Otra vez visiblemente molesto, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cargó esta mañana contra el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, al que, “con todo respeto”, calificó como “un empresario de menor envergadura” al que “los grandes grupos económicos” usan para que diga “lo que ellos no se animan a decir”.
El enojo de Capitanich fue por la comparación que hizo ayer Méndez al afirmar que lo que llamó “la tropa de lealtad” del kirchnerismo le recuerda “a la dictadura y la famosa Obediencia Debida”. El industrial hacía referencia a la decisión del oficialismo de avanzar con la Ley de Abastecimiento, a la que le acaba de dar media sanción en el Senado en medio de las vehementes protestas de los grupos empresarios.
“Catalogar como una dictadura a la mayoría del Frente para la Victoria en el Congreso constituye una acusación temeraria e infundada y es una falta de respeto a una institución de la democracia”, expresó el jefe de Gabinete tras anticipar que le iba a “responder a Méndez con mucho respeto”.
Capitanich resaltó que los senadores y diputados del kirchnerismo y sus aliados fueron “elegidos por la voluntad popular”.
Y contrastó: “El señor Méndez no es elegido por la voluntad popular sino en representación de sus pares. Y siempre los grandes grupos económicos ponen (en esas funciones) empresarios de menor envergadura relativa que funcionan como mascarones de proa para que digan lo que ellos no se animan a decir”.
El funcionario sostuvo que esos grupos económicos también se expresan “a través de analistas, economistas y muchos periodistas” que “dicen lo que ellos quieren decir”. Y cargó también contra la oposición: “No sé de qué se quejan (los empresarios), porque cuando uno observa a la oposición, representan muy bien los intereses del G6 (Grupo de los 6) o de grupos concentrados de la Argentina y el exterior” y no “los intereses del pueblo”, que, según Capitanich, son representados por el kirchnerismo y sus aliados.