Es el CEO y propietario de Swiss Medical Group, una empresa que nació para ofrecer servicios de medicina prepaga y que hoy ya se extiende por sectores como los seguros generales y de vida, además de ART. Mientras expande su negocio de la salud con la apertura de nuevos sanatorios, el empresario analiza el escenario actual que afronta el sector
Claudio Belocopitt es uno de los referentes que tiene el mercado de la salud privada en la Argentina. Al frente de Swiss Medical Group (SMG), una compañía que ya cuenta con brazos en el mercado asegurador y ART, el empresario muestra su disconformidad sobre la situación del sector. En especial, resalta la disparidad que existe entre los costos que debe afrontar la actividad, y las posibilidades que el sector tiene de subir las tarifas. ¿Cómo explican los constantes conflictos alrededor de las subas de tarifas? Es que el Estado monopolizó el sistema de salud. Tiene el poder en el sistema privado a través de la Ley de Medicina Prepaga, y el de las obras sociales a través de la obra social conductora, como el PAMI. Si el Estado no decide las actualizaciones, ya las definiciones no corren por cuenta del sector privado. Entonces, no hay manera de que los intereses no se negocien sin el Estado de por medio. ¿Cuánta gente involucra hoy al sistema de medicina prepaga? Cerca de cinco millones de personas. El sector siempre criticó la intervención del Gobierno a un negocio que, según ustedes, no es representativo. ¿Cómo analiza la preocupación estatal por intervenir el sector? Mirar al sector hay que mirarlo, no esta mal. Pero todo tiene que acompañar a la situación general. En esta primera instancia se logró que se entendiera esto. Desde hace años nos pasa lo mismo. Cuando llegamos a un punto, enseguida nos ponen otra meta. ¿Y con los paros de por medio que va a pensar el afiliado?. Acaban de hacer semejante movimiento para aumentar y ahora les paran todo. Parecemos improvisados. ¿Pero ve mal este interés por parte del Gobierno? No se de donde puede venir la intención del Estado; pero creo que es un error. Esto tiene que exigir una negociación. Desde nuestro lado ofrecimos algo en base a lo que tenemos. Pero luego de lo que obtenemos en acuerdos con el Gobierno siempre aparece algo más. Nunca llegamos a ningún lado. ¿Y cómo quedan parados entonces ante la promesa de un nuevo aumento para el segundo semestre? Porque ahora sus necesidades se adelantan Es que el compromiso del Gobierno por un nuevo ajuste va a seguir firme, pero los tiempos de negociación que teníamos pautados no son los que plantea ahora el gremio, que pide adelantar la paritaria y un alza salarial del 30 por ciento. La situación es cada vez más difícil. ¿Hay empresas del sector en situación delicada? El sistema prestacional en general está en un momento muy malo. Ya no se trata tanto de una u otra empresa. ¿Y qué ve entonces hacia adelante? No lo se. Lo que sí se es que siempre los intereses se tienen que amalgamar entre el recurso y el gasto; y esto ocurre en todos los segmentos, ya sea público o privado. El dólar se volvió a mover la semana pasada y ustedes tienen insumos dolarizados Es otro gran tema. En marzo nos dieron una mejora del 5,5% justamente por esto, algo que fue agradecido pero no alcanzó. Desde hace tiempo venimos corriendo con este factor. De todos modos, sería un problema menos grave si, como ocurre en muchos sectores de la economía, las pautas de actualización se fueran dando en tiempo y forma según las necesidades a partir de los costos. ¿Estas situaciones le hace cambiar el foco de la empresa? Es que ahora vivo para solucionar estos problemas. Desde hace tiempo que estoy pendiente de esto y es muy difícil trabajar así. Se trata de apagar incendios todos los días. ¿Vendería la empresa? No; soy un empresario argentino y prefiero confiar en el país, pero lo que falta a veces es sentido común. Estamos en un sector muy complejo. Y del otro lado, ¿esta realidad abre las puertas a la compra de empresas del sector que no pasen hoy por su mejor momento? Por el momento no aparece nada de esto, pero por otra parte hoy, hacer un movimiento de este tipo sería una jugada muy arriesgada. Primero se debe tener claro cómo se define la historia de las actualizaciones de tarifas. Sería como comprarse un problema. ¿De cuánto es hoy la rentabilidad del sistema? En las compañías que andan bien puede llegar al 3% anual.
Claudio Belocopitt es uno de los referentes que tiene el mercado de la salud privada en la Argentina. Al frente de Swiss Medical Group (SMG), una compañía que ya cuenta con brazos en el mercado asegurador y ART, el empresario muestra su disconformidad sobre la situación del sector. En especial, resalta la disparidad que existe entre los costos que debe afrontar la actividad, y las posibilidades que el sector tiene de subir las tarifas. ¿Cómo explican los constantes conflictos alrededor de las subas de tarifas? Es que el Estado monopolizó el sistema de salud. Tiene el poder en el sistema privado a través de la Ley de Medicina Prepaga, y el de las obras sociales a través de la obra social conductora, como el PAMI. Si el Estado no decide las actualizaciones, ya las definiciones no corren por cuenta del sector privado. Entonces, no hay manera de que los intereses no se negocien sin el Estado de por medio. ¿Cuánta gente involucra hoy al sistema de medicina prepaga? Cerca de cinco millones de personas. El sector siempre criticó la intervención del Gobierno a un negocio que, según ustedes, no es representativo. ¿Cómo analiza la preocupación estatal por intervenir el sector? Mirar al sector hay que mirarlo, no esta mal. Pero todo tiene que acompañar a la situación general. En esta primera instancia se logró que se entendiera esto. Desde hace años nos pasa lo mismo. Cuando llegamos a un punto, enseguida nos ponen otra meta. ¿Y con los paros de por medio que va a pensar el afiliado?. Acaban de hacer semejante movimiento para aumentar y ahora les paran todo. Parecemos improvisados. ¿Pero ve mal este interés por parte del Gobierno? No se de donde puede venir la intención del Estado; pero creo que es un error. Esto tiene que exigir una negociación. Desde nuestro lado ofrecimos algo en base a lo que tenemos. Pero luego de lo que obtenemos en acuerdos con el Gobierno siempre aparece algo más. Nunca llegamos a ningún lado. ¿Y cómo quedan parados entonces ante la promesa de un nuevo aumento para el segundo semestre? Porque ahora sus necesidades se adelantan Es que el compromiso del Gobierno por un nuevo ajuste va a seguir firme, pero los tiempos de negociación que teníamos pautados no son los que plantea ahora el gremio, que pide adelantar la paritaria y un alza salarial del 30 por ciento. La situación es cada vez más difícil. ¿Hay empresas del sector en situación delicada? El sistema prestacional en general está en un momento muy malo. Ya no se trata tanto de una u otra empresa. ¿Y qué ve entonces hacia adelante? No lo se. Lo que sí se es que siempre los intereses se tienen que amalgamar entre el recurso y el gasto; y esto ocurre en todos los segmentos, ya sea público o privado. El dólar se volvió a mover la semana pasada y ustedes tienen insumos dolarizados Es otro gran tema. En marzo nos dieron una mejora del 5,5% justamente por esto, algo que fue agradecido pero no alcanzó. Desde hace tiempo venimos corriendo con este factor. De todos modos, sería un problema menos grave si, como ocurre en muchos sectores de la economía, las pautas de actualización se fueran dando en tiempo y forma según las necesidades a partir de los costos. ¿Estas situaciones le hace cambiar el foco de la empresa? Es que ahora vivo para solucionar estos problemas. Desde hace tiempo que estoy pendiente de esto y es muy difícil trabajar así. Se trata de apagar incendios todos los días. ¿Vendería la empresa? No; soy un empresario argentino y prefiero confiar en el país, pero lo que falta a veces es sentido común. Estamos en un sector muy complejo. Y del otro lado, ¿esta realidad abre las puertas a la compra de empresas del sector que no pasen hoy por su mejor momento? Por el momento no aparece nada de esto, pero por otra parte hoy, hacer un movimiento de este tipo sería una jugada muy arriesgada. Primero se debe tener claro cómo se define la historia de las actualizaciones de tarifas. Sería como comprarse un problema. ¿De cuánto es hoy la rentabilidad del sistema? En las compañías que andan bien puede llegar al 3% anual.
Es un caso típico de gobierno de medias tintas, que permite lucrar a las corporaciones. Es muy triste pagar durante muchos años una medicina prepaga y tener que renunciar a esta altura por una cuota insostenible. No se tiene en cuenta la antiguedad del socio ni su edad ni sus recursos. Es tambiín una manifestación del mundo al revés:los viejos, que tenemos problemas para caminar ya no contamos con el manejo del auto, en cambio los jóvenes lo usan,y tanto,que tienen que ir al gimnasio para compensar su sedentarismo…
Peor es que el sistema colapse y vayamos todos los abonados a superpoblar hospitales. Ni hablar los que tienen enfermedades graves.