En medio del conflicto con los gremios de pilotos y mecánicos, la jefa de Estado fue a Aeroparque a inaugurar un hangar y aprovechó para respaldar de manera categórica al presidente de Aerolíneas y cuestionar con inusual dureza a aquellos sindicatos.
Para los que todavía no entendieron mi pedido como presidenta de la República, a ese señor, que está sentado ahí y que se llama Mariano Recalde, no lo puso (como presidente de Aerolíneas) el Espíritu Santo, lo nombró esta presidenta, señaló ayer la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, durante la inauguración en Aeroparque del nuevo hangar de Austral. La primera mandataria hizo una férrea defensa de la gestión estatal de la compañía que fue expropiada en 2008. Fue un discurso visceral, de más de cuarenta minutos, durante el cual se refirió sin medias tintas a los conflictos intersindicales que complicaron las operaciones de la aerolínea de bandera en las últimas semanas. Cristina criticó los boicots encubiertos y les reiteró el pedido de colaboración: Háganlo por sus compatriotas, por los 40 millones de argentinos, y sobre todo por aquellos que nunca vieron un avión de cerca y, sin embargo, pagan sus impuestos y sus cosas, y tal vez nunca vuelen en la Argentina, háganlo por ellos.
La inauguración del hangar estaba prevista para el miércoles de la semana pasada. El acto se reprogramó para ayer a causa de los conflictos de los gremios de pilotos y de mecánicos con la conducción de AA. Incluso, se cruzaron misivas en torno de la veracidad de la obra. Aerolíneas Argentinas indicó que reformó el hangar (ex CATA), con una inversión en reestructuración y equipamiento de más de cinco millones de pesos. El discurso de la Presidenta fue interrumpido en 26 oportunidades por aplausos y vitoreos de los trabajadores presentes en el Aeroparque Jorge Newbery, en su mayoría maleteros y empleados de rampa de la Asociación de Personal Aeronáutico. Previo a su discurso, y a pedido de CFK, se trasmitió en pantalla gigante parte del acto en donde la Presidenta anunciaba que el Estado recuperaba Aerolíneas, un 21 de julio de 2008. La proyección le permitió poner en perspectiva algunos de los reclamos sindicales actuales. La Presidenta aseguró que las medidas llevadas a cabo por los gremios en los últimos días son boicots encubiertos, porque no son acciones declaradas y abiertas, sino que son vuelos que no salen, que se cancelan o se caen. ¿Saben qué siento? Que esa frase, que todos me repetían de manera monocorde: Aerolíneas somos todos, ahora parece que Aerolíneas son unos pocos y la verdad es que yo no quiero que sea así. Yo quiero que Aerolíneas sea de los 40 millones de argentinos, cuestionó. La jefa de la Nación también hizo un pormenorizado detalle de las inversiones que realizó el Estado para poner en forma la compañía y la recuperación de los salarios de sus trabajadores (ver aparte). Los sueldos de los pilotos, cuyo sindicato en Aerolíneas critica la gestión de Recalde, se ubican en torno de los 40.000 pesos mensuales.
En las últimas semanas dirigentes de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce Ricardo Cirielli, y de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), presidida por Jorge Pérez Tamayo, se cruzaron duramente con el directorio de Aerolíneas. Los primeros, por una cuestión de encuadramiento sindical, y los segundos, por no estar a favor de que se renueve la actual flota de Jumbos para vuelos internacionales.
El último conflicto entre el Gobierno y esos sindicatos le hizo perder a Aerolíneas 20 millones de dólares, calculados a estándar internacional, indicó CFK. ¿Por qué? Porque no solamente es el dinero que uno tiene que devolver de los pasajes, los hoteles, la comida y los transfers; ahí también se calcula internacionalmente la pérdida de prestigio de una compañía, explicó. Las pérdidas de la empresa fueron incluso más abultadas, debido a que continuaron las suspensiones aun después del traspaso de las operaciones de control del espacio aéreo a la órbita del Ministerio de Defensa. Según estimaciones de la Secretaría de Transporte, la pérdida se ubica entre 25 y 30 millones de dólares.
En otro tramo de su discurso Cristina Kirchner respondió a los ataques realizados por APLA a la administración de Aerolíneas, en particular al directorio. Quería venir hoy aquí también porque algunas manifestaciones que escuché, acerca de la juventud, de los jóvenes, pareciera ser un pecado tener menos de 40 años. No sé si hablan desde la envidia aquellos que tienen más de 50 o 60, o hablan simplemente con las rémoras del pasado, frente a jóvenes que han logrado que nos volvamos a incorporar a IATA, a Sky Team, que nos han puesto como una línea de bandera digna de ser tomada, señaló en referencia al titular de Aerolíneas, que tiene 39 años. En contraposición, criticó las actitudes chiquilinas de los gremios: Hasta hace poco, si uno era piloto de un vuelo o de una línea, no podía volar en la otra, algo así como no te dejo volar en mi avioncito porque sos del otro avioncito.
Las palabras de Cristina se iban entrecortando, entre la emoción al recordar a Néstor Kirchner y el enojo que le generan las actitudes que iba enumerando de algunos gremios. Buscó entonces una nota de color. Recordó los vuelos que fueron suspendidos desde Roma en mayo de 2008 por motivo de colitis de parte de la tripulación que debía comandar esa aeronave. Vuelos que quedaron colgados en Roma, en Auckland y todos lugares en donde los médicos no podían constatar el estado de esa simultaneidad de colitis. Perdónenme, es más elegante la tendinitis, pero bueno el informe decía colitis, manifestó en referencia al conflicto con los trabajadores del subte (ver aparte). Cuando yo escuchaba declaraciones de que los vuelos están mal programados, cuando quien los programaba eran precisamente los que los boicoteaban; cuando decían que la operación estaba mal hecha y los que gerenciaban la operación habían sido puestos por ellos mismos, realmente me pareció ya más que una falta de cooperación, un ejercicio de cinismo inadmisible, continuó.
También defendió el paquete de medidas que se anunció este lunes, el cual abarca redefinir rutas, acelerar el proceso de renovación de flota, aumentar la productividad de los pilotos y eliminar algunos privilegios de esos trabajadores. El anuncio recibió en su mayoría apoyos, pero también hubo duras críticas de parte del gremio de pilotos de Pérez Tamayo. El plan que fuera presentado la semana pasada por el ministro de Planificación (Julio De Vido), junto al ministro de Trabajo (Carlos Tomada) y de Turismo (Enrique Meyer) me fue consultado, paso por paso, en Olivos, antes de ser anunciado. Que nadie confunda a nadie: la que decide es esta presidenta por mandato popular, les recordó a los sindicatos.
CFK cotejó en su discurso la situación de Aerolíneas durante su etapa privatizada y la actual, gerenciada por el Estado. Esta presidenta se hizo cargo de esta compañía en nombre de todos los argentinos en ese momento: quebrada, vaciada, sin aviones, dejada de la mano de quienes la habían quebrado, con el desempeño también de seis sindicatos en su interior. Hoy aquí estamos inaugurando el hangar para los nuevos 20 aviones Embraer, que adquirió esta administración, planteó. El hangar fue adecuado para la operatoria y mantenimiento de la flota de aeronaves Embraer 190 de Austral, que operan desde dicha estación aérea. La nueva factoría cuenta con taller de ruedas y frenos, de baterías y oxígeno, para la reparación y mantenimiento de los aviones E-190. El equipamiento de estos talleres demandó una inversión adicional de 2,2 millones de pesos.
El apoyo que necesito es del trabajo. Trabajen, den todo lo mejor de sí para que Aerolíneas sea lo que me dijeron todos ustedes, aquel 21 de julio del 2008, en la Casa Rosada, en el Salón Blanco, que Aerolíneas Argentinas somos todos, demuéstrennos a los argentinos, concluyó la jefa de Estado, quien consideró que no hay que pelear, no hay que confrontar, hay que persuadirlos de que tienen que trabajar todos los días para levantar cada día más la línea.
Para los que todavía no entendieron mi pedido como presidenta de la República, a ese señor, que está sentado ahí y que se llama Mariano Recalde, no lo puso (como presidente de Aerolíneas) el Espíritu Santo, lo nombró esta presidenta, señaló ayer la jefa de Estado, Cristina Fernández de Kirchner, durante la inauguración en Aeroparque del nuevo hangar de Austral. La primera mandataria hizo una férrea defensa de la gestión estatal de la compañía que fue expropiada en 2008. Fue un discurso visceral, de más de cuarenta minutos, durante el cual se refirió sin medias tintas a los conflictos intersindicales que complicaron las operaciones de la aerolínea de bandera en las últimas semanas. Cristina criticó los boicots encubiertos y les reiteró el pedido de colaboración: Háganlo por sus compatriotas, por los 40 millones de argentinos, y sobre todo por aquellos que nunca vieron un avión de cerca y, sin embargo, pagan sus impuestos y sus cosas, y tal vez nunca vuelen en la Argentina, háganlo por ellos.
La inauguración del hangar estaba prevista para el miércoles de la semana pasada. El acto se reprogramó para ayer a causa de los conflictos de los gremios de pilotos y de mecánicos con la conducción de AA. Incluso, se cruzaron misivas en torno de la veracidad de la obra. Aerolíneas Argentinas indicó que reformó el hangar (ex CATA), con una inversión en reestructuración y equipamiento de más de cinco millones de pesos. El discurso de la Presidenta fue interrumpido en 26 oportunidades por aplausos y vitoreos de los trabajadores presentes en el Aeroparque Jorge Newbery, en su mayoría maleteros y empleados de rampa de la Asociación de Personal Aeronáutico. Previo a su discurso, y a pedido de CFK, se trasmitió en pantalla gigante parte del acto en donde la Presidenta anunciaba que el Estado recuperaba Aerolíneas, un 21 de julio de 2008. La proyección le permitió poner en perspectiva algunos de los reclamos sindicales actuales. La Presidenta aseguró que las medidas llevadas a cabo por los gremios en los últimos días son boicots encubiertos, porque no son acciones declaradas y abiertas, sino que son vuelos que no salen, que se cancelan o se caen. ¿Saben qué siento? Que esa frase, que todos me repetían de manera monocorde: Aerolíneas somos todos, ahora parece que Aerolíneas son unos pocos y la verdad es que yo no quiero que sea así. Yo quiero que Aerolíneas sea de los 40 millones de argentinos, cuestionó. La jefa de la Nación también hizo un pormenorizado detalle de las inversiones que realizó el Estado para poner en forma la compañía y la recuperación de los salarios de sus trabajadores (ver aparte). Los sueldos de los pilotos, cuyo sindicato en Aerolíneas critica la gestión de Recalde, se ubican en torno de los 40.000 pesos mensuales.
En las últimas semanas dirigentes de la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce Ricardo Cirielli, y de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), presidida por Jorge Pérez Tamayo, se cruzaron duramente con el directorio de Aerolíneas. Los primeros, por una cuestión de encuadramiento sindical, y los segundos, por no estar a favor de que se renueve la actual flota de Jumbos para vuelos internacionales.
El último conflicto entre el Gobierno y esos sindicatos le hizo perder a Aerolíneas 20 millones de dólares, calculados a estándar internacional, indicó CFK. ¿Por qué? Porque no solamente es el dinero que uno tiene que devolver de los pasajes, los hoteles, la comida y los transfers; ahí también se calcula internacionalmente la pérdida de prestigio de una compañía, explicó. Las pérdidas de la empresa fueron incluso más abultadas, debido a que continuaron las suspensiones aun después del traspaso de las operaciones de control del espacio aéreo a la órbita del Ministerio de Defensa. Según estimaciones de la Secretaría de Transporte, la pérdida se ubica entre 25 y 30 millones de dólares.
En otro tramo de su discurso Cristina Kirchner respondió a los ataques realizados por APLA a la administración de Aerolíneas, en particular al directorio. Quería venir hoy aquí también porque algunas manifestaciones que escuché, acerca de la juventud, de los jóvenes, pareciera ser un pecado tener menos de 40 años. No sé si hablan desde la envidia aquellos que tienen más de 50 o 60, o hablan simplemente con las rémoras del pasado, frente a jóvenes que han logrado que nos volvamos a incorporar a IATA, a Sky Team, que nos han puesto como una línea de bandera digna de ser tomada, señaló en referencia al titular de Aerolíneas, que tiene 39 años. En contraposición, criticó las actitudes chiquilinas de los gremios: Hasta hace poco, si uno era piloto de un vuelo o de una línea, no podía volar en la otra, algo así como no te dejo volar en mi avioncito porque sos del otro avioncito.
Las palabras de Cristina se iban entrecortando, entre la emoción al recordar a Néstor Kirchner y el enojo que le generan las actitudes que iba enumerando de algunos gremios. Buscó entonces una nota de color. Recordó los vuelos que fueron suspendidos desde Roma en mayo de 2008 por motivo de colitis de parte de la tripulación que debía comandar esa aeronave. Vuelos que quedaron colgados en Roma, en Auckland y todos lugares en donde los médicos no podían constatar el estado de esa simultaneidad de colitis. Perdónenme, es más elegante la tendinitis, pero bueno el informe decía colitis, manifestó en referencia al conflicto con los trabajadores del subte (ver aparte). Cuando yo escuchaba declaraciones de que los vuelos están mal programados, cuando quien los programaba eran precisamente los que los boicoteaban; cuando decían que la operación estaba mal hecha y los que gerenciaban la operación habían sido puestos por ellos mismos, realmente me pareció ya más que una falta de cooperación, un ejercicio de cinismo inadmisible, continuó.
También defendió el paquete de medidas que se anunció este lunes, el cual abarca redefinir rutas, acelerar el proceso de renovación de flota, aumentar la productividad de los pilotos y eliminar algunos privilegios de esos trabajadores. El anuncio recibió en su mayoría apoyos, pero también hubo duras críticas de parte del gremio de pilotos de Pérez Tamayo. El plan que fuera presentado la semana pasada por el ministro de Planificación (Julio De Vido), junto al ministro de Trabajo (Carlos Tomada) y de Turismo (Enrique Meyer) me fue consultado, paso por paso, en Olivos, antes de ser anunciado. Que nadie confunda a nadie: la que decide es esta presidenta por mandato popular, les recordó a los sindicatos.
CFK cotejó en su discurso la situación de Aerolíneas durante su etapa privatizada y la actual, gerenciada por el Estado. Esta presidenta se hizo cargo de esta compañía en nombre de todos los argentinos en ese momento: quebrada, vaciada, sin aviones, dejada de la mano de quienes la habían quebrado, con el desempeño también de seis sindicatos en su interior. Hoy aquí estamos inaugurando el hangar para los nuevos 20 aviones Embraer, que adquirió esta administración, planteó. El hangar fue adecuado para la operatoria y mantenimiento de la flota de aeronaves Embraer 190 de Austral, que operan desde dicha estación aérea. La nueva factoría cuenta con taller de ruedas y frenos, de baterías y oxígeno, para la reparación y mantenimiento de los aviones E-190. El equipamiento de estos talleres demandó una inversión adicional de 2,2 millones de pesos.
El apoyo que necesito es del trabajo. Trabajen, den todo lo mejor de sí para que Aerolíneas sea lo que me dijeron todos ustedes, aquel 21 de julio del 2008, en la Casa Rosada, en el Salón Blanco, que Aerolíneas Argentinas somos todos, demuéstrennos a los argentinos, concluyó la jefa de Estado, quien consideró que no hay que pelear, no hay que confrontar, hay que persuadirlos de que tienen que trabajar todos los días para levantar cada día más la línea.