por JULIÁN YOSOVITCH
El efecto Donald Trump en los mercados emergentes dejó una huella significativa, al menos en las semanas siguientes a la elección que consagró al magnate como próximo presidente de los EE.UU. Aún Trump no asumió pero el mercado tomó cartas en el asunto, generado un proceso especulativo alrededor de las medidas que pueda llegar a tomar una vez que ocupe la Casa Blanca. La tasa de 10 años americana sufrió una suba de 52 puntos básicos desde la victoria de Trump el 8 de noviembre, pasando de 1,82% hasta los valores actuales de 2,34%. Eso generó pérdidas importantes para los bonos de todo el mundo, y para los emergentes en particular, en especial los latinoamericanos. Argentina no sólo no ha quedado exenta de la suba de tasas sino que se ubica en el podio de los bonos con mayores bajas dentro de la región y que, por lo tanto, mayores subas de tasas.
Un dato que vale la pena resaltar es que el ajuste para los bonos emergentes no comenzó apenas Trump fue electo presidente sino que los techos de los bonos habían sido conseguidos semanas (e incluso meses) antes de la victoria del candidato republicano. En ese contexto, Argentina fue, junto con México, uno de los países que más ha visto caer sus bonos y que por ende, más sufrió el encarecimiento del costo del fondeo.
El Bonar 2024 supo alcanzar un máximo histórico a comienzo de noviembre en niveles de u$s 120,60 y para ese momento el bono rendía 4,20%. Desde entonces, el papel entró en una fase correctiva y actualmente rinde 5,85%, es decir, su tasa interna de retorno escaló 165 puntos básicos. Para plazos similares el bono mexicano en dólares que vence en 2026 generó un rally de su tasas de 134 puntos básicos. Otros bonos con mismo año de vencimiento dentro de la región, como los de Brasil, mostraron un descenso en su precio del orden de 8.4% y un rally de la tasa de 119 puntos básicos, mientras que Colombia ha mostrado una suba de la tasa interna de retorno de 100 puntos básicos. Los rendimientos bono peruano a 2027 subieron 109 puntos.
En concreto, para el tramo medio de la curva de rendimientos, los activos argentinos se encuentran en el primer puesto entre los títulos que más han visto subir sus tasas. En un análisis ajustado por plazo, la brecha se hace aún mayor ya que el bono del tramo medio argentino vence antes que todos los demás mencionados.
Para plazos más largos, el Discount Ley Argentina con vencimiento en 2033 perdió 13% de su precio desde sus máximos de agosto pasado, cayó u$s 117,70 hasta los u$s 102 actuales, lo que desde el punto de vista de la tasa supuso un avance de 180 puntos básicos ya que, en los máximos mencionados el activo rendía un 6,2% y hoy rinde un 8% en dólares. El Bonar 2036 perdió un 14,9% de su valor con un salto de 116 puntos básicos en su tasa, que pasó de rendir 6,34% en septiembre a mostrar tasas actuales del 7,5%.
Para plazos similares, el bono de Perú en dólares para el mismo vencimiento perdió un 9,90% desde los máximos de u$s 163 con una suba de 98 puntos básicos del rendimiento que paga, que pasó de 3,65% a 4,63%. El bono de Brasil con vencimiento a 2037 perdió desde los máximos de agosto pasado y u$s 121,10, un 13,8%, hasta los valores actuales de u$s 104,4, lo que implicó un salto de 140 puntos a su tasa.
Finalmente para el plazo de 30 años, Argentina también ocupa el primer puesto entre los países cuyos costos de financiamiento mostraron las mayores subas ya que el Bonar 2046 perdió 17,30% desde los máximos de septiembre de u$s 115,80 hasta los u$s 96 dólares actuales, con un salto de su tasa de 158 puntos básicos de 6,42% a 8%. El bono equivalente de Brasil, con vencimiento en 2045, perdió un 17% y la tasa saltó 135 puntos básicos, pasando de rendir de 5,25% hasta los 6,60% actuales. El de Colombia 2045 cayó 14,8% en el mismo plazo y su rendimiento subió 105 puntos menos que los papeles argentinos cuando pasó del 4,32% al 5,37%. Finalmente, la tasa del bono mexicano a 2044 subió 140 puntos básicos, también menos que los bonos argentinos.
En concreto, queda claro que la Argentina ocupa los primeros puestos de la región entre los países cuyos bonos muestran una mayor volatilidad ante suba de tasas de EE.UU.
Si bien el efecto Trump tuvo su rol, las bajas comenzaron antes de la elección presidencial.
La clave para el mercado pasará por saber si estos niveles de tasa son el techo y, a partir de este punto, se reanudaría la «compresión de spreads» (baja gradual de los rendimientos de los bonos) o si continúa el proceso de ajuste. Para ello será clave ver qué ocurre con la economía argentina en los próximos meses y a lo largo de 2017 ya que rendimientos del orden del 6,50% no reflejan la actualidad economía y financiera local.
El cuento argentino de comienzo de 2016, tan atractivo en su momento para Wall Street, ahora ya no es tan convincente. Para volver a serlo, la economía necesitará mostrar un rebote.
El efecto Donald Trump en los mercados emergentes dejó una huella significativa, al menos en las semanas siguientes a la elección que consagró al magnate como próximo presidente de los EE.UU. Aún Trump no asumió pero el mercado tomó cartas en el asunto, generado un proceso especulativo alrededor de las medidas que pueda llegar a tomar una vez que ocupe la Casa Blanca. La tasa de 10 años americana sufrió una suba de 52 puntos básicos desde la victoria de Trump el 8 de noviembre, pasando de 1,82% hasta los valores actuales de 2,34%. Eso generó pérdidas importantes para los bonos de todo el mundo, y para los emergentes en particular, en especial los latinoamericanos. Argentina no sólo no ha quedado exenta de la suba de tasas sino que se ubica en el podio de los bonos con mayores bajas dentro de la región y que, por lo tanto, mayores subas de tasas.
Un dato que vale la pena resaltar es que el ajuste para los bonos emergentes no comenzó apenas Trump fue electo presidente sino que los techos de los bonos habían sido conseguidos semanas (e incluso meses) antes de la victoria del candidato republicano. En ese contexto, Argentina fue, junto con México, uno de los países que más ha visto caer sus bonos y que por ende, más sufrió el encarecimiento del costo del fondeo.
El Bonar 2024 supo alcanzar un máximo histórico a comienzo de noviembre en niveles de u$s 120,60 y para ese momento el bono rendía 4,20%. Desde entonces, el papel entró en una fase correctiva y actualmente rinde 5,85%, es decir, su tasa interna de retorno escaló 165 puntos básicos. Para plazos similares el bono mexicano en dólares que vence en 2026 generó un rally de su tasas de 134 puntos básicos. Otros bonos con mismo año de vencimiento dentro de la región, como los de Brasil, mostraron un descenso en su precio del orden de 8.4% y un rally de la tasa de 119 puntos básicos, mientras que Colombia ha mostrado una suba de la tasa interna de retorno de 100 puntos básicos. Los rendimientos bono peruano a 2027 subieron 109 puntos.
En concreto, para el tramo medio de la curva de rendimientos, los activos argentinos se encuentran en el primer puesto entre los títulos que más han visto subir sus tasas. En un análisis ajustado por plazo, la brecha se hace aún mayor ya que el bono del tramo medio argentino vence antes que todos los demás mencionados.
Para plazos más largos, el Discount Ley Argentina con vencimiento en 2033 perdió 13% de su precio desde sus máximos de agosto pasado, cayó u$s 117,70 hasta los u$s 102 actuales, lo que desde el punto de vista de la tasa supuso un avance de 180 puntos básicos ya que, en los máximos mencionados el activo rendía un 6,2% y hoy rinde un 8% en dólares. El Bonar 2036 perdió un 14,9% de su valor con un salto de 116 puntos básicos en su tasa, que pasó de rendir 6,34% en septiembre a mostrar tasas actuales del 7,5%.
Para plazos similares, el bono de Perú en dólares para el mismo vencimiento perdió un 9,90% desde los máximos de u$s 163 con una suba de 98 puntos básicos del rendimiento que paga, que pasó de 3,65% a 4,63%. El bono de Brasil con vencimiento a 2037 perdió desde los máximos de agosto pasado y u$s 121,10, un 13,8%, hasta los valores actuales de u$s 104,4, lo que implicó un salto de 140 puntos a su tasa.
Finalmente para el plazo de 30 años, Argentina también ocupa el primer puesto entre los países cuyos costos de financiamiento mostraron las mayores subas ya que el Bonar 2046 perdió 17,30% desde los máximos de septiembre de u$s 115,80 hasta los u$s 96 dólares actuales, con un salto de su tasa de 158 puntos básicos de 6,42% a 8%. El bono equivalente de Brasil, con vencimiento en 2045, perdió un 17% y la tasa saltó 135 puntos básicos, pasando de rendir de 5,25% hasta los 6,60% actuales. El de Colombia 2045 cayó 14,8% en el mismo plazo y su rendimiento subió 105 puntos menos que los papeles argentinos cuando pasó del 4,32% al 5,37%. Finalmente, la tasa del bono mexicano a 2044 subió 140 puntos básicos, también menos que los bonos argentinos.
En concreto, queda claro que la Argentina ocupa los primeros puestos de la región entre los países cuyos bonos muestran una mayor volatilidad ante suba de tasas de EE.UU.
Si bien el efecto Trump tuvo su rol, las bajas comenzaron antes de la elección presidencial.
La clave para el mercado pasará por saber si estos niveles de tasa son el techo y, a partir de este punto, se reanudaría la «compresión de spreads» (baja gradual de los rendimientos de los bonos) o si continúa el proceso de ajuste. Para ello será clave ver qué ocurre con la economía argentina en los próximos meses y a lo largo de 2017 ya que rendimientos del orden del 6,50% no reflejan la actualidad economía y financiera local.
El cuento argentino de comienzo de 2016, tan atractivo en su momento para Wall Street, ahora ya no es tan convincente. Para volver a serlo, la economía necesitará mostrar un rebote.