Los jueces de la Sala I de ese cuerpo Benjamín Sal Llargués y Jorge Natiello se pronunciaron por la confirmación de la sentencia de primera instancia, mientras que el tercer integrante del tribunal, Horacio Piombo, votó por la absolución tras concluir que el caso debió ser competencia del fuero federal, de acuerdo a lo indicado por voceros judiciales.Kosteki y Santillán fueron asesinados a tiros durante una protesta de grupos piqueteros en las inmediaciones del Puente Pueyrredón el 26 de junio de 2002. Sus muertes fueron consecuencia de uno de los casos de represión policial contra protestas sociales más graves y signaron el destino del gobierno del entonces presidente Eduardo Duhalde, que debió adelantar la fecha de las elecciones previstas para octubre del año siguiente. Y significaron también un durísimo cimbronazo para el gobierno de Felipe Solá en la Provincia, al haber sido policías bonaerenses los autores de los asesinatos.
La protesta derivó en violentos enfrentamientos entre policías, que tenían a Franchiotti como jefe del operativo, y manifestantes. Al cabo de horas de refriegas, Kosteki y Santillán fueron encontrados muertos en la estación de trenes de Avellaneda por heridas de bala y oficialmente se aseguró que la Policía sólo había usado postas de goma y se sugirió que los jóvenes habían sido asesinados por piqueteros de «grupos adversarios».
Pero al día siguiente se conoció una secuencia de fotos que mostraba primero a Kosteki corriendo y a Franchiotti y otro policía apuntándolo con armas largas, luego a Kosteki caído y Santillán a su lado tratando de auxiliarlo y finalmente a los dos jóvenes heridos en el suelo. Horas antes, en una actitud que luego produciría escalofríos, Franchiotti se había mostrado como víctima ante las cámaras de TV con vendas en el cuello «por una herida de bala», y había afirmado a un grupo de periodistas que habían sido los piqueteros los que habían usado armas de fuego.
Se inició así un proceso que culminó con un juicio oral en el que Franchiotti y su chofer, el cabo Acosta, fueron condenados a reclusión perpetua. Y el caso llegó luego a la Casación donde ahora, como se dijo, esas sentencias fueron confirmadas, al hacerse lugar al criterio planteado en una audiencia oral de revisión del caso por el fiscal de Casación Carlos Altuve.
En aquella audiencia, realizada en marzo de 2009, Franchiotti declaró durante tres horas, hizo mención a la «teoría del complot» y a una «causa maquiavélica» que culminó con su condena y que «respondió a caprichos políticos del momento». Asimismo, cargó las tintas contra el otro condenado, Acosta, a quien acusó de ser el autor del disparo contra Santillán.
También puso bajo sospecha videos aportados a la causa que lo implicaron en los homicidios y que según el ex comisario «fueron armados» para acusarlo y entregados por la Presidencia y la Procuración bonaerense. Y su abogado pidió que la justicia provincial declinara su competencia por «tratarse de un caso federal, donde se juzgan hechos ocurridos en el marco de acciones que pusieron en peligro a las autoridades constitucionales».
El fiscal Altuve, en tanto, refutó esos argumentos y propició que se mantuvieran firmes las sentencias; una decisión que efectivamente adoptó ayer el tribunal de Casación.