Una bancada de izquierda en el Congreso. Ese es
el objetivo de máxima del Frente de Izquierda y de
los Trabajadores (FIT) para
las elecciones legislativas
de octubre, según expresó Christian Castillo (PTS), uno de los referentes nacionales del FIT que visitó Córdoba la semana pasada. Hoy, esa fuerza no tiene representación en el Parlamento, pero en vistas de los resultados obtenidos en las primarias pasadas –casi 900 mil votos, el doble que en 2011– se tienen fe.
–¿Cuál es el objetivo electoral para octubre?
–De máxima, seis diputados; de mínima, uno. Si repetimos los resultados de las primarias tenemos un diputado nacional por Buenos Aires, pero estamos muy cerca de que entre Myriam Bregman, la segunda candidata. En Mendoza, si las encuestas dicen la verdad, estamos muy cerca de una banca. También podemos llegar a ingresar uno por Capital Federal, uno por Córdoba y uno en Salta.
–¿Cómo explican el buen resultado de las primarias?
–Hay una franja de la clase obrera y de la juventud que quiere otra dinámica, construir una alternativa política de la clase trabajadora a nivel nacional con fuerza militante. Se explica también por nuestra presencia cotidiana en las fábricas, en las universidades. Y no nos olvidemos que el FIT fue el que denunció el accionar ilegal de la gendarmería con el Proyecto X, estuvo en la base del impulso al castigo de los asesinos de Mariano Ferreyra, en la denuncia del vaciamiento del ferrocarril, de los negociados que llevaron al crimen social en La Plata con las inundaciones. Y también hay un desencanto con el Gobierno kirchnerista.
–¿A qué atribuye ese desencanto?
–A que el Gobierno ha pactado con Chevron, pone al frente del Ejército a un represor como (César) Milani o para tratar de hacerle frente al ascenso electoral de (Sergio) Massa levanta la política de seguridad de la derecha.
–Cristina dijo que en el ’73 votó a Perón por el Frente de Izquierda Popular, ¿cómo lo interpretan?
–Son manotazos de ahogado de alguien que posiblemente sufra una derrota política de magnitud y donde hay un plan del establishment económico de hacer una transición hacia un peronismo con figuras más de derecha, Massa por fuera y (Daniel) Scioli por dentro (del kirchnerismo).
–¿Cuál es la agenda que quiere llevar el FIT al Congreso?
–El 82 por ciento móvil a los jubilados, la abolición del impuesto al salario (Ganancias), el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y la derogación de todas las leyes de flexibilización laboral que aún permanecen. La anulación de los contratos con Chevron y la nacionalización integral del petróleo y el gas, la nacionalización del sistema ferroviario y un plan de emergencia habitacional para dar tres millones de familias.
Respaldo en las calles
“Ninguno de nuestros planteos se puede conseguir sin la movilización popular. Nuestra intención es articular con los sindicatos, los centros de estudiantes y organizaciones para que cada uno de nuestros proyectos tenga un apoyo social”, dijo Castillo.
–¿Cuál es el objetivo electoral para octubre?
–De máxima, seis diputados; de mínima, uno. Si repetimos los resultados de las primarias tenemos un diputado nacional por Buenos Aires, pero estamos muy cerca de que entre Myriam Bregman, la segunda candidata. En Mendoza, si las encuestas dicen la verdad, estamos muy cerca de una banca. También podemos llegar a ingresar uno por Capital Federal, uno por Córdoba y uno en Salta.
–¿Cómo explican el buen resultado de las primarias?
–Hay una franja de la clase obrera y de la juventud que quiere otra dinámica, construir una alternativa política de la clase trabajadora a nivel nacional con fuerza militante. Se explica también por nuestra presencia cotidiana en las fábricas, en las universidades. Y no nos olvidemos que el FIT fue el que denunció el accionar ilegal de la gendarmería con el Proyecto X, estuvo en la base del impulso al castigo de los asesinos de Mariano Ferreyra, en la denuncia del vaciamiento del ferrocarril, de los negociados que llevaron al crimen social en La Plata con las inundaciones. Y también hay un desencanto con el Gobierno kirchnerista.
–¿A qué atribuye ese desencanto?
–A que el Gobierno ha pactado con Chevron, pone al frente del Ejército a un represor como (César) Milani o para tratar de hacerle frente al ascenso electoral de (Sergio) Massa levanta la política de seguridad de la derecha.
–Cristina dijo que en el ’73 votó a Perón por el Frente de Izquierda Popular, ¿cómo lo interpretan?
–Son manotazos de ahogado de alguien que posiblemente sufra una derrota política de magnitud y donde hay un plan del establishment económico de hacer una transición hacia un peronismo con figuras más de derecha, Massa por fuera y (Daniel) Scioli por dentro (del kirchnerismo).
–¿Cuál es la agenda que quiere llevar el FIT al Congreso?
–El 82 por ciento móvil a los jubilados, la abolición del impuesto al salario (Ganancias), el derecho al aborto legal, seguro y gratuito y la derogación de todas las leyes de flexibilización laboral que aún permanecen. La anulación de los contratos con Chevron y la nacionalización integral del petróleo y el gas, la nacionalización del sistema ferroviario y un plan de emergencia habitacional para dar tres millones de familias.
Respaldo en las calles
“Ninguno de nuestros planteos se puede conseguir sin la movilización popular. Nuestra intención es articular con los sindicatos, los centros de estudiantes y organizaciones para que cada uno de nuestros proyectos tenga un apoyo social”, dijo Castillo.