De visita en Buenos Aires para la presentación del primer cronógrafo íntegramente fabricado por la marca en Suiza, Christian Weissbach, el máximo responsable de TAG Heuer para Latinoamérica y El Caribe, mantuvo un diálogo con El Cronista en el local que la firma posee en el shopping Dot Baires. Durante la charla, el ejecutivo de origen francés aseguró que los negocios de TAG en la Argentina no han sido afectados por las medidas impuestas por el Gobierno para frenar las importaciones de empresas que no tengan producción nacional. También anticipó nuevos lanzamientos de productos para el mercado local, al cual consideró como el más importante para TAG en Sudamérica.
¿Cuál es el motivo de su visita al país?
Estamos presentando un nuevo cronógrafo, el Carrera Calibre 1887, que representa el primer paso que dio la marca en su camino a la independencia como manufactura relojera. Es un producto único con el cual TAG Heuer ha rediseñado la ingeniería de una de las mayores contribuciones de su fundador, Edouard Heuer, a la relojería como es el piñón oscilante de 1887. A la hora de producir el Calibre 1887, nos hemos guiado por una filosofía muy sencilla como es la de acudir a los mejores proveedores cuando sabemos que podemos conseguir la mejor calidad al mejor precio, pero producir nosotros mismos los componentes que sabemos que podemos hacer mejor. Y traer este equipo a la Argentina demuestra lo importante que es para nosotros el mercado local, donde vamos a seguir invirtiendo en crecer.
¿Cómo es la relación con la Argentina actualmente, teniendo en cuenta la cantidad de trabas que sufren las empresas de lujo actualmente?
En Argentina, tenemos una base sólida. Y si hay problemas no se notan. Hasta ahora las ventas, que se concretan de la mano de nuestro socio comercial y distribuidor Darssa, no han sufrido demasiado, justamente por el vinculo tan fuerte que tenemos con el país. Es un vínculo que tal vez no tienen otras marcas. Además, en tiempos dificiles los lideres sobreviven mejor, lo sobrellevan mejor que marcas intermedias o menos fuertes.
Sin embargo, muchas marcas top han optado por irse del país, precisamente por las medidas del Gobierno y para privilegiar otros mercados menos regulados, y concentrar así sus esfuerzos en el marco de una crisis financiera internacional que también puede afectar a este mercado de lujo. ¿Está de acuerdo con este escenario?
En lo que respecta a la crisis global, escuchamos muy malas noticias económicas, pero la realidad es que a la industria del lujo le sigue yendo bien. En el caso de TAG Heuer, solo basta mirar los resultados de su primer semestre, que han sido récord. Lo mismo sucede con el grupo propietario de la marca, Louis Vuitton Möett Hennessy (LVMH).
En el caso de Argentina no puedo hacer comentarios sobre la competencia. Pero sí puedo decir que en nuestro caso estamos en buenas relaciones con las autoridades. Nuestro socio comercial Darssa ha tenido un buen diálogo con el Gobierno. Han podido establecer un plan y lograr así mantener un crecimiento en el negocio. Por eso, tenemos planes para lanzar nuevos productos. Queremos tener mas presencia en medios y en puntos de venta, mediante corners y boutiques.
¿Cuál es ese plan que han cerrado con el Gobierno para poder seguir importando?
Eso es algo entre nuestro socio y distribuidor local y el Gobierno. Nosotros no somos parte de esa discusión. Desde la oficina regional solamente podemos colaborar con nuestros socios, pero los detalles no nos llegan.
¿De todos modos, ese plan les permitió de alguna manera evitar que las medidas de freno a las importaciones los afecten?
Vamos a continuar invirtiendo en el país. A pesar de que no sabemos qué va a pasar en el futuro, sentimos que tenemos que seguir invirtiendo en marketing, en medios, en puntos de venta porque la marca es muy resistente a la crisis y el consumidor quiere nuestros productos.
¿Cómo observa a la Argentina desde su punto de vista de ejecutivo internacional?
La Argentina es el primer mercado para TAG Heuer en Sudamérica. Es un mercado muy importante por lo que solo podemos percibir al país bien y seguir invirtiendo, a pesar de que puedan suceder cuestiones negativas desde lo político.
¿Habrá nuevos lanzamientos?
Antes de fin de año vamos a lanzar la nueva línea femenina de la marca. Para lanzar esta línea tenemos el apoyo de Cameron Díaz, que es nuestra embajadora y que nos permite tener una presencia mas femenina siendo TAG una marca percibida como masculina. El potencial en el mercado femenino es alto. Ya estamos muy bien como marca masculina. Pero hay todo un mercado femenino en el que podemos crecer.
¿Cuál es el motivo de su visita al país?
Estamos presentando un nuevo cronógrafo, el Carrera Calibre 1887, que representa el primer paso que dio la marca en su camino a la independencia como manufactura relojera. Es un producto único con el cual TAG Heuer ha rediseñado la ingeniería de una de las mayores contribuciones de su fundador, Edouard Heuer, a la relojería como es el piñón oscilante de 1887. A la hora de producir el Calibre 1887, nos hemos guiado por una filosofía muy sencilla como es la de acudir a los mejores proveedores cuando sabemos que podemos conseguir la mejor calidad al mejor precio, pero producir nosotros mismos los componentes que sabemos que podemos hacer mejor. Y traer este equipo a la Argentina demuestra lo importante que es para nosotros el mercado local, donde vamos a seguir invirtiendo en crecer.
¿Cómo es la relación con la Argentina actualmente, teniendo en cuenta la cantidad de trabas que sufren las empresas de lujo actualmente?
En Argentina, tenemos una base sólida. Y si hay problemas no se notan. Hasta ahora las ventas, que se concretan de la mano de nuestro socio comercial y distribuidor Darssa, no han sufrido demasiado, justamente por el vinculo tan fuerte que tenemos con el país. Es un vínculo que tal vez no tienen otras marcas. Además, en tiempos dificiles los lideres sobreviven mejor, lo sobrellevan mejor que marcas intermedias o menos fuertes.
Sin embargo, muchas marcas top han optado por irse del país, precisamente por las medidas del Gobierno y para privilegiar otros mercados menos regulados, y concentrar así sus esfuerzos en el marco de una crisis financiera internacional que también puede afectar a este mercado de lujo. ¿Está de acuerdo con este escenario?
En lo que respecta a la crisis global, escuchamos muy malas noticias económicas, pero la realidad es que a la industria del lujo le sigue yendo bien. En el caso de TAG Heuer, solo basta mirar los resultados de su primer semestre, que han sido récord. Lo mismo sucede con el grupo propietario de la marca, Louis Vuitton Möett Hennessy (LVMH).
En el caso de Argentina no puedo hacer comentarios sobre la competencia. Pero sí puedo decir que en nuestro caso estamos en buenas relaciones con las autoridades. Nuestro socio comercial Darssa ha tenido un buen diálogo con el Gobierno. Han podido establecer un plan y lograr así mantener un crecimiento en el negocio. Por eso, tenemos planes para lanzar nuevos productos. Queremos tener mas presencia en medios y en puntos de venta, mediante corners y boutiques.
¿Cuál es ese plan que han cerrado con el Gobierno para poder seguir importando?
Eso es algo entre nuestro socio y distribuidor local y el Gobierno. Nosotros no somos parte de esa discusión. Desde la oficina regional solamente podemos colaborar con nuestros socios, pero los detalles no nos llegan.
¿De todos modos, ese plan les permitió de alguna manera evitar que las medidas de freno a las importaciones los afecten?
Vamos a continuar invirtiendo en el país. A pesar de que no sabemos qué va a pasar en el futuro, sentimos que tenemos que seguir invirtiendo en marketing, en medios, en puntos de venta porque la marca es muy resistente a la crisis y el consumidor quiere nuestros productos.
¿Cómo observa a la Argentina desde su punto de vista de ejecutivo internacional?
La Argentina es el primer mercado para TAG Heuer en Sudamérica. Es un mercado muy importante por lo que solo podemos percibir al país bien y seguir invirtiendo, a pesar de que puedan suceder cuestiones negativas desde lo político.
¿Habrá nuevos lanzamientos?
Antes de fin de año vamos a lanzar la nueva línea femenina de la marca. Para lanzar esta línea tenemos el apoyo de Cameron Díaz, que es nuestra embajadora y que nos permite tener una presencia mas femenina siendo TAG una marca percibida como masculina. El potencial en el mercado femenino es alto. Ya estamos muy bien como marca masculina. Pero hay todo un mercado femenino en el que podemos crecer.
