carrera. Ceccatto trabajó junto a Barañao durante ocho años hasta llegar a dirigir el Conicet.
El recorte de $ 3 mil millones en el presupuesto de ciencia y técnica previsto para 2017 tuvo su primer efecto: esta semana el Conicet confirmó que el año próximo ingresarán a la carrera de investigador unos 385 personas; esto es un 60% menos de los que se incorporaron este año (943). En diálogo con PERFIL, Alejandro Ceccatto, presidente del Conicet, justificó la decisión: “En un país que reconoce tener un 30% de pobres, debemos entender que estamos hablando no de un recorte sino de crecer a tasas menores de las que veníamos creciendo, que eran anormales para cualquier sistema científico del mundo”.
Entre 2003 y 2015, el Conicet pasó de contar con 3.500 investigadores y 2.300 becarios, a 9.300 y 10.200 respectivamente. “El crecimiento masivo del Conicet se debió a que la carrera de investigador científico estaba decreciendo. En ese momento era necesario hacer una incorporación masiva de personal joven. A lo largo del tiempo se llegó a triplicar el tamaño de la institución. Hoy entramos en una etapa distinta. Conicet, con 25 mil personas, es el organismo más grande del Estado nacional, por fuera de las Fuerzas Armadas. Una estructura de ese tamaño no puede seguir pensando en crecer a tasas chinas”.
—Pero el Plan Argentina Innovadora 2020 impulsado por el ministro Barañao disponía aumentar un 10% por año el ingreso de investigadores…
—No estuve en la confección del Plan, si bien trabajé en el Ministerio durante ocho años. Entiendo que el Plan no dice específicamente un 10%. Este incremento de la planta implicaría que al cabo de siete años el Conicet tendría que pasar de 25 mil personas a 50 mil. Lo cual es imposible políticamente, económicamente e incluso desde el punto de vista de los recursos humanos. No hay tantas voluntades ni vocaciones científicas. De cualquier manera, todas esas políticas son revisables en el tiempo y ajustables a las circunstancias que atraviesa el país.
—¿Cuál es el presupuesto que manejaron este año?
—Este año recibí al Conicet con un presupuesto del orden del 6% y con las paritarias ha caído al 5%. En números redondos, el Conicet en este momento está entregando el 95% de su presupuesto para pagar sueldos y becas, y tiene sólo el 5% para gestionar el trabajo de 25 mil personas distribuidas desde Jujuy hasta Tierra del Fuego. Este aspecto es mucho más preocupante que la discusión de si estamos incorporando 200 o 300 investigadores menos que en los últimos años.
—¿Peligró la continuidad de alguno de los institutos?
—Durante 2016 hicimos una economía de guerra cubriendo con el escaso presupuesto que tenemos todas las necesidades básicas como para no llegar a situaciones extremas de tener que cerrar un instituto. Eso no ha ocurrido ni va a ocurrir. Lo que no podemos es garantizar que las 25 mil personas que están en este momento en el Conicet puedan rendir al país lo que realmente podrían hacerlo si dispusieran de un presupuesto que les permita trabajar con las condiciones necesarias.
—¿Qué va a pasar en 2017?
—El presupuesto para 2017 mantiene una situación relativamente similar. Hemos tenido un aumento del 44% pero que, esencialmente, aporta a los reajustes que ha habido en sueldo por los aumentos de paritarias. Estamos trabajando en la recomposición del presupuesto de gestión. El martes tuvimos una reunión en Casa de Gobierno con el presidente Macri y tuve la promesa de que va a haber un refuerzo para esos gastos que necesitamos hacer.
—Los científicos denuncian que habrá una nueva “fuga de cerebros”. ¿Qué opina?
—No creo que eso ocurra. Fuga de cerebros ocurrió en momentos en que la carrera de investigador estaba cerrada. Conicet está ofreciendo anualmente 1.600, 1.800 becas de doctorado de los cuales aproximadamente 1.300 terminan en cinco años sus estudios. De esos estamos pensando incorporar 450, más de un tercio. El resto de los doctores que se forman con becas del Conicet tienen que alimentar distintas áreas del Estado que necesitan recursos de alta capacitación para ser administradas de manera más eficiente.
Preparan movilización
La comunidad científica protestará el próximo miércoles a las 16 en la explanada del Polo Científico Tecnológico, en Palermo, por la disminución de ingresos a la carrera de investigador, en coincidencia con una reunión de directorio del Conicet. Según datos oficiales, en 2017 ingresarán 385 personas en la carrera de investigador, más otras setenta que provienen del exterior, alcanzando un total de 455 vacantes, a lo que se suma el ingreso de 298 técnicos de la carrera de personal de apoyo.
“El achicamiento del Conicet es el prolegómeno de una nueva fuga de cerebros. Es la consecuencia natural de un modelo que apunta a reprimarizar nuestra economía dejando de lado el impulso al desarrollo industrial, alejando al sistema de ciencia y tecnología de las necesidades y demandas sociales y desincentivando el pensamiento crítico”, denunció el Grupo Ciencia y Técnica Argentina que conforman, entre otros, los científicos Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt, Andrea Gamarnik, Diego Hurtado y Dora Barrancos.
El recorte de $ 3 mil millones en el presupuesto de ciencia y técnica previsto para 2017 tuvo su primer efecto: esta semana el Conicet confirmó que el año próximo ingresarán a la carrera de investigador unos 385 personas; esto es un 60% menos de los que se incorporaron este año (943). En diálogo con PERFIL, Alejandro Ceccatto, presidente del Conicet, justificó la decisión: “En un país que reconoce tener un 30% de pobres, debemos entender que estamos hablando no de un recorte sino de crecer a tasas menores de las que veníamos creciendo, que eran anormales para cualquier sistema científico del mundo”.
Entre 2003 y 2015, el Conicet pasó de contar con 3.500 investigadores y 2.300 becarios, a 9.300 y 10.200 respectivamente. “El crecimiento masivo del Conicet se debió a que la carrera de investigador científico estaba decreciendo. En ese momento era necesario hacer una incorporación masiva de personal joven. A lo largo del tiempo se llegó a triplicar el tamaño de la institución. Hoy entramos en una etapa distinta. Conicet, con 25 mil personas, es el organismo más grande del Estado nacional, por fuera de las Fuerzas Armadas. Una estructura de ese tamaño no puede seguir pensando en crecer a tasas chinas”.
—Pero el Plan Argentina Innovadora 2020 impulsado por el ministro Barañao disponía aumentar un 10% por año el ingreso de investigadores…
—No estuve en la confección del Plan, si bien trabajé en el Ministerio durante ocho años. Entiendo que el Plan no dice específicamente un 10%. Este incremento de la planta implicaría que al cabo de siete años el Conicet tendría que pasar de 25 mil personas a 50 mil. Lo cual es imposible políticamente, económicamente e incluso desde el punto de vista de los recursos humanos. No hay tantas voluntades ni vocaciones científicas. De cualquier manera, todas esas políticas son revisables en el tiempo y ajustables a las circunstancias que atraviesa el país.
—¿Cuál es el presupuesto que manejaron este año?
—Este año recibí al Conicet con un presupuesto del orden del 6% y con las paritarias ha caído al 5%. En números redondos, el Conicet en este momento está entregando el 95% de su presupuesto para pagar sueldos y becas, y tiene sólo el 5% para gestionar el trabajo de 25 mil personas distribuidas desde Jujuy hasta Tierra del Fuego. Este aspecto es mucho más preocupante que la discusión de si estamos incorporando 200 o 300 investigadores menos que en los últimos años.
—¿Peligró la continuidad de alguno de los institutos?
—Durante 2016 hicimos una economía de guerra cubriendo con el escaso presupuesto que tenemos todas las necesidades básicas como para no llegar a situaciones extremas de tener que cerrar un instituto. Eso no ha ocurrido ni va a ocurrir. Lo que no podemos es garantizar que las 25 mil personas que están en este momento en el Conicet puedan rendir al país lo que realmente podrían hacerlo si dispusieran de un presupuesto que les permita trabajar con las condiciones necesarias.
—¿Qué va a pasar en 2017?
—El presupuesto para 2017 mantiene una situación relativamente similar. Hemos tenido un aumento del 44% pero que, esencialmente, aporta a los reajustes que ha habido en sueldo por los aumentos de paritarias. Estamos trabajando en la recomposición del presupuesto de gestión. El martes tuvimos una reunión en Casa de Gobierno con el presidente Macri y tuve la promesa de que va a haber un refuerzo para esos gastos que necesitamos hacer.
—Los científicos denuncian que habrá una nueva “fuga de cerebros”. ¿Qué opina?
—No creo que eso ocurra. Fuga de cerebros ocurrió en momentos en que la carrera de investigador estaba cerrada. Conicet está ofreciendo anualmente 1.600, 1.800 becas de doctorado de los cuales aproximadamente 1.300 terminan en cinco años sus estudios. De esos estamos pensando incorporar 450, más de un tercio. El resto de los doctores que se forman con becas del Conicet tienen que alimentar distintas áreas del Estado que necesitan recursos de alta capacitación para ser administradas de manera más eficiente.
Preparan movilización
La comunidad científica protestará el próximo miércoles a las 16 en la explanada del Polo Científico Tecnológico, en Palermo, por la disminución de ingresos a la carrera de investigador, en coincidencia con una reunión de directorio del Conicet. Según datos oficiales, en 2017 ingresarán 385 personas en la carrera de investigador, más otras setenta que provienen del exterior, alcanzando un total de 455 vacantes, a lo que se suma el ingreso de 298 técnicos de la carrera de personal de apoyo.
“El achicamiento del Conicet es el prolegómeno de una nueva fuga de cerebros. Es la consecuencia natural de un modelo que apunta a reprimarizar nuestra economía dejando de lado el impulso al desarrollo industrial, alejando al sistema de ciencia y tecnología de las necesidades y demandas sociales y desincentivando el pensamiento crítico”, denunció el Grupo Ciencia y Técnica Argentina que conforman, entre otros, los científicos Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt, Andrea Gamarnik, Diego Hurtado y Dora Barrancos.