Dilma Rousseff, mandataria de Brasil.
El Gobierno brasileño oficializó un nuevo plan de infraestructura, que ya había transcendido en los últimos días, y que contempla inversiones públicas y privadas por u$s 66.500 millones en redes viales y ferroviarias en los próximos 25 años.
Las inversiones serán canalizadas a través del sector privado, que será responsable tanto de la construcción y operación una vez finalizadas. Así lo explicó el ministro de Transporte, Paulo Sergio Passos, en un acto celebrado en el Palacio presidencial.
En un acto presidido por la jefa de Estado, Dilma Rousseff, el funcionario detalló que el plan contempla la construcción y ampliación de cerca de 7.500 kilómetros de rutas y de 10.000 kilómetros de vías férreas.
En los primeros cinco años se otorgarán concesiones al sector privado por u$s 39.750 millones, mientras que el resto deberá ser ejecutado entre 2017 y 2037.
El funcionario anunció, además, la constitución de una nueva empresa pública para licitar la fabricación de un tren de alta velocidad entre las ciudades de Río de Janeiro y San Pablo. Ese proyecto estuvo estancado por cinco años y podría salir otra vez a concurso nuevamente a inicios de 2013.
Passos dijo que a estas iniciativas seguirán otras, que serán anunciadas este mismo mes, que abarcarán las áreas de puertos y aeropuertos. El Gobierno pretende así conectar a las zonas productivas para darle «una mayor eficiencia» al comercio interno y externo. «Se quiere integrar al país con infraestructuras modernas», que permitan reducir los costos del transporte y hacer más «eficiente» la llegada de los productos a los terminales de carga, indicó.
La administración gubernamental, según el ministro, facilitará esas inversiones a través de créditos de la banca pública, que serán otorgados con facilidades que incluirán intereses por debajo de las tasas de mercado.
Además destacó que este plan permitirá «acelerar la economía del país», que según cálculos de analistas del mercado ha pisado el freno y este año crecerá por debajo del 2%, contra previsiones iniciales que apuntaban a un 4%.
El anuncio fue hecho ante representantes de una treintena de grandes empresas brasileñas de las áreas de construcción, a los que Passos invitó a sumarse a estos planes, no sólo para los proyectos ya diseñados por el Gobierno, sino también con propuestas de nuevos planes.
Bien ahí.
Es mucho más util que subsidiar tarifas