«Para garantizar la seguridad», el gobierno de China anunció hoy que prohibirá en las nuevas computadoras oficiales el uso de Windows 8, la última versión del sistema operativo de Microsoft. Según Xinhua, la agencia oficial de noticias china, la decisión fue tomada antes de la gran renovación de equipos informáticos que los organismos deben emprender tras la retirada de Windows XP, un sistema operativo que Microsoft dejó expuesto al ataque de los hackers cuando dejó de dar soporte en abril.
El Windows XP es más popular en China que en el resto del mundo: entre un 60% y 70% de las computadoras del país lo usan (unos 200 millones de computadoras), frente a un promedio mundial de 27%. Una de las razones del desfasaje es que en China el 90% del software es pirateado: muchos usuarios, también los empleados de organismos gubernamentales, no actualizaron sus versiones de Windows por ese motivo.
El comunicado oficial no especifica con qué sistema operativo deberán funcionar las nuevas máquinas del Gobierno. Dos de las posibilidades que quedan por tanto abiertas son adoptar Windows 7 o un sistema operativo de código abierto y basado en Linux.
De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, Microsoft se declaró sorprendida por la decisión del gobierno chino. La agencia de noticias financieras Reuters reportó que la piratería había reducido las ventas de Microsoft China a un nivel similar al de Holanda, aunque en el país asiático se vendieran tantas computadoras como en Estados Unidos.
La prohibición de Windows 8 en computadoras oficiales se produce un día después de que el departamento de Justicia de Estados Unidos acusara de ciberespionaje a cinco miembros del Ejército Popular de Liberación chino. Según el fiscal general estadounidense los hackers entraron desde Shangahi en las computadoras de varias empresas estadounidenses para robar secretos comerciales y provocar graves daños económicos.
El Windows XP es más popular en China que en el resto del mundo: entre un 60% y 70% de las computadoras del país lo usan (unos 200 millones de computadoras), frente a un promedio mundial de 27%. Una de las razones del desfasaje es que en China el 90% del software es pirateado: muchos usuarios, también los empleados de organismos gubernamentales, no actualizaron sus versiones de Windows por ese motivo.
El comunicado oficial no especifica con qué sistema operativo deberán funcionar las nuevas máquinas del Gobierno. Dos de las posibilidades que quedan por tanto abiertas son adoptar Windows 7 o un sistema operativo de código abierto y basado en Linux.
De acuerdo con el diario The Wall Street Journal, Microsoft se declaró sorprendida por la decisión del gobierno chino. La agencia de noticias financieras Reuters reportó que la piratería había reducido las ventas de Microsoft China a un nivel similar al de Holanda, aunque en el país asiático se vendieran tantas computadoras como en Estados Unidos.
La prohibición de Windows 8 en computadoras oficiales se produce un día después de que el departamento de Justicia de Estados Unidos acusara de ciberespionaje a cinco miembros del Ejército Popular de Liberación chino. Según el fiscal general estadounidense los hackers entraron desde Shangahi en las computadoras de varias empresas estadounidenses para robar secretos comerciales y provocar graves daños económicos.