Foto: LA NACION
A 35 kilómetros al noroeste de la Capital está Malvinas Argentinas, uno de los 135 partidos de la provincia. Fue creado a mediados de los 90 para descentralizar, cuando se dividió a General Sarmiento en tres: San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas. La sesión tiene lugar en el amplio despacho que Jesús Cariglino tiene en el nuevo e impactante edificio municipal.
– En 2011, usted apoyaba a Duhalde presidente. En la primera vuelta le gana al candidato de Cristina por sólo dos puntos. Se dice que, para no pasar sustos en la segunda, mandó boletas cortadas de Cristina con las de Cariglino intendente. O sea, se subió a la boleta de Cristina.
– Hubo una gran campaña de vecinos autoconvocados. Yo tenía 3 o 4 mil personas que se ofrecían para cuidar las urnas. Ellos vieron que había gente que quería votar a Cristina y también a Cariglino y entonces inventaron ese corte de boleta.
– ¿Pudieron haber sido los vecinos sin su aval?
– Vecinos y algún militante nuestro que se pudo haber enganchado.
– En esa campaña de 2011 hubo denuncias cruzadas de violencia. Hasta hubo tiros.
– Yo nací y vivo acá. No soy barrabrava. Lo que sí hay es un grupo de militantes que me acompañan que es muy fiel a nuestro proyecto. ¿Qué pasó? En ese momento la Gendarmería dirigida por Nilda Garré vino a atacar a nuestros dirigentes y particularmente a quien te habla. Me seguían. Querían intimidarme e imponer por la fuerza a su candidato. Pero perdieron igual, ganó la democracia en Malvinas.
– ¿Pero de parte de sus militantes no hubo balazos?
– Mis militantes no portan armas. Claro que si alguien los va a golpear, ellos se defienden como cualquier ser humano frente a una agresión. De ahí a que sean patotas…
– Hasta hace horas usted era parte de esta foto: [con Jorge Macri y Gustavo Posse dándose la mano]. Eran los tres mosqueteros de Macri en provincia.
– No éramos los tres mosqueteros. Eso era un frente, que es lo que está pidiendo la gente hoy, una unidad contra lo que está llevando a cabo el gobierno nacional.
– Pero algo sucedió en una reunión que tuvo con Macri.
– El creyó que estaba casi obligado a hacer un cierre político con Francisco De Narváez y consideré que había una mejor opción: ir con Sergio Massa. Igual, creo que vamos a terminar todos juntos acompañando este proyecto.
– ¿Acompañando a quién?
– En un principio, en 2013, la candidatura de Massa a encabezar la lista de diputados y después de ahí… [Piensa] Mauricio Macri tiene pretensiones de ser presidente. Me parece que puede ser un buen presidente de los argentinos.
– Espere, ¿usted afirma que Massa va a encabezar la lista?
– Estoy seguro de que sí. Si esto no ocurre, veremos cómo hacemos. Pero estoy seguro de que sí.
– ¿Y Macri qué quería?
-Todos le pedían a Macri que asumiera responsabilidades y se juntara con otros dirigentes políticos, pero creo que agarró el peor camino, que es Francisco De Narváez.
– ¿El peor camino?
– Sí, claro. Me ha tocado estar sentado con él y la última charla que tuvimos lo vi desafiante, como fuera de lugar.
– ¿En qué sentido fuera de lugar?
– Quería poner el apoderado del partido, de las juntas. El resto no existíamos. Y eso es como entregarle las llaves de mi casa y que maneje todo. Lo que yo vi fue a un empresario que no conoce de política, de articular, de sumar. Cree que es el ombligo del mundo. Es imposible negociar con él, te trata como si fuera un patrón de estancia. Desgraciadamente hizo que se frustrara la posibilidad de ampliar un proyecto en el que la oposición pueda caminar junta.
– ¿Cuándo fue esa reunión con De Narváez?
– Fue en San Isidro y salí muy desanimado. Antes de irme planteé que yo no iba a entregar las llaves de nada. Me siguieron Posse y Jorge Macri.
– ¿Ellos también se sorprendieron con la postura de De Narváez?
– Sí. Tal era la sorpresa que yo al principio creí que estaba hablando en chiste. Y cuando le pregunté [a De Narváez] si era una chanza me dijo: «Yo manejo todo esto y pongo a mis hombres».
– Si yo fuese Francisco De Narváez le diría: «Jesús, te recuerdo que el que mueve la aguja de las encuestas soy yo. ¿Cómo no voy a manejar las listas?»
– No. El «yo» no existe en la política. El «yo» es una cadena con muchos eslabones. Alguien debe conducir, pero no de prepo. El problema no es personal. Si lo veo, lo saludo, pero políticamente no hay vuelta atrás.
– ¿Posse y Jorge Macri piensan lo mismo?
– Creo que sí.
– Cuando ustedes le explicaron a Mauricio las diferencias con Francisco, ¿qué les dijo?
– Absolutamente nada. Es muy generoso. Que cada uno haga lo que siente y lo que piensa.
– ¿Del lado de Macri podría existir la desconfianza de que De Narváez, al final, iría como gobernador de un Scioli presidente en 2015?
– ¡Sí, claro! Pero eso también demuestra lo generoso que es Macri.
– (Foto de Sergio Massa) Déjeme machacar. ¿Usted asegura que juega él en persona?
– Estoy convencido. Sería un grave error que no juegue. La gente lo está demandando. Somos muchos los intendentes que lo acompañamos.
– Massa le podría decir que todos lo invitan a subir al ring contra Cristina, pero que después sacan el banquito y el que queda solo contra el aparato del Estado es él.
– Esa etapa yo ya la viví. Yo estuve más solo que nadie y sigo siendo intendente de Malvinas. Sergio tendrá que pasar esa etapa. Si uno aspira a ser gobernador o presidente tiene que demostrarle a la gente que también tiene coraje. El que estaba solo era yo. Ahora Massa está acompañado por muchos. Tiene que asumir su responsabilidad.
– ¿Tiene algo Massa que no tenga Scioli?
– Scioli demostró no cuidar a la provincia. Prefirió cuidar sus buenas relaciones con la Nación. No apostó en salud, ni educación ni seguridad, todo por estar sometido al poder central, que es una aspiradora que lima la caja de todos.
– Ahora hablemos de usted. ¿Su futuro político?
– Falta mucho, pero hay una gran cantidad de gente que cree que la provincia debe estar en manos de quienes quieran trabajar por ella.
– Así que le gustaría ser gobernador…
– Me gustaría defender la provincia mucho más de lo que hace Scioli.
– ¿Dónde lo ubicamos políticamente? Algunos dicen que tiene cercanía con el Congreso Nacional de Suboficiales Argentinos.
– Yo soy peronista y el peronismo siempre ha tenido izquierda, centro y derecha. Yo estoy en el centro.
– ¿Qué le parecería otra reelección de Cristina?
– Yo no la votaría, seguro.
– Pero el hecho de la re-reelección en sí, ¿qué le parece?
– Espantoso, horrible. Este gobierno tiene poco respeto institucional.
– Lo dice alguien que va por su quinto mandato…
– ¡Pero a mí nadie me lo impide! La ley orgánica me lo permite. Es la gente la que premia y castiga.
– ¿Y en 2015 qué va a hacer?
-Dios dirá y la gente evaluará si está dispuesta a escuchar ahora lo que yo les decía hace 3 o 4 años: que este modelo no es justo ni equitativo y que perdimos una década.
– Dejamos acá.
Nombre: Jesús Cataldo Cariglino
Edad: 56
Ocupación: Fue panadero. Intendente de Malvinas Argentinas
Observaciones: Frontal. Reivindica a Duhalde y a Menem .
A 35 kilómetros al noroeste de la Capital está Malvinas Argentinas, uno de los 135 partidos de la provincia. Fue creado a mediados de los 90 para descentralizar, cuando se dividió a General Sarmiento en tres: San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas. La sesión tiene lugar en el amplio despacho que Jesús Cariglino tiene en el nuevo e impactante edificio municipal.
– En 2011, usted apoyaba a Duhalde presidente. En la primera vuelta le gana al candidato de Cristina por sólo dos puntos. Se dice que, para no pasar sustos en la segunda, mandó boletas cortadas de Cristina con las de Cariglino intendente. O sea, se subió a la boleta de Cristina.
– Hubo una gran campaña de vecinos autoconvocados. Yo tenía 3 o 4 mil personas que se ofrecían para cuidar las urnas. Ellos vieron que había gente que quería votar a Cristina y también a Cariglino y entonces inventaron ese corte de boleta.
– ¿Pudieron haber sido los vecinos sin su aval?
– Vecinos y algún militante nuestro que se pudo haber enganchado.
– En esa campaña de 2011 hubo denuncias cruzadas de violencia. Hasta hubo tiros.
– Yo nací y vivo acá. No soy barrabrava. Lo que sí hay es un grupo de militantes que me acompañan que es muy fiel a nuestro proyecto. ¿Qué pasó? En ese momento la Gendarmería dirigida por Nilda Garré vino a atacar a nuestros dirigentes y particularmente a quien te habla. Me seguían. Querían intimidarme e imponer por la fuerza a su candidato. Pero perdieron igual, ganó la democracia en Malvinas.
– ¿Pero de parte de sus militantes no hubo balazos?
– Mis militantes no portan armas. Claro que si alguien los va a golpear, ellos se defienden como cualquier ser humano frente a una agresión. De ahí a que sean patotas…
– Hasta hace horas usted era parte de esta foto: [con Jorge Macri y Gustavo Posse dándose la mano]. Eran los tres mosqueteros de Macri en provincia.
– No éramos los tres mosqueteros. Eso era un frente, que es lo que está pidiendo la gente hoy, una unidad contra lo que está llevando a cabo el gobierno nacional.
– Pero algo sucedió en una reunión que tuvo con Macri.
– El creyó que estaba casi obligado a hacer un cierre político con Francisco De Narváez y consideré que había una mejor opción: ir con Sergio Massa. Igual, creo que vamos a terminar todos juntos acompañando este proyecto.
– ¿Acompañando a quién?
– En un principio, en 2013, la candidatura de Massa a encabezar la lista de diputados y después de ahí… [Piensa] Mauricio Macri tiene pretensiones de ser presidente. Me parece que puede ser un buen presidente de los argentinos.
– Espere, ¿usted afirma que Massa va a encabezar la lista?
– Estoy seguro de que sí. Si esto no ocurre, veremos cómo hacemos. Pero estoy seguro de que sí.
– ¿Y Macri qué quería?
-Todos le pedían a Macri que asumiera responsabilidades y se juntara con otros dirigentes políticos, pero creo que agarró el peor camino, que es Francisco De Narváez.
– ¿El peor camino?
– Sí, claro. Me ha tocado estar sentado con él y la última charla que tuvimos lo vi desafiante, como fuera de lugar.
– ¿En qué sentido fuera de lugar?
– Quería poner el apoderado del partido, de las juntas. El resto no existíamos. Y eso es como entregarle las llaves de mi casa y que maneje todo. Lo que yo vi fue a un empresario que no conoce de política, de articular, de sumar. Cree que es el ombligo del mundo. Es imposible negociar con él, te trata como si fuera un patrón de estancia. Desgraciadamente hizo que se frustrara la posibilidad de ampliar un proyecto en el que la oposición pueda caminar junta.
– ¿Cuándo fue esa reunión con De Narváez?
– Fue en San Isidro y salí muy desanimado. Antes de irme planteé que yo no iba a entregar las llaves de nada. Me siguieron Posse y Jorge Macri.
– ¿Ellos también se sorprendieron con la postura de De Narváez?
– Sí. Tal era la sorpresa que yo al principio creí que estaba hablando en chiste. Y cuando le pregunté [a De Narváez] si era una chanza me dijo: «Yo manejo todo esto y pongo a mis hombres».
– Si yo fuese Francisco De Narváez le diría: «Jesús, te recuerdo que el que mueve la aguja de las encuestas soy yo. ¿Cómo no voy a manejar las listas?»
– No. El «yo» no existe en la política. El «yo» es una cadena con muchos eslabones. Alguien debe conducir, pero no de prepo. El problema no es personal. Si lo veo, lo saludo, pero políticamente no hay vuelta atrás.
– ¿Posse y Jorge Macri piensan lo mismo?
– Creo que sí.
– Cuando ustedes le explicaron a Mauricio las diferencias con Francisco, ¿qué les dijo?
– Absolutamente nada. Es muy generoso. Que cada uno haga lo que siente y lo que piensa.
– ¿Del lado de Macri podría existir la desconfianza de que De Narváez, al final, iría como gobernador de un Scioli presidente en 2015?
– ¡Sí, claro! Pero eso también demuestra lo generoso que es Macri.
– (Foto de Sergio Massa) Déjeme machacar. ¿Usted asegura que juega él en persona?
– Estoy convencido. Sería un grave error que no juegue. La gente lo está demandando. Somos muchos los intendentes que lo acompañamos.
– Massa le podría decir que todos lo invitan a subir al ring contra Cristina, pero que después sacan el banquito y el que queda solo contra el aparato del Estado es él.
– Esa etapa yo ya la viví. Yo estuve más solo que nadie y sigo siendo intendente de Malvinas. Sergio tendrá que pasar esa etapa. Si uno aspira a ser gobernador o presidente tiene que demostrarle a la gente que también tiene coraje. El que estaba solo era yo. Ahora Massa está acompañado por muchos. Tiene que asumir su responsabilidad.
– ¿Tiene algo Massa que no tenga Scioli?
– Scioli demostró no cuidar a la provincia. Prefirió cuidar sus buenas relaciones con la Nación. No apostó en salud, ni educación ni seguridad, todo por estar sometido al poder central, que es una aspiradora que lima la caja de todos.
– Ahora hablemos de usted. ¿Su futuro político?
– Falta mucho, pero hay una gran cantidad de gente que cree que la provincia debe estar en manos de quienes quieran trabajar por ella.
– Así que le gustaría ser gobernador…
– Me gustaría defender la provincia mucho más de lo que hace Scioli.
– ¿Dónde lo ubicamos políticamente? Algunos dicen que tiene cercanía con el Congreso Nacional de Suboficiales Argentinos.
– Yo soy peronista y el peronismo siempre ha tenido izquierda, centro y derecha. Yo estoy en el centro.
– ¿Qué le parecería otra reelección de Cristina?
– Yo no la votaría, seguro.
– Pero el hecho de la re-reelección en sí, ¿qué le parece?
– Espantoso, horrible. Este gobierno tiene poco respeto institucional.
– Lo dice alguien que va por su quinto mandato…
– ¡Pero a mí nadie me lo impide! La ley orgánica me lo permite. Es la gente la que premia y castiga.
– ¿Y en 2015 qué va a hacer?
-Dios dirá y la gente evaluará si está dispuesta a escuchar ahora lo que yo les decía hace 3 o 4 años: que este modelo no es justo ni equitativo y que perdimos una década.
– Dejamos acá.
Nombre: Jesús Cataldo Cariglino
Edad: 56
Ocupación: Fue panadero. Intendente de Malvinas Argentinas
Observaciones: Frontal. Reivindica a Duhalde y a Menem .