EL PAIS › STANDARD & POOR’S BAJO LA NOTA DE ARGENTINA A BONOS BASURA
La agencia de riesgo anticipó que el canje de deuda será interpretado como un default técnico. Las evaluadoras le generan así otro negocio millonario a los fondos buitre, que compraron seguros contra el default, en un típico juego a dos puntas.
Por Cristian Carrillo
Tras el revés judicial que recibió la Argentina de la Corte Suprema de Estados Unidos, la calificadora Standard & Poor’s rebajó la nota para la deuda en moneda extranjera de “CCC+” a “CCC-”, fijándola en lo que se denomina “deuda basura” y a escasos escalones de lo que se considera default. Se espera que las otras dos agencias globales vayan por el mismo camino. La negativa del máximo tribunal disparó también los precios de los seguros contra la ocurrencia de cesación de pagos, un instrumento que se dispararía ante un default técnico argentino. Los buitres cuentan con esa cobertura, prohibida hace más dos años en Europa, con lo que aseguran ganancias en cualquier escenario: si el Gobierno les paga como marcó Griesa o si no acata el fallo. Además, integran el comité que determina el pago de ese premio.
El Gobierno anunció ayer un canje de la deuda para evitar embargos en Nueva York, modificando el lugar de pago de esos compromisos (ver página 3). El cambio de jurisdicción permitiría al país continuar con los pagos de deuda. El más inminente es el vencimiento del bono Discount, por el que deberían girarse antes del 30 de este mes 228 millones de dólares al Bank of New York correspondiente a la parte de esa emisión bajo legislación estadounidense. Pero el canje modificaría esa situación.
Pese a la voluntad de pago del país y a la posibilidad de que la cadena de pagos no se corte en los hechos, para la comunidad financiera cualquier cambio en las condiciones de la deuda, como el lugar de cobro, gatillaría un default técnico.
Standard and Poor’s rebajó la nota de la deuda argentina de largo plazo ante la posibilidad de que el país incurra en una cesación de pagos selectiva derivada de la negativa de la Corte. La empresa propiedad del grupo editorial McGraw-Hill, que junto a Moody’s y Fitch se destacan por su incapacidad para anticipar la segunda peor crisis global de la historia, llevó la calificación a “CCC-” (vulnerable a incumplimiento), a uno de los últimos escalones de la categoría basura, y advirtió que consideraría un default selectivo en el canje de bonos con ley neoyorquina por títulos regidos por tribunales argentinos. Fitch y Moody’s mantienen hasta el momento una calificación similar a Standard and Poor’s, de “CC” y “CAA1”, respectivamente.
En el mercado la caída en los bonos implicó una suba del riesgo país que elabora el JP Morgan a 890 puntos, cuando hace unos días operaba por debajo de las 800 unidades. También subieron fuertemente en la semana los precios de los Credit Default Swaps (CDS), que pasaron desde 1800 unidades del viernes pasado a 3200 ayer. Este instrumento ofrece cobertura frente a eventualidades políticas y económicas, como un default, pero generalmente se utiliza para forzar esas situaciones y fue responsable de la quiebra de varias entidades financieras luego de la crisis de las hipotecas subprime de Estados Unidos. Es el uso que dan los fondos buitre a esos instrumentos. El reclamo de los fondos especulativos se aleja de la búsqueda de soluciones intermedias que pretenden compartir la carga de la deuda y se acerca más a una estrategia de obstaculizar los mecanismos de pago a acreedores.
El mecanismo de los CDS es similar a una póliza de seguros, pero se diferencia en que no se requiere que el comprador del instrumento de cobertura sea el propietario de la deuda. Este tipo se denomina CDS naked (desnuda) y es una apuesta. En este caso suele haber más contratos de CDS (de incumplimiento) que títulos emitidos. Estos derivados no se negocian en un mercado formal, sino que se pacta entre las partes de acuerdo con condiciones particulares. No existe regulación sobre estas operaciones y fueron utilizados como instrumentos de ataque de la deuda pública de algunos países, como es el caso de Grecia (2010), o entidades financieras, como la aseguradora estadounidense American International Group (2008).
El círculo especulativo se cierra al constatar que el comité que decide si un país incurrió en default, la International Swap and Derivaties Association, está integrado por los principales holdings financieros de Estados Unidos, Europa y Japón, pero con presencia de fondos especulativos, como BlueMountain Capital, Citadel, Shaw Group, Elliott Management y Pacific Investment Management. En tanto, las calificadoras de riesgo acompañan el vuelo de los buitres.