BRASILIA.- En el mayor juicio por corrupción de la historia de Brasil, la Corte Suprema comenzará a juzgar, a partir de hoy, a los 38 sospechosos del escándalo conocido como «mensalão», un gigantesco esquema de compra de apoyo político con fondos públicos, que involucró a varios altos funcionarios del Partido de los Trabajadores (PT) e hizo tambalear al gobierno del ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva.
El «juicio del siglo», como lo llama la prensa brasileña, es considerado el más importante de la historia de la Corte tanto por la cantidad de acusados como por el peso político de varios de ellos.
Entre los sospechosos figuran tres ex ministros, ex diputados, publicistas, empresarios bancarios y figuras emblemáticas del PT, que en 2005 utilizaron dinero público para sobornar a diputados de la oposición para que apoyaran iniciativas gubernamentales y para financiar las campañas.
Según la policía, mediante esta trama financiera ilegal fueron desviados unos 101 millones de reales (42 millones de dólares de aquella época).
Lula, fundador y líder del PT, fue excluido de la causa penal y aunque el escándalo estalló en 2005, en la recta final de su primer mandato (2003-2006), consiguió ser reelegido hasta 2010. El ex presidente siempre negó conocer la existencia de un esquema de corrupción para comprar votos en el Congreso, se declaró «traicionado» y ofreció disculpas públicas en nombre del PT.
De todos modos, su partido, al que también pertenece la presidenta, Dilma Rousseff, perdió dirigentes históricos y una de sus armas políticas más poderosas: la bandera contra la corrupción que alzó desde su origen.
El costo podría extenderse a las elecciones municipales de octubre, donde la imagen del PT podría verse afectada. Estos comicios diseñarán, además, el mapa político para las elecciones presidenciales de 2014.
El escándalo del «mensalão» (mensualidad), el peor durante el gobierno de Lula, «fue el más atrevido y escandaloso esquema de corrupción y desvío de dinero público descubierto en Brasil», según afirmó el procurador general Roberto Gurgel.
Los 38 sospechosos están acusados de haber llevado adelante un esquema de recaudación de dinero no declarado durante la campaña presidencial de 2002, que llevó a Lula a la presidencia. La supuesta trama financiera ilegal se habría mantenido luego para sobornar a decenas de diputados y «comprar» sus votos en favor del gobierno, que asumió el 1° de enero de 2003 sin mayoría parlamentaria.
El escándalo fue destapado por el ex diputado Roberto Jefferson -uno de los acusados y actual presidente del Partido Laborista Brasileño (PTB)-, quien, en junio de 2005, reveló en una entrevista que algunos diputados recibían dinero público para aprobar las leyes enviadas por el Poder Ejecutivo.
El jefe de toda la operación, otro de los acusados, era José Dirceu, ex «hombre fuerte» de Lula, eminencia del PT y en aquel momento jefe de gabinete del gobierno. Su abogado, José Luiz Oliveira, negó ayer la existencia del «mensalão».
«No existió la compra de votos (…) Decenas de testigos afirman que Dirceu no tenía conocimiento de los préstamos y las transferencias (de dinero)», dijo al diario O Globo.
El esquema se llamaba «mensalão» porque los corrompidos recibían dinero una vez por mes, que ellos o sus secretarios o choferes pasaban a buscar por un banco en Brasilia.
El esquema consistía supuestamente en adjudicarle contratos millonarios de empresas del Estado al empresario publicitario Marcos Valerio Fernandes. Con esos contratos, el empresario pedía créditos a bancos, con los que formó un botín millonario para pagarles a las personas que le ordenaban.
Por eso, Fernandes era conocido como «el hombre de las valijas» de dinero, que supuestamente entregaba personalmente a los parlamentarios. Fue señalado como el «director financiero» de la trama.
El interlocutor de Fernandes era el tesorero del PT, Marcos Delubio Soares (también acusado), que por operar el esquema recibía una comisión y era el encargado de determinar los beneficiarios de los sobornos en el Parlamento.
Otro procesado es el publicista Eduardo «Duda» Mendonça, quien dirigió todo lo relativo a la imagen de Lula en la campaña de 2002 y confesó que parte del pago por sus servicios le fue depositado por el PT en cuentas que debió abrir para ese fin en paraísos fiscales.
También estarán en el banquillo de los acusados el ex presidente del PT y actual asesor del Ministerio de Defensa José Genoino; el ex ministro de Información Luiz Gushiken y el ex presidente de la Cámara baja y actual diputado João Paulo Cunha.
El único de los dirigentes que no serán juzgados es Silvio Pereira, ex secretario general del PT, quien llegó a un acuerdo con la Justicia.
Los procesados son 22 antiguos dirigentes de cuatro partidos políticos, tres ex directivos del Banco Rural (privado) y otro del Banco do Brasil (público), tres operadores del mercado financiero, un ex funcionario del Ministerio del Trabajo y ocho empresarios publicitarios.
Los acusados responden por siete delitos: formación de cuadrilla, corrupción activa y pasiva, peculado, evasión de divisas, lavado de dinero y gestión fraudulenta.
El «juicio de siglo» es una prueba para el sistema judicial brasileño cuya credibilidad está en juego.José Dirceu
El ex jefe de Gabinete (2003-2005) y hombre fuerte del gobierno, aspirante a sucesor de Lula, es acusado por la fiscalía de ser el jefe de la red de corrupción. Enfrenta una pena mínima de 15 años de prisión.
José Genoino
Debió renunciar a la presidencia del Partido de los Trabajadores (PT) tras las denuncias. Está acusado de comprar votos en el Congreso con dinero de contratos de publicidad con el Estado.
Delubio Soares
Según la fiscalía, el ex tesorero del PT era el encargado de determinar los beneficiarios de los sobornos entre los legisladores. Fue el único expulsado del partido por el escándalo.
Duda Mendonça
Como publicista dirigió la campaña presidencial de Lula. Confesó que parte de los sobornos le fue depositada luego por el PT en cuentas de paraísos fiscales. Está acusado de lavado de dinero y evasión de divisas.
De dólares
Es la cantidad de dinero de la campaña presidencial de Lula da Silva que fue desviada para sobornar a legisladores y obtener su apoyo a los proyectos del oficialismo.
Los acusados
Entre ellos hay líderes legendarios del PT fundado por Lula en 1989. En principio eran 40, pero dos acusados ya llegaron a un acuerdo para cumplir una pena alternativa.
Las páginas del expediente
Luego de siete años de investigaciones, el procurador general logró reunir numerosas «pruebas documentales» sobre la red de corrupción y lavado de dinero.
Sesiones del Tribunal Supremo
Es lo que se estima que llevarán las audiencias hasta que los jueces lleguen a una sentencia en septiembre próximo. Todo el proceso será transmitido por televisión.
Agencias EFE y DPA .