En el PRO estalló la bronca con Alejandro Rozitchner, el filósofo que asesora a Mauricio Macri, tras el lanzamiento de la doctrina del jefe de gobierno porteño.
Como anticipó LPO, Rozitchner trabajó en los últimos meses en un libro en el que recopiló las opiniones de los dirigentes del macrismo. Se tituló “Estamos” y fue presentado la semana pasada en la Feria del Libro por el filósofo, que estuvo acompañado de Macri y del secretario general del Gobierno, Marcos Peña.
Para la redacción del libro, los funcionarios de Macri debieron responder una guía de preguntas como “¿Qué sentías por Mauricio antes de conocerlo y qué sentís ahora?” y ¿Te gustaría estar más cerca suyo?”. La intención era sugerirle al líder del PRO el camino para llegar a la presidencia en 2015.
Antes de la presentación del jueves, los dirigentes del PRO que oficiaron de coautores de “Estamos” con sus respuestas, recibieron un correo electrónico en el que los autores les pedían que fueran a la Sala Leopoldo Lugones del predio de La Rural con sus familias, con todo el personal de sus despachos y con sus militantes –en el caso de que los dirigentes tuvieran-, con el objetivo de que la sala estuviera repleta.
Pero luego no dejaron entrar a nadie, sólo a los funcionarios más importantes, y toda esa gente que había ido de relleno quedó afuera de la Leopoldo Lugones.
“No contentos con eso, durante la exposición ninguno de los que habló fue capaz de agradecer a los que participamos del libro”, aseguró a LPO visiblemente enfadado uno de los funcionarios del Ejecutivo que respondió minuciosamente las preguntas.
“Tuve que responder hasta si tengo hobbies y si hago actividad física y no fueron capaces de dar las gracias”, enfatizó la fuente.
Para colmo, el filósofo había prometido un ejemplar gratis para cada uno de los colaboradores del libro y había asegurado que cada uno podría pedir más ejemplares a “precio de autor” (unos 50 pesos). Pero eso nunca sucedió y ahora los coautores deberán pagar si quieren leer esta pieza de literatura contemporánea.
“Nunca nos dijeron que era para comercializarlo y ahora lo venden en Editorial Planeta, una vergüenza”, aseguró el funcionario y agregó una anécdota que no cayó bien en el PRO: “Encima Mauricio en su discurso dijo que mientras leía el borrador en una playa del Caribe se le volaron las hojas y ahora nos quieren cobrar 50 mangos a los que lo escribimos”.
Pensar que por mucho menos a Caruso Lombardi le dicen vendehumo.