Sostiene la sabiduría popular que el dueño de la barrera es, siempre, el dueño del peaje. Consciente de esa fatalidad, Guillermo Moreno abonó su fama de honesto fundamentalista que en los últimos tiempos se fue agrietando, a medida que la barrera se cerraba más y más. El “Loco”, el “Napia” o –con perdón– “Poronga” es el mejor ejemplo de cómo fidelidad mata resultados: su poder aumenta a medida que sus proyectos se derrumban . La imagen del Supersecretario en Angola, de espaldas al público, dándole letra a la Presidente que aletea como un pollo se convirtió en una buena representación de su rol: un fiel apuntador de lo que Cristina desea escuchar . Si su madre, Victoria Bravo, hubiera retrasado el parto sólo dos días más, la vida de Guillermo sería perfecta: habría nacido un 17 de octubre de 1955. Pero nació el 15, hincha de Racing, obsesionado por los zapatos, que nunca deben estar demasiado lustrados o impecables; quien así los lleva –condena el Napia– es indudablemente vago . El otro tema que ronda su cabeza con la insistencia de una mosca es el sexo: “A ustedes cuatro me los cojo de parado”, le dijo a los dueños de colegios privados en el tercer piso de la Secretaría de Industria. Terminó la reunión: “Y recuerden que ustedes también tienen familia ”.
“Cómo se coge, en la Argentina, ¿eh?”, largó después de conocer el consumo de preservativos en un encuentro con los directivos de Prime y Tulipán : 50 millones de preservativos por año.
El secretario tampoco le escapó al fetichismo: reunido con las aerolíneas extranjeras y obsesionado con la salida de dólares –giran unos mil millones por año al exterior– les propuso “ agudizar el ingenio para aumentar los gastos ” que se realizan fronteras adentro: “¿Por qué no se ponen a fabricar bombachas para las azafatas?” Sus anécdotas c on el arma sobre el escritorio dejaron de ser un secreto a voces y hasta fueron reflejadas por el ministro sin cartera Horacio Verbitsky.
“¿Cómo se las arreglan los argentinos para entenderse con el señor Moreno?”, le preguntó Miguel Jorge, ministro de Desarrollo e Industria de Lula a Eleonora Gosman, de Clarín , en marzo de 2010. “¿Por qué, ustedes tuvieron problemas?” “Al menos a nosotros no nos puso el revólver encima del escritorio ”.
Una chaqueña que compartió sus primeros años de militancia con Poronga en la unidad básica “Pueblo Peronista” del barrio que hoy devino en Las Cañitas, aseguró a este diario que “él fue siempre así”. “Allá viene el loco”, decían. Lo dejaban hablar a los gritos “y después se iba porque no convencía a nadie”. Sus compañeros de entonces lo describen como “ un tipo gris , muy vinculado en aquel entonces a la barra de Defensores de Belgrano”. Moreno creció en el Sur de la ciudad, y como cuentan Diego Cabot y Francisco Olivera en “El buen salvaje: Guillermo Moreno, la política del garrote” se inició en la política en los 70 cuando su familia se mudó a Lugano. En esos años el “Poronga” militaba, al igual que su actual mujer, la escribana Marta Cascales , en Guardia de Hierro y asistía a misa con regularidad, costumbre que el matrimonio aún mantiene, todas las semanas, en una iglesia de Balvanera. Su ingreso a la burocracia política conservó esa impronta: acompañó la gestión de Grosso en la Ciudad junto a Kelly Olmos, menemista y ex Guardia de Hierro .
“Es un tipo extremadamente honesto. O lo era”, contó a este diario un empresario tan convencido del “modelo” como el Poronga. “Lo creía espectacular hasta hace un tiempo, que no sé si por la cantidad de funciones que le dieron o porqué, pero perdió un poco el criterio ”. Son varios los empresarios, funcionarios y ex compañeros de militancia que comenzaron, en los últimos meses a escuchar –y varios a saber– acerca de “favores, regalos y atenciones” que recibiría el “Poronga” a cambio de liberar containers trabados en la Aduana. Hasta ahora esas “gestiones” se adjudicaban a los satélites del secretario: su hijo Juan Pablo, que creó en 2009 junto a su pareja M&F Asesores, cuyos clientes –según publicó Perfil con la firma de Darío Gallo- eran en su mayoría proveedores del Estado ; o de la propia Marta Cascales, su esposa de 71 años –quince años mayor que él– que adjudicó a su mala memoria el hecho de haber declarado en 2009 a nombre de Moreno unos 400.000 pesos que el secretario omitió presentar en su declaración jurada . Cascales es la misma escribana que participó de la fundación de Meldorek SA en 2003, la empresa de Sergio Shocklender y está asociada con la esposa de Julio De Vido, Alessandra Minicelli en FONRES SA, una consultora dedicada a la actividad fiduciaria y a la responsabilidad social empresaria. FONRES asesoró a Claudio Uberti en la formación de fideicomisos en negocios de máquinas agropecuarias con Venezuela y registró en 2009 “Lo nuestro a la olla”, un programa de cocina que se emite martes y jueves a las 13.00 por Telefe, auspiciado por las mismas marcas que Moreno debe controlar : BARFY, una fábrica de hamburguesas vinculada a Quickfood, Granja Tres Arroyos, Aceites Marolio, Banco de Galicia y los supermercados Carrefour, COTO, Día, Jumbo y Walmart. La gestión le ha dado a la familia Moreno menos satisfacciones que la actividad privada : las distintas versiones de Frutas, Carne, Jeans, Milanesas y Pescado para Todos no pasaron mucho más allá de los límites del Mercado Central (donde, según el Tribunal de Cuentas bonaerense, quedó un rojo de 100 millones después de la gestión Moreno); el “auto para los trabajadores”, un remedo del auto peronista de los cincuenta, nunca llegó a ponerse en marcha; el Argenmóvil , un celular ciento por ciento nacional nunca tuvo tono; la papelera Massuh quedó paralizada; los precios máximos en Liniers se volvieron mínimos; nunca “llovió gas-oil”, y el dólar blue no pudo sostenerse a 5,10 .
Sus resultados tampoco han sido promisorios siguiendo la ruta del petróleo: la promocionada gira a Angola sirvió para vender algunas remeras de La Salada y Grandes Máquinas de Concepción del Uruguay SA, los “exportadores” de las 18 cosechadoras que sólo habían hecho un prototipo, fue embargada hace unos días por librar cheques sin fondos. La quimera del oro negro ahora llevó al “Poronga” a Azerbaiján, otra democracia hereditaria que se independizó de la Unión Soviética en 1991, presidida por Ilham Aliyev, alabado oficialmente como “líder nacional”, quien sustituyó a su padre, Gaydar, ex funcionario soviético que gobernó durante una década, hasta su muerte. Presos de conciencia, denuncias de Amnesty International , Reporteros sin Fronteras y de Human Rights Watch en un país rico en petróleo y gas que se ubica en el puesto 143 (sobre un total de 183) en el listado de países con mayor percepción de corrupción en el sector público . Siendo el cero la calificación mayor, Azerbaiján ostenta un 2,4 sobre diez en la escala de “altamente corrupto” . El sitio ideal para un funcionario tan honesto.
Investigación: JL/María Eugenia Duffard/Marina Coccifi