, dijo que el próximo domingo se elige entre dos opciones: “ Este modelo o el verdadero cambio progresista que propone diálogo, participación, solidaridad y transparencia ”.
Ayer también el socialista emprendió contra las políticas oficiales para combatir el aumento de precios. Reclamó al gobierno nacional “reconocer” que la Argentina será afectada por la crisis económica mundial y advirtió en una entrevista con DyN que, para controlar la inflación, “los empresarios deberán ganar menos” y los trabajadores “no” pedir subas salariale s para tratar de “pasar este momento”.
El acto de cierre cordobés del FAP, que se realizó en un desbordado Teatro Real, estuvo encabezado por Binner, pero la figura convocante fue Luis Juez, quien jugó de local e instó a “cuidar las boletas, porque la gente todavía no votó. Queremos que el domingo decidan los argentinos, no los encuestadores y los comunicadores pagos por el poder”.
Ni bien comenzó su discurso de 23 minutos, el gobernador santafesino y candidato presidencial se animó a romper el molde: cuando una militante le gritó desde el fondo “¡Vamos Binner!”, le respondió “¡Vamos!” y el teatro le festejó el guiño.
En su paso por Córdoba, el candidato del FAP rescató la Reforma Universitaria de 1918 “que nos posibilitó obtener un título universitario, en mi caso de médico”; destacó la vida de “ese monumento a la honestidad como Arturo Illia” y “al luchador de las causas de los trabajadores, Agustín Tosco”, líder del Cordobazo de 1969.
El santafesino aprovechó que la fórmula del FAP está integrada junto a la senadora cordobesa Norma Morandini, para decir que “ está fórmula federal va a trabajar para que los derechos de los habitantes se conviertan en los derechos de los ciudadanos ”. Y ahí nomás le pegó al centralismo de la Casa Rosada: “Las soluciones del país no van a llegar desde el puerto de Buenos Aires, sino de pueblo adentro, donde se trabaja todo el día para hacer la Argentina en celeste y blanco que necesitamos”.
Con los números en la mano que le acercaron los equipos técnicos, muchos de ellos ligados a la CTA, Binner cuestionó las cifras oficiales: “Estamos atentos al precio internacional de la soja, o a la devaluación en Brasil del real. Pero los números que nos interesan son los números sociales: en un país de 40 millones de habitantes, 10 millones son pobres y 5 millones son nenes. Tenemos un déficit de tres millones de viviendas; y el 40% de los trabajadores está en negro sin poder acceder a los beneficios de la seguridad social”.
Otra estocada al Gobierno nacional fue cuando dijo: “Falta confianza en el país. Todos los meses se iban USD 2.000 millones y en septiembre se fueron USD 3.900 millones. Evidentemente nuestra economía no está blindada”.
El cierre con el pegadizo jingle “Es tiempo de pasar al Frente” mostró a un Binner desacartonado bailando con Norma Morandini, abrazado a Juez y tarareando el estribillo, mientras el teatro lo aplaudía de pie.
Los “cierres federales” del FAP siguen hoy con un acto en el Parque Atenas de La Plata; mañana en el porteño Miniestadio de Ferro y el cierre definitivo el jueves en Rosario, el bastón socialista.
Ayer también el socialista emprendió contra las políticas oficiales para combatir el aumento de precios. Reclamó al gobierno nacional “reconocer” que la Argentina será afectada por la crisis económica mundial y advirtió en una entrevista con DyN que, para controlar la inflación, “los empresarios deberán ganar menos” y los trabajadores “no” pedir subas salariale s para tratar de “pasar este momento”.
El acto de cierre cordobés del FAP, que se realizó en un desbordado Teatro Real, estuvo encabezado por Binner, pero la figura convocante fue Luis Juez, quien jugó de local e instó a “cuidar las boletas, porque la gente todavía no votó. Queremos que el domingo decidan los argentinos, no los encuestadores y los comunicadores pagos por el poder”.
Ni bien comenzó su discurso de 23 minutos, el gobernador santafesino y candidato presidencial se animó a romper el molde: cuando una militante le gritó desde el fondo “¡Vamos Binner!”, le respondió “¡Vamos!” y el teatro le festejó el guiño.
En su paso por Córdoba, el candidato del FAP rescató la Reforma Universitaria de 1918 “que nos posibilitó obtener un título universitario, en mi caso de médico”; destacó la vida de “ese monumento a la honestidad como Arturo Illia” y “al luchador de las causas de los trabajadores, Agustín Tosco”, líder del Cordobazo de 1969.
El santafesino aprovechó que la fórmula del FAP está integrada junto a la senadora cordobesa Norma Morandini, para decir que “ está fórmula federal va a trabajar para que los derechos de los habitantes se conviertan en los derechos de los ciudadanos ”. Y ahí nomás le pegó al centralismo de la Casa Rosada: “Las soluciones del país no van a llegar desde el puerto de Buenos Aires, sino de pueblo adentro, donde se trabaja todo el día para hacer la Argentina en celeste y blanco que necesitamos”.
Con los números en la mano que le acercaron los equipos técnicos, muchos de ellos ligados a la CTA, Binner cuestionó las cifras oficiales: “Estamos atentos al precio internacional de la soja, o a la devaluación en Brasil del real. Pero los números que nos interesan son los números sociales: en un país de 40 millones de habitantes, 10 millones son pobres y 5 millones son nenes. Tenemos un déficit de tres millones de viviendas; y el 40% de los trabajadores está en negro sin poder acceder a los beneficios de la seguridad social”.
Otra estocada al Gobierno nacional fue cuando dijo: “Falta confianza en el país. Todos los meses se iban USD 2.000 millones y en septiembre se fueron USD 3.900 millones. Evidentemente nuestra economía no está blindada”.
El cierre con el pegadizo jingle “Es tiempo de pasar al Frente” mostró a un Binner desacartonado bailando con Norma Morandini, abrazado a Juez y tarareando el estribillo, mientras el teatro lo aplaudía de pie.
Los “cierres federales” del FAP siguen hoy con un acto en el Parque Atenas de La Plata; mañana en el porteño Miniestadio de Ferro y el cierre definitivo el jueves en Rosario, el bastón socialista.