Después de muchos vaivenes, dicen que la reforma electoral que impulsa el Gobierno tendrá dictamen pasado mañana en Diputados. La promesa de campaña de Mauricio Macri empezará a plasmarse en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia, y Presupuesto. “Sí, va a haber dictamen”, aseguró a Clarín el macrista Pablo Tonelli, quien preside Asuntos Constitucionales. Cambiemos negoció la reforma con el massismo. Entre ambas fuerzas están cerca de los 129 votos necesarios para aprobar el proyecto, que requiere de mayoría absoluta.
Como quería el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, la boleta electrónica se implantaría en todo el país en 2017. Adiós al “gradualismo” que había dominado gran parte del debate, impulsado por la Cámara Electoral. Los magistrados pedían partidas presupuestarias definidas para hacer frente a la nueva situación. “La ley establece recursos específicos para que la Cámara disponga auditorías, controles, capacitación”, indicó el cordobés Juan Brügge, negociador del massismo.
Desde estas filas asoma una sorpresa: la posibilidad de aceptar el “corralito” en las PASO, es decir la propuesta del PRO de que se vote en la interna de una sola fuerza. “No tenemos problemas con las PASO cerradas o abiertas, pero veremos que dicen las demás fuerzas el jueves”, señaló Brügge a Clarín. Tonelli dijo que en el dictamen mantendrán el “corralito”, aunque admitió que no sabe cómo terminará esta discusión, que los partidos chicos o fuerzas distritales que van con boleta “corta” perciben como una amenaza.
Además, según el acuerdo, el proyecto incorporará paridad de género (50% de hombres y 50% de mujeres), que no contemplaba el texto del Ejecutivo. La radical Carla Carrizo opinó que “es un avance que no haya gradualismo y que todos los distritos tengan el mismo mecanismo”. Pero advirtió que las provincias con calendario unificado con las nacionales “no están obligadas” a la boleta electrónica. Una duda es la provincia de Buenos Aires, donde hay resistencia al cambio. Otro interrogante, como informó el lunes este diario, es si la reforma pasará por el filtro del Senado. w
Como quería el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, la boleta electrónica se implantaría en todo el país en 2017. Adiós al “gradualismo” que había dominado gran parte del debate, impulsado por la Cámara Electoral. Los magistrados pedían partidas presupuestarias definidas para hacer frente a la nueva situación. “La ley establece recursos específicos para que la Cámara disponga auditorías, controles, capacitación”, indicó el cordobés Juan Brügge, negociador del massismo.
Desde estas filas asoma una sorpresa: la posibilidad de aceptar el “corralito” en las PASO, es decir la propuesta del PRO de que se vote en la interna de una sola fuerza. “No tenemos problemas con las PASO cerradas o abiertas, pero veremos que dicen las demás fuerzas el jueves”, señaló Brügge a Clarín. Tonelli dijo que en el dictamen mantendrán el “corralito”, aunque admitió que no sabe cómo terminará esta discusión, que los partidos chicos o fuerzas distritales que van con boleta “corta” perciben como una amenaza.
Además, según el acuerdo, el proyecto incorporará paridad de género (50% de hombres y 50% de mujeres), que no contemplaba el texto del Ejecutivo. La radical Carla Carrizo opinó que “es un avance que no haya gradualismo y que todos los distritos tengan el mismo mecanismo”. Pero advirtió que las provincias con calendario unificado con las nacionales “no están obligadas” a la boleta electrónica. Una duda es la provincia de Buenos Aires, donde hay resistencia al cambio. Otro interrogante, como informó el lunes este diario, es si la reforma pasará por el filtro del Senado. w