De madrugada, se derrumbó Hugo Moyano ante la inédita huelga que le hicieron el lunes los camioneros de una empresa de recolección de basura de la Capital, que reaccionaron por la muerte de un chofer al que la obra social moyanista, que administra Liliana Zulet, desatendió.
No sólo cedió y acató el reclamo de presentarse en el corte que habían hecho los rebeldes, encabezados por familiares y compañeros del fallecido.
Ayer, ante la mesa chica de su gremio, admitió que ese reclamo tenía sustento y prometió hacer las reformas en la obra social para impedir que se repita lo que ocurrió: la muerte de un camionero cuyos familiares culpan al servicio de ambulancias del gremio de morar su traslado y del fracaso en lograr que le hicieran los cuidados que, afirman, pudieron salvarle la vida. Muy costoso que mejoras en la atención médica surjan de estos hechos lamentables que complican más al devaluado cacique sindical. (continua….)
No sólo cedió y acató el reclamo de presentarse en el corte que habían hecho los rebeldes, encabezados por familiares y compañeros del fallecido.
Ayer, ante la mesa chica de su gremio, admitió que ese reclamo tenía sustento y prometió hacer las reformas en la obra social para impedir que se repita lo que ocurrió: la muerte de un camionero cuyos familiares culpan al servicio de ambulancias del gremio de morar su traslado y del fracaso en lograr que le hicieran los cuidados que, afirman, pudieron salvarle la vida. Muy costoso que mejoras en la atención médica surjan de estos hechos lamentables que complican más al devaluado cacique sindical. (continua….)