El 7 de octubre a las tres de la mañana un patrullero llegó a la casa de Sandra Muñoz para avisarle que su hijo se había ahorcado con un pantalón de jogging en la comisaría de Tigre, donde estaba detenido. Desde ese día la familia de Diego García denuncia irregularidades y sospecha que no se trató de un suicidio. Mañana a las 11 habrá una conferencia de prensa, convocada por la Campaña contra la Violencia Institucional, para difundir el hecho y exigir justicia.
Diego García tenía 24 años y trabajaba con su hermano menor y un amigo armando pistas de hielo para el shopping Soleil, de Boulogne. Fue detenido por una patrulla del COT (Comando de Operaciones Tigre) la tarde del domingo 6 de octubre. A medianoche la policía informó a la familia García que Diego estaba en la comisaría 1° de Tigre. Dijeron que el joven había intentado robar una moto a pocas cuadras de su hogar y que un grupo de vecinos lo había golpeado y atado hasta que llegara el COT.
Tres horas después, otro patrullero llegó a la casa –en el centro de Tigre- para decir que el joven estaba muerto. Sandra Muñoz y su marido salieron inmediatamente para la comisaría. No pudieron verlo, les comunicaron que lo habían llevado a otra dependencia. Sandra volvió a su casa, abrazó a sus hijos menores y les dijo: “Diego entró vivo a la comisaría y salió muerto. Es responsabilidad de la comisaría”. No era la primera vez que Sandra recibía noticias trágicas. Este año, hace siete meses, otro de sus hijos fue asesinado: el 6 de marzo, Lucas, hermano mayor de Diego fue apuñalado en el penal de Campana. Estaba preso por robo y cumplía su condena de cuatro años. A Sandra la violencia la persigue desde niña: cuando tenía siete años estuvo secuestrada un mes en el centro clandestino de detención en Campo de Mayo. Su madre fue asesinada por la dictadura y tiene una tía desaparecida.
El caso de su hijo, Diego García, derivó a la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) 4 de Pilar a cargo de Cecilia Chaieb. “Al ser fiscal de Tigre no puede intervenir en el hecho, porque hay policías involucrados; por eso actúa Pilar”, explicó a Infojus Noticias la abogada de la familia, Gabriela Conder. Por estos días se espera que los resultados de la autopsia lleguen a manos de la fiscal. “La policía dice que Diego suicidó ahorcándose con su propio pantalón pero no da pruebas. Las fotos lo muestran acostado en el piso, ya sin vida. El primer fiscal que intervino, Mariano Magaz, caratuló la causa sólo por los dichos de la Policía”, dijo Muñoz a Infojus Noticias .
Desde la fiscalía están citando a declarar a otros presos que se encontraban en la comisaría esa noche. “El resultado de la autopsia no está agregado en la causa. En principio, los resultados hablan de que la muerte se produjo por ahorcamiento. No surge que haya habido intervención de terceras personas. El suicidio es lo que aparenta, pero todavía faltan pericias”, contó Chaieb a Infojus Noticias. “Estamos investigando el cumplimiento del personal policial para determinar cómo sucedió el hecho”, agregó la fiscal.
Dos semanas después de la muerte de Diego, una testigo “dijo que él no quiso robar ninguna moto y que solo pidió un cigarrillo”, contó Sandra. “El que dice que le intentó robar la moto no hizo la denuncia. Lo denunció la mujer que le pegó con un palo, pero que no tiene nada que ver con el dueño de la moto”.
Desde la Comisión de Familiares y Amigos por Justicia por Diego García denuncian a los funcionarios policiales y judiciales por diversas irregularidades en esta causa. También hacen responsables al comisario de turno, Daniel Rojas, y a los oficiales Lucio Villalba y a Joaquín Protasi, ambos de servicio ese día. “También hacemos extensiva esta denuncia al responsable político de Tigre, el intendente Sergio Massa, que aparece cínicamente en los medios como un abanderado de la seguridad ciudadana y pretendiendo que la policía que actúa en su distrito es un ejemplo en la materia, cuando en realidad el caso de Diego se suma a una larga serie de homicidios donde se mezclan policías, delincuentes y fiscales que miran para otro lado”, expresó el comunicado de la comisión.
En Tigre hubo recientemente otro caso con características en común, denunciaron desde la comisión. El comunicado cita el de Micaela Fernández, una adolescente de 14 años muerta de un tiro en la cabeza en la casa de un “supuesto narco donde paran frecuentemente los policías de Talar”, Tigre, también caratulado como suicidio. Su madre fue a reclamar a la Comisaría 6° y fue recibida con una “feroz paliza por el personal policial”. O el de Alberto Aguilar, en Ricardo Rojas, un trabajador que fue asesinado por delincuentes que siguieron operando libremente en el barrio mientras el COT se ocupaba de reprimir brutalmente la movilización de vecinos que reclamaba justicia.
La conferencia de mañana será en la casa de la familia de la víctima, en el centro de Tigre. Fue convocada por la Campaña contra la Violencia Institucional, que trabaja en una política integral que permita ir reformulando el rol de las Fuerzas de seguridad en el contexto democrático.
Diego García tenía 24 años y trabajaba con su hermano menor y un amigo armando pistas de hielo para el shopping Soleil, de Boulogne. Fue detenido por una patrulla del COT (Comando de Operaciones Tigre) la tarde del domingo 6 de octubre. A medianoche la policía informó a la familia García que Diego estaba en la comisaría 1° de Tigre. Dijeron que el joven había intentado robar una moto a pocas cuadras de su hogar y que un grupo de vecinos lo había golpeado y atado hasta que llegara el COT.
Tres horas después, otro patrullero llegó a la casa –en el centro de Tigre- para decir que el joven estaba muerto. Sandra Muñoz y su marido salieron inmediatamente para la comisaría. No pudieron verlo, les comunicaron que lo habían llevado a otra dependencia. Sandra volvió a su casa, abrazó a sus hijos menores y les dijo: “Diego entró vivo a la comisaría y salió muerto. Es responsabilidad de la comisaría”. No era la primera vez que Sandra recibía noticias trágicas. Este año, hace siete meses, otro de sus hijos fue asesinado: el 6 de marzo, Lucas, hermano mayor de Diego fue apuñalado en el penal de Campana. Estaba preso por robo y cumplía su condena de cuatro años. A Sandra la violencia la persigue desde niña: cuando tenía siete años estuvo secuestrada un mes en el centro clandestino de detención en Campo de Mayo. Su madre fue asesinada por la dictadura y tiene una tía desaparecida.
El caso de su hijo, Diego García, derivó a la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) 4 de Pilar a cargo de Cecilia Chaieb. “Al ser fiscal de Tigre no puede intervenir en el hecho, porque hay policías involucrados; por eso actúa Pilar”, explicó a Infojus Noticias la abogada de la familia, Gabriela Conder. Por estos días se espera que los resultados de la autopsia lleguen a manos de la fiscal. “La policía dice que Diego suicidó ahorcándose con su propio pantalón pero no da pruebas. Las fotos lo muestran acostado en el piso, ya sin vida. El primer fiscal que intervino, Mariano Magaz, caratuló la causa sólo por los dichos de la Policía”, dijo Muñoz a Infojus Noticias .
Desde la fiscalía están citando a declarar a otros presos que se encontraban en la comisaría esa noche. “El resultado de la autopsia no está agregado en la causa. En principio, los resultados hablan de que la muerte se produjo por ahorcamiento. No surge que haya habido intervención de terceras personas. El suicidio es lo que aparenta, pero todavía faltan pericias”, contó Chaieb a Infojus Noticias. “Estamos investigando el cumplimiento del personal policial para determinar cómo sucedió el hecho”, agregó la fiscal.
Dos semanas después de la muerte de Diego, una testigo “dijo que él no quiso robar ninguna moto y que solo pidió un cigarrillo”, contó Sandra. “El que dice que le intentó robar la moto no hizo la denuncia. Lo denunció la mujer que le pegó con un palo, pero que no tiene nada que ver con el dueño de la moto”.
Desde la Comisión de Familiares y Amigos por Justicia por Diego García denuncian a los funcionarios policiales y judiciales por diversas irregularidades en esta causa. También hacen responsables al comisario de turno, Daniel Rojas, y a los oficiales Lucio Villalba y a Joaquín Protasi, ambos de servicio ese día. “También hacemos extensiva esta denuncia al responsable político de Tigre, el intendente Sergio Massa, que aparece cínicamente en los medios como un abanderado de la seguridad ciudadana y pretendiendo que la policía que actúa en su distrito es un ejemplo en la materia, cuando en realidad el caso de Diego se suma a una larga serie de homicidios donde se mezclan policías, delincuentes y fiscales que miran para otro lado”, expresó el comunicado de la comisión.
En Tigre hubo recientemente otro caso con características en común, denunciaron desde la comisión. El comunicado cita el de Micaela Fernández, una adolescente de 14 años muerta de un tiro en la cabeza en la casa de un “supuesto narco donde paran frecuentemente los policías de Talar”, Tigre, también caratulado como suicidio. Su madre fue a reclamar a la Comisaría 6° y fue recibida con una “feroz paliza por el personal policial”. O el de Alberto Aguilar, en Ricardo Rojas, un trabajador que fue asesinado por delincuentes que siguieron operando libremente en el barrio mientras el COT se ocupaba de reprimir brutalmente la movilización de vecinos que reclamaba justicia.
La conferencia de mañana será en la casa de la familia de la víctima, en el centro de Tigre. Fue convocada por la Campaña contra la Violencia Institucional, que trabaja en una política integral que permita ir reformulando el rol de las Fuerzas de seguridad en el contexto democrático.