Sabio y moroso, Hugo Curto da órdenes como un marajá. A su lado ceban mate con disciplina oriental y más lejos sus muchachos carcajean, tiran cálculos y comentan a los gritos chismes sobre candidatos y repartos. El segundo piso de Matheu 130, la sede del PJ nacional, recuperó el hormigueo y el bullicio de otros días. El edificio, que Néstor Kirchner prefería no pisar porque le olía menemista, palpita la previa del cierre de listas.
El metalúrgico Curto, alcalde de Tres de Febrero, fue entronizado como jefe de la Junta Electoral del Frente para la Victoria. Lo secunda Fernando Espinoza, lord mayor de La Matanza.
-¿Acá se toma mate sin facturas? -interroga, risueño, el matancero y manda a uno de los suyos a la panadería.
La mesa la completan otros dos peronistas premium: Edda Evangelina Acuña y Patricio García. Serán los encargados de desanudar los entresijos del esquema bonaerense, aunque el filtro último estará en Balcarce 50, donde se instalarán sobre el fin de la semana Andrés «Cuervo» Larroque y Eduardo «Wado» De Pedro, ordenadores del neocamporismo.
La bendición a Curto y Espinoza, territoriales del conurbano rabioso, se leyó como un guiño directo de Cristina de Kirchner. El peronismo lo decodifica como la señal de que tendrán más protagonismo que el esperado.
La Junta asumió el jueves pasado y la primera novedad que circuló en Matheu fue sobre la reunión, áspera, entre Carlos Zannini y el jefe de Gabinete sciolista, Alberto Pérez, la media hora de reproches cruzados y la atronadora mención del funcionario K sobre «Pepe» Scioli.
«Ustedes no pueden permitir que el hermano del gobernador diga lo que dice de Cristina», se indignó.
Al día siguiente, la charla Zannini-Pérez tuvo una más secreta y prolífica saga: el delegado del gobernador llegó con una lista de nombres y la promesa de desmalezar el Gobierno de peronistas asociados a Francisco de Narváez.
El retorno sciolista, todavía de figuración incierta, amplía el abanico de los sectores que pretenden apropiarse de una porción de las listas del FpV. Veamos:
1. La boleta de diputados nacionales, aun con la incertidumbre sobre quién será el cabeza de lista -rankean Martín Insaurralde y Alicia Kirchner-, no ofrecería demasiadas sorpresas: en diciembre vence el mandato de doce diputados del FpV de los cuales al menos ocho volverían, entre ellos Carlos Kunkel, Carlos «Cuto» Moreno, Diana Conti, Edgardo Depetri, María Teresa García, Luis Cicogna -supeditado a lo que pida Espinoza, al igual que con el diputado provincial Gustavo Silva-, Héctor Recalde y Dulce Granados, mientras que dos -Mabel Müller y el moyanista Omar Plaini- están en otro esquema y dos más están en veremos: Remo Carlotto y Juliana Di Tullio, a quien sugieren como cabeza de senadores de la Primera Sección. Como la previsión de «entrables» es de 14 o 15 quedarían pocos lugares disponibles que irían para La Cámpora. Dos que esperan una señal para ir a esa boleta son Fernando «Chino» Navarro y Juan José Mussi, pero ambos podrían bajar a la provinciales de la Tercera. Sobre un sciolista en la grilla nacional suena Alejandro Collia, ministro de Salud de Scioli, que paga doble: como sciolista y como curtista. Hay un susurro sobre un pedido de Olivos para que el gobernador juegue a su jefe de Gabinete, Pérez, en la lista.
2. El conurbano, que elige senadores en el oeste-norte, y diputados en el sur, aparece como la clave del ensamble. A Curto le corresponde el primer senador, que hace años delega en Raúl Torres, tesorero de la UOM, aunque le escucharon decir que le gustaría un recambio y promover a Máximo Rodríguez. Otro casillero sería para Raúl Othacehé, vía Mónica Arnaldi, y el tercer escalón sería para el camporista «Lalo» Révora, aunque como es una zona gris, el socio mercedino de De Pedro iría a la nacional.
3. En la tercera, además de los mencionados Mussi -avisó que si va en una lista, deja la Secretaría de Ambiente- y Navarro, se abren varios espacios porque tres que entraron por el FpV ahora están enfrente: el moyanista Jorge Mancini, el juandominguista Jorge Scipioni y Franco Caviglia, que reporta a Darío Giustozzi, socio de Sergio Massa. María Lacava, de Berazategui, quedaría afuera si aparecen Mussi y Karina Nazabal, que tributa a Darío Díaz Pérez, también con el compromiso de que el intendente salte en 2015 a una diputación nacional para dejarle el distrito a Julián Álvarez. Se sugiere que volverá Alicia Sánchez, mujer de Luis D’Elía, y que aparecerá Jorge «el Loco» Romero, mano derecha de Larroque. Además, algún sciolista, el ministro Alejandro Arlía o Mariano Cascallares, del IPS. Una novedad es la versión de que Natalia Gradaschi, que juró por la CC y se mudó al sabbatellismo, podría reelegir como «pago» a Nuevo Encuentro.
4. El interior tiene una lógica propia según la sección. Sergio Berni quiere incidir en la Segunda, con Marcelo «Patón» Torres, Kolina vía Lisandro Bornogli, y los intendentes impulsan al alcalde de Arrecifes, Daniel Bolinaga. A su vez, La Cámpora tiene a Facundo Ballesteros como variable, al igual que a Jorge Godoy en la Sexta Sección, donde el randazzismo propone a Marcelo Feliú y el territorio, con respaldo de Kolina y Julio De Vido, postula a Ricardo Móccero de Coronel Suárez. El neocamporismo tiene, por momentos, conductas curiosas: en la Séptima, César Valicenti y Walter Abarca promueven a Gustavo Cocconi, alcalde de Tapalqué, mientras otros impulsan a José Bucca, padre del lord de Bolívar apodado «Bali». Por la Cuarta, podrían volver Patricio García y «Tita» Villa, esposa del alcalde de Los Toldos.
5.La Plata es un universo aparte donde la tendencia aperturista puede estar sometida a revisión. Pablo Bruera, golpeado por la inundación, considera que sí o sí debe presentar oferta electoral y espera una negociación con la Casa Rosada para integrar espacios. El kirchnerismo invoca a Florencia Saintout y al concejal de La Cámpora, Martín Alaniz, mientras que el bruerismo propone a Gabriel, hermano del alcalde. Si no, irían separados, opción que fue contemplada al inscribir el frente Nueva Ciudad, de dueños ignotos, pero destino previsible.
El metalúrgico Curto, alcalde de Tres de Febrero, fue entronizado como jefe de la Junta Electoral del Frente para la Victoria. Lo secunda Fernando Espinoza, lord mayor de La Matanza.
-¿Acá se toma mate sin facturas? -interroga, risueño, el matancero y manda a uno de los suyos a la panadería.
La mesa la completan otros dos peronistas premium: Edda Evangelina Acuña y Patricio García. Serán los encargados de desanudar los entresijos del esquema bonaerense, aunque el filtro último estará en Balcarce 50, donde se instalarán sobre el fin de la semana Andrés «Cuervo» Larroque y Eduardo «Wado» De Pedro, ordenadores del neocamporismo.
La bendición a Curto y Espinoza, territoriales del conurbano rabioso, se leyó como un guiño directo de Cristina de Kirchner. El peronismo lo decodifica como la señal de que tendrán más protagonismo que el esperado.
La Junta asumió el jueves pasado y la primera novedad que circuló en Matheu fue sobre la reunión, áspera, entre Carlos Zannini y el jefe de Gabinete sciolista, Alberto Pérez, la media hora de reproches cruzados y la atronadora mención del funcionario K sobre «Pepe» Scioli.
«Ustedes no pueden permitir que el hermano del gobernador diga lo que dice de Cristina», se indignó.
Al día siguiente, la charla Zannini-Pérez tuvo una más secreta y prolífica saga: el delegado del gobernador llegó con una lista de nombres y la promesa de desmalezar el Gobierno de peronistas asociados a Francisco de Narváez.
El retorno sciolista, todavía de figuración incierta, amplía el abanico de los sectores que pretenden apropiarse de una porción de las listas del FpV. Veamos:
1. La boleta de diputados nacionales, aun con la incertidumbre sobre quién será el cabeza de lista -rankean Martín Insaurralde y Alicia Kirchner-, no ofrecería demasiadas sorpresas: en diciembre vence el mandato de doce diputados del FpV de los cuales al menos ocho volverían, entre ellos Carlos Kunkel, Carlos «Cuto» Moreno, Diana Conti, Edgardo Depetri, María Teresa García, Luis Cicogna -supeditado a lo que pida Espinoza, al igual que con el diputado provincial Gustavo Silva-, Héctor Recalde y Dulce Granados, mientras que dos -Mabel Müller y el moyanista Omar Plaini- están en otro esquema y dos más están en veremos: Remo Carlotto y Juliana Di Tullio, a quien sugieren como cabeza de senadores de la Primera Sección. Como la previsión de «entrables» es de 14 o 15 quedarían pocos lugares disponibles que irían para La Cámpora. Dos que esperan una señal para ir a esa boleta son Fernando «Chino» Navarro y Juan José Mussi, pero ambos podrían bajar a la provinciales de la Tercera. Sobre un sciolista en la grilla nacional suena Alejandro Collia, ministro de Salud de Scioli, que paga doble: como sciolista y como curtista. Hay un susurro sobre un pedido de Olivos para que el gobernador juegue a su jefe de Gabinete, Pérez, en la lista.
2. El conurbano, que elige senadores en el oeste-norte, y diputados en el sur, aparece como la clave del ensamble. A Curto le corresponde el primer senador, que hace años delega en Raúl Torres, tesorero de la UOM, aunque le escucharon decir que le gustaría un recambio y promover a Máximo Rodríguez. Otro casillero sería para Raúl Othacehé, vía Mónica Arnaldi, y el tercer escalón sería para el camporista «Lalo» Révora, aunque como es una zona gris, el socio mercedino de De Pedro iría a la nacional.
3. En la tercera, además de los mencionados Mussi -avisó que si va en una lista, deja la Secretaría de Ambiente- y Navarro, se abren varios espacios porque tres que entraron por el FpV ahora están enfrente: el moyanista Jorge Mancini, el juandominguista Jorge Scipioni y Franco Caviglia, que reporta a Darío Giustozzi, socio de Sergio Massa. María Lacava, de Berazategui, quedaría afuera si aparecen Mussi y Karina Nazabal, que tributa a Darío Díaz Pérez, también con el compromiso de que el intendente salte en 2015 a una diputación nacional para dejarle el distrito a Julián Álvarez. Se sugiere que volverá Alicia Sánchez, mujer de Luis D’Elía, y que aparecerá Jorge «el Loco» Romero, mano derecha de Larroque. Además, algún sciolista, el ministro Alejandro Arlía o Mariano Cascallares, del IPS. Una novedad es la versión de que Natalia Gradaschi, que juró por la CC y se mudó al sabbatellismo, podría reelegir como «pago» a Nuevo Encuentro.
4. El interior tiene una lógica propia según la sección. Sergio Berni quiere incidir en la Segunda, con Marcelo «Patón» Torres, Kolina vía Lisandro Bornogli, y los intendentes impulsan al alcalde de Arrecifes, Daniel Bolinaga. A su vez, La Cámpora tiene a Facundo Ballesteros como variable, al igual que a Jorge Godoy en la Sexta Sección, donde el randazzismo propone a Marcelo Feliú y el territorio, con respaldo de Kolina y Julio De Vido, postula a Ricardo Móccero de Coronel Suárez. El neocamporismo tiene, por momentos, conductas curiosas: en la Séptima, César Valicenti y Walter Abarca promueven a Gustavo Cocconi, alcalde de Tapalqué, mientras otros impulsan a José Bucca, padre del lord de Bolívar apodado «Bali». Por la Cuarta, podrían volver Patricio García y «Tita» Villa, esposa del alcalde de Los Toldos.
5.La Plata es un universo aparte donde la tendencia aperturista puede estar sometida a revisión. Pablo Bruera, golpeado por la inundación, considera que sí o sí debe presentar oferta electoral y espera una negociación con la Casa Rosada para integrar espacios. El kirchnerismo invoca a Florencia Saintout y al concejal de La Cámpora, Martín Alaniz, mientras que el bruerismo propone a Gabriel, hermano del alcalde. Si no, irían separados, opción que fue contemplada al inscribir el frente Nueva Ciudad, de dueños ignotos, pero destino previsible.