Cómo fue la gira de Malcorra para intentar conquistar la ONU

La ONU tuvo esta semana su tercera votación en el Consejo de Seguridad para definir los candidatos para el cargo de Secretario General de la ONU. La canciller Susana Malcorra obtuvo un resultado por debajo de lo esperado, después de cierto optimismo en la segunda ronda, cuando había quedado en tercer lugar. En esta tercera ronda de votaciones, Malcorra quedó un quinto puesto pero con siete votos negativos, lo que amplía las posibilidades de que al menos uno de esos siete sea un veto de uno de los miembros permanentes del Consejo, lo que terminaría con sus chances. Susana Malcorra, canciller designada por Mauricio Macri, viajó a 8 de los 15 países que conforman el Consejo de Seguridad durante su candidatura para hacerse del apoyo de sus mandatarios. Estos fueron los obstáculos que, aún hoy, la canciller tiene adelante en su camino para conquistar la ONU.
PRIMER DESAFÍO: LOS MIEMBROS PERMANENTES.
El Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene la primera palabra sobre los posibles candidatos a Secretario General, está compuesto por quince miembros, diez que se renuevan periódicamente y cinco permanentes: Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China y Francia. El consejo permanente no es un mero título: cada miembro tiene poder de veto, es decir que ninguna resolución dentro de la ONU se puede tomar sin la total aprobación de los 5. Por eso la canciller argentina, Susana Malcorra, se encargó de visitar cada uno de los países miembros permanentes del Consejo durante este año en su condición de candidata. La gira comenzó antes de que la noticia trascendiera aunque ya era un secreto a voces dentro de Cancillería. El 12 de abril la canciller arribó a Rusia donde se reunió nada menos que con su par ruso y hombre fuerte del gobierno de Vladimir Putin, el canciller Serguéi Lavrov. Malcorra arrancó por su obstáculo más complicado en el camino a la Secretaría General de la ONU: Rusia. Los gestos hacia ese país no se terminaron con la visita de Malcorra: luego de ese viaje, el propio Mauricio Macri se comunicó con Putin para fortalecer las relaciones.
Hubieron más decisiones que se torcieron para no afectar las negociaciones: el gobierno anunció el 9 de junio de este año que el canal ruso Russia Today (RT) salía, junto a Telesur, de la grilla de TDA. Una semana después el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, tuvo que retractarse: “la salida de RT no es irrevocable”. A diferencia de Telesur, Russia Today continúa emitiéndose por la TDA y, el jueves pasado, el propio Lombardi que había dado de baja la señal manifestó, en los estudios de Russia Today, la importancia que la señal tiene para la Argentina:
Así y todo el veto ruso sigue siendo el obstáculo más difícil de sortear: independientemente de los gestos de amistad, Rusia sigue considerando que Malcorra es la candidata que propone la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, en momentos de recrudecimiento de la relación entre los países. La visita de Kerry a la Argentina y la amistad de Malcorra con Susan Rice reforzaron en estos meses la hipótesis rusa. Ayer, en el marco de la reunión del G20 en China, Mauricio Macri esperaba reunirse con el presidente Putin en una bilateral, pero finalmente «el avión de Putin se atrasó» y la reunión tuvo que suspenderse, informó Presidencia de Argentina.
Con el resto de los países, Malcorra tiene mejor relación y los visitó durante estos meses. En el marco de la gira de mayo, en medio de la cual se anunció su candidatura, Malcorra llegó a Pekín a resolver otro de los posibles problemas con su candidatura: los proyectos chinos de infraestructura en la Argentina que el macrismo había puesto en revisión al asumir, generando cierto resquemor en el país oriental.
El 19 de mayo Malcorra mantuvo una reunión con su par chino, donde se refirió específicamente a la central hidroeléctrica de Santa Cruz: “necesitábamos este tiempo de análisis, porque el proyecto, tal como había sido licitado, no era un proyecto final y como tal generaba incertidumbre en el costo. Eso ya se ha resuelto”, manifestó la canciller.
En el mismo sentido se expresó sobre las bases chinas que el macrismo, en su rol de opositor, había cuestionado fuertemente el año pasado. Ya en Pekín, y como gobierno, Malcorra manifestó la nueva posición al respecto: “el ministro Wan ha reafirmado lo que me han dicho en distintas ocasiones: el objetivo es de uso exclusivamente civil, que era una de las preocupaciones que había en algunos sectores en la Argentina, con lo cual desde ese punto de vista sentimos que tampoco hay objeciones”. Ayer, en el marco de la reunión del G20, el presidente chino, Xi Jinping, aseguró que apoyaría a Malcorra para el cargo en la ONU.
La gira incluyó también el Reino Unido, un voto que puede haber traído complicaciones (las votaciones en el Consejo son secretas) por la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas. Hasta Londres se acercó Malcorra el 12 de mayo para una reunión con su par británico en la que se trató abiertamente la cuestión: “ambos Cancilleres expresaron las posiciones de sus países respecto a la Cuestión Malvinas y coincidieron en que el desacuerdo en este tema no debe obstaculizar el desarrollo de una agenda positiva más amplia. Manifestaron la necesidad de identificar posibles áreas de cooperación en el Atlántico Sur, tales como explotación de recursos naturales y conectividad entre el continente y las islas”, sostuvo el comunicado de prensa de la Cancillería argentina, que destacó “la primera reunión de trabajo bilateral de cancilleres de ambos países después de más de catorce años”. Las señales a Inglaterra que necesita Malcorra le dieron esta semana un dolor de cabeza al gobierno de Mauricio Macri, cuando se produjo una situación políticamente extrema: Elisa Carrió votó a favor de un proyecto del Frente Para la Victoria para que los aviones de Aerolíneas Argentinas lleven la inscripción “las Malvinas son argentinas”. Es que, frente al proyecto del FPV, la canciller Malcorra envió una nota a la diputada Carrió sugiriendo la inconveniencia de la iniciativa, al considerar «una considerable erogación» el ploteo de las cuatro palabras en los aviones de la línea aérea de bandera. La diputada lo consideró “una falta de respeto” y terminó votando a favor junto al FPV, aunque por la oposición del resto de Cambiemos el proyecto quedó trunco en la comisión.
Con los miembros permanentes restantes, Francia y Estados Unidos, Malcorra tuvo el camino más allanado: estuvo con Hollande durante la visita de Macri y viaja permanentemente a Estados Unidos como canciller, tanto a reuniones de la OEA como de la propia ONU. A fines de marzo, Malcorra fue recibida por John Kerry en Washington.
EL PROBLEMA DE LA UNIÓN EUROPEA. Otro de los obstáculos para su camino a la ONU está señalado por una tradición que se mantuvo históricamente en la ONU: el cargo de Secretario General de la ONU va rotando entre las regiones. Asia, África, Latinoamérica y Europa ya ocuparon el puesto, pero Europa del Este reclama – junto a Rusia – que es momento para un representante de esa región.
El 14 de abril, cuando la candidatura aún no estaba oficializada, la canciller llegó a Bruselas para reunirse con Federica Mogherini, la alta representante de la diplomacia de la Unión Europea. Allí se trató el tema del acuerdo UE-Mercosur aunque, según consignó el diario La Nación, “fuentes de la Cancillería dijeron que uno de los temas predominantes de esa reunión fue la votación que habrá para suceder a Ban Ki-Moon”. A pesar de los esfuerzos los europeos parecen seguir encabezando la lista de preferencias de la ONU, en la tercera rueda de votación el primer lugar volvió a obtenerlo el ex primer ministro portugués Antonio Guterres, que ya ganó las tres rondas. El tercer lugar fue para el eslovaco Miroslav Lajcak y el cuarto puesto lo ocuparon, empatados en votos, la búlgara Irina Bokova y el serbio Vuk Jeremic. Recién atrás de ellos aparece el nombre de Susana Malcorra.
El ascenso de Bokova es una de las principales preocupaciones para las chances argentinas, ya que uno de los puntos fuertes era la cuestión de género: la ONU no tuvo, hasta ahora, mujeres en el cargo de Secretario General.
El RESTO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD Además de los cinco miembros permanentes, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene otros diez miembros que se renuevan periódicamente. Para esta votación, está integrado por los siguientes países: Angola, Egipto, España, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Senegal, Ucrania, Uruguay y Venezuela. Luego de que mayo haya sido el mes que tomó Malcorra para promover su candidatura entre los poderosos miembros permanentes, en julio y agosto la canciller mudó su campaña hacia los no permanentes. El 1° de julio, Malcorra visitó a España, quizás uno de los países europeos con el que el macrismo ha establecido mejor relación. El 14 de julio, el destino escogido para afianzar las relaciones entre países fue Japón donde, entre otras actividades, participó de una charla abierta en la sede Tokyo de la Universidad de Naciones Unidas. Allí “dialogó sobre los desafíos futuros para las Naciones Unidas”, reza el comunicado de la Cancillería. Tras la primera vuelta, y con más chances que las que tiene ahora, Malcorra organizó un viaje a Angola y Egipto, para reunir apoyos de dos países miembros del consejo. Según relató la agencia oficial de noticias Télam, Malcorra “llegó a Egipto tras visitar Angola, donde ya solicitó el respaldo de ese país para dirigir la ONU”. En Egipto se entrevistaría con su par, Sameh Shukri y luego con el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, para el mismo objetivo.
EL FACTOR VENEZUELA Tal vez el más costoso de los apoyos que necesita Malcorra haya sido el de Venezuela. Incluso por encima de la cuestión de Malvinas y el Reino Unido, en la cuestión Venezuela se pudo ver por primera vez una tensión manifiesta entre la política exterior del macrismo y las necesidades de Malcorra para ser elegida en el cargo de Secretario General de la ONU. La tensión se hizo explícita en la reunión de la OEA, en la que el secretario del organismo, Luis Almagro, realizó un durísimo informe contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro. La postura del presidente argentino, Mauricio Macri, fue siempre de las más críticas en la región, parte de su campaña e incluso una de las banderas del discurso de Cambiemos: no parecerse a Venezuela. Sin embargo, la postura de Malcorra fue no apoyar la moción de los países críticos con Venezuela y sostuvo que era “apresurado” aplicar la Carta Democrática para el país que conduce Nicolás Maduro, llamando a crear una oportunidad “de mediación y diálogo”. El saldo fue muy costoso para la figura de Macri como líder regional: la oposición venezolana, que había visto con esperanza la llegada de Macri al poder en Argentina, criticó duramente al mandatario. “Cristina Kirchner al menos no era hipócrita”, fustigó al gobierno argentino el opositor a Maduro, Henry Ramos Allup en su cuenta de Twitter.
Después del cambiazo, opositores democráticos venezolanos que somos amplia mayoría escribiremos»micro» en vez de macri.
— Henry Ramos Allup (@hramosallup) 1 de junio de 2016
Los opositores venezolanos le recordaron a Macri no sólo su promesa de campaña si no su primera conferencia de prensa, en la que había asegurado que solicitaría la cláusula democrática para Venezuela en la OEA:
EL FRENTE INTERNO
Ante el revés que sufrió en la tercera ronda de votación, un nuevo frente se abrió en el camino de Susana Malcorra hacia la ONU, quizás el menos esperado: los cuestionamientos al interior del gobierno. Un alto funcionario del Palacio San Martín, que por razones obvias no dio su nombre, aseguró al diario La Nación que “la situación de la canciller en la ONU es complicada y la situación de la Cancillería es peor aún”. El alto diplomático abonó su hipótesis con datos: se refirió a ascensos postergados, áreas que no tienen directores nombrados y traslados que no se concretan por falta de definición de la titular de la cartera. La grieta interna en el ministerio responsabiliza a la canciller porque, a ocho meses de iniciada la gestión, recién la semana pasada se comenzaron a girar los ascensos a embajadores extraordinarios de siete funcionarios, una tarea demorada desde diciembre.
En el medio de la disputa interna entre “políticos” y “CEOs”, en caso de no prosperar la candidatura de Malcorra, el costo político al interior del gobierno se apunta para el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, a quien fuentes internas señalan como uno de los principales impulsores de la ex secretaria de Ban Ki Moon al cargo de la ONU. El paso en falso incluso podría complicar un eventual recambio de gabinete que durante meses se instaló como rumor en el mundo de la política. La vacante que dejaba Malcorra en la Cancillería era una posibilidad concreta para resolver una de las cuestiones que más dolores de cabeza le trae al Presidente: la interna económica que confronta a Prat Gay, Sturzenneger, Melconián y los integrantes de la mesa chica de Macri, Lopetegui y Quintana. El lugar de Malcorra podría ser ocupado por Prat Gay quien, luego de haber levantado el cepo y acordado con los fondos buitre, daría por terminada su tarea en el equipo económico dando lugar a posiciones más monetaristas y cercanas a la idea original del presidente. El propio Prat Gay sostuvo en una entrevista en radio La Red la semana pasada que “si el Presidente me pide, por supuesto que lo voy a contemplar. Estoy acá para poner el hombro”, respecto a su eventual pase de cartera.
Por ahora, la posibilidad parece alejarse cada vez más aunque todavía quedan cuatro rondas más al interior del Consejo, que deberá definir antes de que termine septiembre los candidatos que pondrá a evaluación de la Asamblea General.

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