El real cayó ayer por cuarta jornada consecutiva. La moneda brasileña retrocedió un 0,86% para cerrar en 1,65 por dólar.
Los analistas concuerdan en que hoy la decisión tomada por el Gobierno de Dilma Rousseff no representa un problema serio porque se trata de una moneda todavía muy apreciada y ala Argentina aún mantiene una gran competitividad cambiaria. No obstante, advierten que de nivelarse el terreno, la mayor presión sobre el peso impactaría en la industria y potenciaría la fuga de capitales.
A continuación, el análisis de los expertos.
Rodrigo Álvarez
Ecolatina
La baja de la tasa de Brasil fue un golpe de timón que era necesario y que da muestra de esta voluntad para tratar de anticiparse a un escenario internacional que va a ser más complicado. Esto genera una presión sobre el peso y ya lo estamos viendo. Es más lento el impacto que puede traer a nivel comercial y algo más lejano, pero ya estamos viendo que la salida de capitales se acentuó. Hubo una salida de u$s 3.000 millones en agosto. A una fuga base que venía siendo elevada se le suma este otro problema del real. Lo que sí preocupa es que Brasil tiene una flexibilidad en el tipo de cambio que la Argentina no tiene. No podemos mover el tipo de cambio sin afectar el consumo o la inflación. Hay que monitorear bien de cerca, porque cualquier devaluación de esta moneda puede resultarnos complicada.
Leonardo Bazzi
Puente Hnos.
La realidad es que todavía tenemos mayor competitividad con el real. Somos un 70% más competitivos que en 2001. A medida que va devaluando la vamos perdiendo. La Argentina puede escapar de esa trampa del real bajando los costos de la producción e impulsando los créditos corporativos que tiene mucho potencial en un país que tiene una bancarización de apenas el 11%. La barrera psicológica son los dos reales por dólar. Pero a partir de 1,80 habrá que analizar bien los niveles futuros y las acciones del Banco Central. Ya es un nivel de alerta.
Martín González Eiras
Economía Posible
En un pronóstico, a principios de año, dije que esa devaluación era un factor de riesgo, pero lo consideraba como un factor independiente. Lo que vemos en Brasil es que el real se devalúa pero en parte como respuesta a la volatilidad mundial que genera menor flujo de capitales hacia el país vecino. No es que las medidas tomadas hagan que se devalúe el real, sino que hay un cambio en el apetito de riesgo. A partir de una devaluación del 15% al 20% respecto de los valores de enero ya empieza a ser un poco más serio el escenario, porque eso implica que la demanda de Brasil por productos argentinos cae y la competencia de productos brasileños en la Argentina aumenta. El problema es que nosotros no tenemos tanto margen para devaluar. Si Brasil devalúa de esa forma veríamos una reducción del PBI de 2 puntos.
Jorge Colina
Instituto para el Desarrollo Social Argentino
El real está muy apreciado. Cualquier cambio que se haga hacia la baja no es un problema concreto. Esto se ve más bien como una señal. El problema que puede existir si se realiza una depreciación fuerte es que van a quedar desnudos los problemas de competitividad que tiene la Argentina con Brasil. Hoy se puede exportar a Brasil porque el país vecino tiene los costos muy elevados. Si el real se devaluara más, los costos argentinos se situarían en niveles similares. No obstante, no hay que olvidarse que para Brasil devaluar no es fácil porque tiene un flujo de ingreso de divisas que es el que genera presión hacia a la apreciación. El hecho de que se esté ante una pequeña baja no quiere decir que estemos ante un proceso de devaluación.
Los analistas concuerdan en que hoy la decisión tomada por el Gobierno de Dilma Rousseff no representa un problema serio porque se trata de una moneda todavía muy apreciada y ala Argentina aún mantiene una gran competitividad cambiaria. No obstante, advierten que de nivelarse el terreno, la mayor presión sobre el peso impactaría en la industria y potenciaría la fuga de capitales.
A continuación, el análisis de los expertos.
Rodrigo Álvarez
Ecolatina
La baja de la tasa de Brasil fue un golpe de timón que era necesario y que da muestra de esta voluntad para tratar de anticiparse a un escenario internacional que va a ser más complicado. Esto genera una presión sobre el peso y ya lo estamos viendo. Es más lento el impacto que puede traer a nivel comercial y algo más lejano, pero ya estamos viendo que la salida de capitales se acentuó. Hubo una salida de u$s 3.000 millones en agosto. A una fuga base que venía siendo elevada se le suma este otro problema del real. Lo que sí preocupa es que Brasil tiene una flexibilidad en el tipo de cambio que la Argentina no tiene. No podemos mover el tipo de cambio sin afectar el consumo o la inflación. Hay que monitorear bien de cerca, porque cualquier devaluación de esta moneda puede resultarnos complicada.
Leonardo Bazzi
Puente Hnos.
La realidad es que todavía tenemos mayor competitividad con el real. Somos un 70% más competitivos que en 2001. A medida que va devaluando la vamos perdiendo. La Argentina puede escapar de esa trampa del real bajando los costos de la producción e impulsando los créditos corporativos que tiene mucho potencial en un país que tiene una bancarización de apenas el 11%. La barrera psicológica son los dos reales por dólar. Pero a partir de 1,80 habrá que analizar bien los niveles futuros y las acciones del Banco Central. Ya es un nivel de alerta.
Martín González Eiras
Economía Posible
En un pronóstico, a principios de año, dije que esa devaluación era un factor de riesgo, pero lo consideraba como un factor independiente. Lo que vemos en Brasil es que el real se devalúa pero en parte como respuesta a la volatilidad mundial que genera menor flujo de capitales hacia el país vecino. No es que las medidas tomadas hagan que se devalúe el real, sino que hay un cambio en el apetito de riesgo. A partir de una devaluación del 15% al 20% respecto de los valores de enero ya empieza a ser un poco más serio el escenario, porque eso implica que la demanda de Brasil por productos argentinos cae y la competencia de productos brasileños en la Argentina aumenta. El problema es que nosotros no tenemos tanto margen para devaluar. Si Brasil devalúa de esa forma veríamos una reducción del PBI de 2 puntos.
Jorge Colina
Instituto para el Desarrollo Social Argentino
El real está muy apreciado. Cualquier cambio que se haga hacia la baja no es un problema concreto. Esto se ve más bien como una señal. El problema que puede existir si se realiza una depreciación fuerte es que van a quedar desnudos los problemas de competitividad que tiene la Argentina con Brasil. Hoy se puede exportar a Brasil porque el país vecino tiene los costos muy elevados. Si el real se devaluara más, los costos argentinos se situarían en niveles similares. No obstante, no hay que olvidarse que para Brasil devaluar no es fácil porque tiene un flujo de ingreso de divisas que es el que genera presión hacia a la apreciación. El hecho de que se esté ante una pequeña baja no quiere decir que estemos ante un proceso de devaluación.