Blaustein: «Me preocupa que se pierdan espacios interesantes que generó el kirchnerismo»

Entrevista con el periodista Eduardo Blaustein. «Desde los medios y los partidos opositores intentan instalar la idea de un fin de ciclo K».
Por Enrique de la Calle y Nicolás Bondarovsky
AGENCIA PACO URONDO: La idea es hablar de la nota que publicó en el blog “Arte política” y en la que propone discutir el «pos-kirchnerismo desde el kirchnerismo» ¿Puede resumir su planteo?
Eduardo Blaustein: Prefiero someterme a preguntas porque si no la digresión puede ser infinita. Haciendo una pequeña síntesis: a mí, desde cierta cercanía al kirchnerismo, me preocupa mucho, no tanto el escenario inmediato de las próximas legislativas que son más previsibles, sino la necesidad de ver cómo se preservan los espacios más interesantes que generó el kirchnerismo. Estos espacios que tienen que ver con algún viejo setentismo interesante que obviamente no tiene que ver con las cosas más sectarias y más violentas de los 70.
Pienso en la voluntad transformadora, la enorme fertilidad en la creación de agrupaciones, la participación juvenil, la participación de legisladores y dirigentes que me parece muy interesante. Me preocupa que ante un eventual debilitamiento del kirchnerismo (que no creo que sea seguro que suceda) empiece a haber fuga y que se produzca lo que he conocido en millones de experiencias políticas, es decir, las particiones y divisiones que hubo en todos los frentes de izquierda y centro-izquierda. Si en 2015 el kirchnerismo pierde las elecciones ése riesgo existe porque no hay una orgánica en el kirchnerismo (como no la hay en ninguna otra fuerza).
APU: En el texto gira sobre la idea de «fin de ciclo».
EB: La idea de fin de ciclo la uso un poco irónicamente. Aludo a esa idea instalada desde el establishment conservador. Desde los medios y los partidos opositores intentan instalar esa idea, priorizarla y darla por hecha como lo hicieron en el 2009. Más allá de eso, creo que el kirchnerismo debería pensar ése escenario. Quisiera evitar una especie de diáspora peligrosa, con la cual, se perdería la emergencia más interesante que ha dado la política argentina desde 1973.
APU: A riesgo de hacer futurología. Ante la posibilidad que en el 2015 sea el peronismo quien continúe gobernando, en cualquiera de sus versiones (massismo, sciolismo u otra): ¿Vislumbra un kirchnerismo como corriente interna de ese peronismo? ¿Le interesa esa opción? Otra posibilidad pasa por la experiencia del FREPASO y su decisión de romper con el peronismo gobernante en los 90.
EB: No la tengo clara, no me gusta tirar certezas que no tengo. Me parece que el riesgo de que venga algún otro tipo de peronismo más conservador está claro y que parte de los actores del kirchnerismo podrían jugar en ese mismo sistema peronista de representación. Acá también late la idea de que el peronismo es más un sistema, una complejísima red de poder que una ideología. Y acá, me parece que es muy importante lo que tenga en la cabeza la propia presidenta. Por eso en el artículo cité lo que dijo Cristina: que en los 90 ellos decidieron resistir desde adentro, no irse.
APU: En el artículo hace referencia a los medios kirchnerista. ¿Qué va a pasar con ellos?
EB: Empezando por lo que son los medios periodísticos en los espacios estatales, van a desaparecer de la noche a la mañana. Es bastante complicado hablar de todo esto, faltan dos años, siempre decimos que dos años es mucho pero también son poquísimos, entonces, no sabemos si es Massa, si es Scioli, o puede ser otro. A Scioli lo conocemos más. En el caso de que sea Massa, da la sensación de que juega callado y juega recostado en las corporaciones, no sé si es una cosa tan conservadora como el kirchnerismo oficial presume.
Después está lo que la derecha llama los medios paraestatales, que son una gama que incluye distintas cosas. El grupo de Cristóbal López seguramente se va a reacomodar, grupos como Vila-Manzano que jugaron con algún cuidado en los últimos años, incluso, haciendo lobby con el Gobierno para mantener algunas ventajas. Ellos pueden pasarse en cualquier momento, ahora se da un equilibrio inestable, hay contenidos que son opositores y contenidos que son «calladitos», creo que Cristóbal López haría una cosa por el estilo. El grupo Szpolsky tiene viejas relaciones con el nosiglismo, el radicalismo, las tiene con Scioli, con Massa, va a timonear la cosa con tal de recostarse en los nuevos emergentes políticos.
APU: ¿Considera que cualquier opción peronista que continúe en 2015 va a ser más conservadora que el kirchnerismo?
EB: Temo que sí. A Scioli no sólo lo criticamos y lo critica parte del kirchnerismo por sus políticas de seguridad, sino también por sus políticas impositivas. No se conoce demasiado de su gobernación. Ha hecho cosas importantes en materia de crecimiento de infraestructura como cloacas y cosas por el estilo, pero para ello ha sido apoyado con recursos del gobierno nacional.
De Sergio Massa se sabe que proviene de las filas juveniles de la UCeDé. Su gestión en Tigre es jodida también, mucha vinculación con empresarios, desarrollismo inmobiliario, mucha desigualdad. Las transformaciones urbanísticas interesantes que han existido en Tigre son los resultados de gestiones vecinalistas anteriores.
A la vez, me llama la atención su equipo de economistas: un rejunte que no es tan conservador, hay varios nombres propios que vienen del kirchnerismo, aunque no del mejor kirchnerismo necesariamente. Está Redrado que también estuvo en el kirchnerismo, está Peirano, está Delgado, que en general es un tipo prudente, no me parece conservador.
APU: Esto de que el kirchnerismo no pudo o no quiso lograr una orgánica, que es algo que aparece permanentemente en el debate. ¿Por qué no lo logró o no lo quiso hacer?
EB: En principio, son varias combinaciones, es un efecto histórico del estallido de los espacios de representación en Argentina. Casi siempre se suele ubicar el estallido de las representaciones políticas en el 2001 y creo que el 2001 fue el año más dramático pero que viene de mucho antes.
El peronismo también se vació con la experiencia menemista, el PJ siempre fue un sello o una maquinaria utilizada en tiempos electorales y nada más. Así, el kirchnerismo hereda la cosa verticalista y no orgánica pejotista, el estallido de las representaciones y un estilo de conducción de Néstor y Cristina que venía de Santa Cruz, que es bastante particular. Ellos se apoyaron en gente que desde los orígenes ya estaba con ellos en Santa Cruz y del que le cuesta abrirse. Creo que no la vieron demasiado clara o que la empezaron a ver con más claridad entre el 2008 y 2009 cuando Kirchner empezó a hacer una construcción política más importante. Cristina lo intentó con La Cámpora y con Unidos y Organizados.
Hay una fuerza de movilización interesante, hay una cantidad de agrupaciones muy interesantes, hay mucha fertilidad pero no es que sea fácil, yo hago ésa crítica pero admito que es absolutamente complejo hacer la construcción de ese gran armado. Vuelvo a repetir, no hay grandes orgánicas en otros partidos y no hay grandes orgánicas en el mundo en general, la social-democracia se vació de contenido; en EE.UU. los grandes partidos son máquinas electorales mucho antes que espacios orgánicos de discusión interna.
APU: Una pregunta en términos personales: ¿Por qué decidió escribir el artículo?
EB: Esto va a sonar medio horrible, porque parece que me estuviera vendiendo como un Alfredo Alcón desgarrado. Son angustias que a uno le vienen a la cabeza a medida que evolucionan los tiempos. Porque soy periodista y reivindico tener un margen de autonomía crítica, de reflexión más franco que el que veo en todas partes, inclusive, dentro del kirchnerismo, porque me parece que es muy necesario discutir eso y no veo que se discuta.

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