Contexto. Dijo que podrían surgir ante cambio económicoEl ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso advirtió por el descalabro que se podría generar en la región con el surgimiento de grupos de «indignados» si cambia el contexto de bienestar económico actual.
«En América Latina la gente no se indigna ni por la corrupción, y eso que la información es libre. Corrupción aquí, corrupción allá. Pero no pasa nada. Y no hay indignación. ¿Por qué no hay indignación? Porque hay una relativa prosperidad, hay un cierto bienestar», expresó el ex mandatario norteño. Empero, Cardoso advirtió que quizás esa situación «no se prolongue mucho más en el tiempo» y que en un futuro cercano, si las condiciones económicas cambian, puedan generarse protestas sociales de mayor tamaño y de imprevisible resultado institucional.
«Eso no sé cuánto va a durar, pero como son ciclos ahí sí me preocupa porque puede pasar cualquier cosa. Es muy complicado porque ese contagio de información no genera instituciones nuevas, genera indignación. Pero, ¿cómo se construye algo nuevo? ¿Cómo se engancha esa indignación con alguna cosa que sea secuencial que le permita a la gente seguir adelante en un cierto nuevo marco? Y no hay», reflexionó en un debate organizado por la Fundación Astur presidida por el secretario general iberoamericano Enrique Iglesias y celebrado en el hotel del Lago en el que también disertó el economista argentino Guillermo Calvo. Tanto Iglesias, como Cardoso y Calvo cuestionaron el liderazgo de los dirigentes europeos para tratar de encontrar una solución política al problema que sufre Europa.
«Lo que pasó en Europa es algo que no se había visto antes, donde los mercados nombraron a un primer ministro directamente. La sensación que se tiene es que el poder político perdió el control de la situación. Es la verdad», enfatizó Cardoso.
«Los costos de la crisis ya están ahí y va a tomar mucho tiempo encontrar una salida; eso requiere liderazgo político y en este momento no hay liderazgo político (…) lo que se ve es el derrumbe de gobiernos de izquierda y de derecha. El que está en el gobierno cae y no se ve que surja un liderazgo político firme», agregó.
A su turno Calvo coincidió con Cardoso en que el problema que enfrenta Europa «es político». «Lo estamos viendo con el Banco Central Europeo que, con un problema más delimitado, no se ponen de acuerdo en cosas fundamentales para que un banco central tenga poder», expresó. El economista recordó que se trata de un institución que solo puede emitir dinero lo que a su juicio termina con inflación. «Si sigo imprimiendo termino en hiperinflación, ese no es un camino para la solución, es un camino para la hiperinflación. Para que sea un camino de solución necesito que el fisco le dé apoyo al Banco Central si fuera necesario. Es lo que está pidiendo (el presidente del Banco Central Europeo Mario) Draghi, pero es una voz aislada. Lo mismo que (la canciller alemana Angela) Merkel, otra voz aislada», añadió.
El economista argentino planteó que la «ruptura tan generalizada» que se dio por la crisis «se debe mucho al hecho de que hemos desarrollado la globalización sin haber tomado las medidas que hemos considerado adecuadas a nivel nacional. No tenemos un Banco Central mundial. Tenemos al FMI, incluso el propio Banco Central Europeo, es clarísimo que no tiene ningún poder».
«En América Latina la gente no se indigna ni por la corrupción, y eso que la información es libre. Corrupción aquí, corrupción allá. Pero no pasa nada. Y no hay indignación. ¿Por qué no hay indignación? Porque hay una relativa prosperidad, hay un cierto bienestar», expresó el ex mandatario norteño. Empero, Cardoso advirtió que quizás esa situación «no se prolongue mucho más en el tiempo» y que en un futuro cercano, si las condiciones económicas cambian, puedan generarse protestas sociales de mayor tamaño y de imprevisible resultado institucional.
«Eso no sé cuánto va a durar, pero como son ciclos ahí sí me preocupa porque puede pasar cualquier cosa. Es muy complicado porque ese contagio de información no genera instituciones nuevas, genera indignación. Pero, ¿cómo se construye algo nuevo? ¿Cómo se engancha esa indignación con alguna cosa que sea secuencial que le permita a la gente seguir adelante en un cierto nuevo marco? Y no hay», reflexionó en un debate organizado por la Fundación Astur presidida por el secretario general iberoamericano Enrique Iglesias y celebrado en el hotel del Lago en el que también disertó el economista argentino Guillermo Calvo. Tanto Iglesias, como Cardoso y Calvo cuestionaron el liderazgo de los dirigentes europeos para tratar de encontrar una solución política al problema que sufre Europa.
«Lo que pasó en Europa es algo que no se había visto antes, donde los mercados nombraron a un primer ministro directamente. La sensación que se tiene es que el poder político perdió el control de la situación. Es la verdad», enfatizó Cardoso.
«Los costos de la crisis ya están ahí y va a tomar mucho tiempo encontrar una salida; eso requiere liderazgo político y en este momento no hay liderazgo político (…) lo que se ve es el derrumbe de gobiernos de izquierda y de derecha. El que está en el gobierno cae y no se ve que surja un liderazgo político firme», agregó.
A su turno Calvo coincidió con Cardoso en que el problema que enfrenta Europa «es político». «Lo estamos viendo con el Banco Central Europeo que, con un problema más delimitado, no se ponen de acuerdo en cosas fundamentales para que un banco central tenga poder», expresó. El economista recordó que se trata de un institución que solo puede emitir dinero lo que a su juicio termina con inflación. «Si sigo imprimiendo termino en hiperinflación, ese no es un camino para la solución, es un camino para la hiperinflación. Para que sea un camino de solución necesito que el fisco le dé apoyo al Banco Central si fuera necesario. Es lo que está pidiendo (el presidente del Banco Central Europeo Mario) Draghi, pero es una voz aislada. Lo mismo que (la canciller alemana Angela) Merkel, otra voz aislada», añadió.
El economista argentino planteó que la «ruptura tan generalizada» que se dio por la crisis «se debe mucho al hecho de que hemos desarrollado la globalización sin haber tomado las medidas que hemos considerado adecuadas a nivel nacional. No tenemos un Banco Central mundial. Tenemos al FMI, incluso el propio Banco Central Europeo, es clarísimo que no tiene ningún poder».