El elegido de Scioli para manejar la seguridad elogia a Sergio Berni. Habla de los detenidos por los saqueos y de su pelea con el periodista preferido de Cristina.
Por Rosario Ayerdi desde Pinamar
19/01/13 – 03:08
Firme. La Rosada había pedido su cabeza, pero Daniel Scioli lo mantuvo en el cargo. Igual reconoce «cansancio» en la gestión.
La pelea política por la sucesión de 2015 entre el Gobierno nacional y Daniel Scioli puso en el centro de la escena la política de seguridad bonaerense y desde el ultracristinismo llegaron a pedir la renuncia del ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal. Sin embargo, este mandamiento de la Casa Rosada es uno de los pocos que el Gobernador no cumplió y lo mantuvo en el cargo. En diálogo con PERFIL, el ministro asegura que las críticas quedaron atrás y elogia alsecretario de Seguridad, Sergio Berni.
—El Gobierno apuntó a sectores opositores por los saqueos. ¿Por qué la Justicia no avanzó en esa línea?
—Nosotros pusimos los 510 detenidos a disposición de la Justicia y es la Justicia quien deberá determinar el grado de responsabilidad penal y la motivación. Que fue planificado no hay dudas, que no fue una cuestión de necesidad alimentaria tampoco hay dudas, que fue una situación violenta para generar caos, tampoco hay dudas.
—¿Cruzaron datos para saber si tienen planes sociales?
—Hicimos una mesa de coordinación con Sergio Berni y enviamos toda la información. Ellos tienen el área de Acción Social, para cruzar los datos.
—El jefe de policía de Mar del Plata, Ramón Negretti, renunció por las críticas a su desempeño y por dos recientes homicidios…
—Negretti fue encomendado para hacer un trabajo muy difícil que era reordenar todo el sistema de comisarías en la zona, lo logró con eficiencia, pero tal vez le faltó más relación con algunos sectores de la comunidad que lo criticaron, no eran sobre el funcionamiento, sino que eran críticas de actitudes.
—En los últimos meses se vio que los narcotraficantes manejan negocios desde los countries. ¿Se está investigando a los barrios cerrados?
—El country es el mejor lugar de ocultamiento. Primero porque son lugares cerrados, porque se mimetizan con las personas que viven ahí que generalmente trabajan todo el día. Durante el día no hay nadie, y nadie se conoce.
—El ultrakirchnerismo le pidió a Scioli cambios en la política de seguridad e incluso su renuncia. ¿Cuál fue el peor momento de su gestión?
—Todos los días son muy difíciles, juntarme con los familiares de las víctimas o encontrar a Matías Berardi asesinado son momentos terribles.
—¿En algún momento pensó en renunciar?
—Cansado estoy todos los días, pero soy parte de un equipo y el que decide es el gobernador. Si me dice que esta es mi función, esta es mi función. Lo hago con mucha vocación.
—¿Sigue teniendo críticas del Gobierno nacional?
—Son puntos de vista distintos. Pero cuando Scioli tuvo que plebiscitar su política de seguridad,sacó el 54% de los votos. Si esa política hubiese sido un fracaso no hubiera tenido ese resultado. Si miramos el menú de política que ha fijado el gobernador no creo que nadie esté en desacuerdo.
—¿Entonces las críticas apuntaban a una pelea personal más que de gestión?
—Era una mirada distinta sobre la seguridad que con el tiempo y la realidad ha ido cambiando. Yo hoy veo un Ministerio de Seguridad de la Nación muy atento, menos de planificación y más operativo. Ahora se advierte que hay más trabajo.
—¿Ayudó la llegada de Berni?
—Berni le dio la conducción operativa muy fuerte que no estaba tan marcada. Tal vez la cartera antes se movía más por la formulación de programas que por la operatividad. Es un hombre muy operativo.
—¿Scioli le pide estar más atentos cuando es el período electoral?
—No sólo cuando es electoral, si es posible, Scioli me pide que no duerma nunca.
—Cuando Horacio Verbitsky lo critica, ¿lo hace en nombre del Gobierno nacional?
—No sé. Verbitsky escribe y dice lo que quiere.
—¿Hay una cuestión personal?
—No tengo dudas, y todo lo que dice de mí no es cierto. Que haga lo que quiera, es grande y sabe qué hacer; yo también soy grande y sé qué hacer.
Por Rosario Ayerdi desde Pinamar
19/01/13 – 03:08
Firme. La Rosada había pedido su cabeza, pero Daniel Scioli lo mantuvo en el cargo. Igual reconoce «cansancio» en la gestión.
La pelea política por la sucesión de 2015 entre el Gobierno nacional y Daniel Scioli puso en el centro de la escena la política de seguridad bonaerense y desde el ultracristinismo llegaron a pedir la renuncia del ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal. Sin embargo, este mandamiento de la Casa Rosada es uno de los pocos que el Gobernador no cumplió y lo mantuvo en el cargo. En diálogo con PERFIL, el ministro asegura que las críticas quedaron atrás y elogia alsecretario de Seguridad, Sergio Berni.
—El Gobierno apuntó a sectores opositores por los saqueos. ¿Por qué la Justicia no avanzó en esa línea?
—Nosotros pusimos los 510 detenidos a disposición de la Justicia y es la Justicia quien deberá determinar el grado de responsabilidad penal y la motivación. Que fue planificado no hay dudas, que no fue una cuestión de necesidad alimentaria tampoco hay dudas, que fue una situación violenta para generar caos, tampoco hay dudas.
—¿Cruzaron datos para saber si tienen planes sociales?
—Hicimos una mesa de coordinación con Sergio Berni y enviamos toda la información. Ellos tienen el área de Acción Social, para cruzar los datos.
—El jefe de policía de Mar del Plata, Ramón Negretti, renunció por las críticas a su desempeño y por dos recientes homicidios…
—Negretti fue encomendado para hacer un trabajo muy difícil que era reordenar todo el sistema de comisarías en la zona, lo logró con eficiencia, pero tal vez le faltó más relación con algunos sectores de la comunidad que lo criticaron, no eran sobre el funcionamiento, sino que eran críticas de actitudes.
—En los últimos meses se vio que los narcotraficantes manejan negocios desde los countries. ¿Se está investigando a los barrios cerrados?
—El country es el mejor lugar de ocultamiento. Primero porque son lugares cerrados, porque se mimetizan con las personas que viven ahí que generalmente trabajan todo el día. Durante el día no hay nadie, y nadie se conoce.
—El ultrakirchnerismo le pidió a Scioli cambios en la política de seguridad e incluso su renuncia. ¿Cuál fue el peor momento de su gestión?
—Todos los días son muy difíciles, juntarme con los familiares de las víctimas o encontrar a Matías Berardi asesinado son momentos terribles.
—¿En algún momento pensó en renunciar?
—Cansado estoy todos los días, pero soy parte de un equipo y el que decide es el gobernador. Si me dice que esta es mi función, esta es mi función. Lo hago con mucha vocación.
—¿Sigue teniendo críticas del Gobierno nacional?
—Son puntos de vista distintos. Pero cuando Scioli tuvo que plebiscitar su política de seguridad,sacó el 54% de los votos. Si esa política hubiese sido un fracaso no hubiera tenido ese resultado. Si miramos el menú de política que ha fijado el gobernador no creo que nadie esté en desacuerdo.
—¿Entonces las críticas apuntaban a una pelea personal más que de gestión?
—Era una mirada distinta sobre la seguridad que con el tiempo y la realidad ha ido cambiando. Yo hoy veo un Ministerio de Seguridad de la Nación muy atento, menos de planificación y más operativo. Ahora se advierte que hay más trabajo.
—¿Ayudó la llegada de Berni?
—Berni le dio la conducción operativa muy fuerte que no estaba tan marcada. Tal vez la cartera antes se movía más por la formulación de programas que por la operatividad. Es un hombre muy operativo.
—¿Scioli le pide estar más atentos cuando es el período electoral?
—No sólo cuando es electoral, si es posible, Scioli me pide que no duerma nunca.
—Cuando Horacio Verbitsky lo critica, ¿lo hace en nombre del Gobierno nacional?
—No sé. Verbitsky escribe y dice lo que quiere.
—¿Hay una cuestión personal?
—No tengo dudas, y todo lo que dice de mí no es cierto. Que haga lo que quiera, es grande y sabe qué hacer; yo también soy grande y sé qué hacer.