EL PAIS › LA CARTA DEL PAPA PARA LAS ASOCIACIONES DE DERECHO PENAL
“El endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia”, señaló Bergoglio en una carta difundida ayer. También alertó sobre las cárceles superpobladas y el rol de los medios.
El papa Jorge Bergoglio envió una carta a la Asociación Internacional de Derecho Penal, en la que advierte que “la experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia”. En lo que pareció una crítica a la campaña lanzada por Sergio Massa contra la reforma del Código Penal, el Papa también alertó sobre “las cárceles superpobladas y los presos detenidos sin condena”. Además, advirtió sobre el papel que juegan los medios.
Bergoglio ya había compartido algunos de estos conceptos en un encuentro que había tenido con Roberto Carlés, el coordinador de la comisión de reforma del Código Penal. Ese momento, se comprometió a escribirle una carta con su pensamiento sobre el tema. Con fecha del viernes 30 de mayo, Bergoglio le envió una carta a Carlés, que es además el secretario adjunto de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología. La misiva llegó ayer por la mañana, está dirigida a esa entidad y a la Asociación Internacional de Derecho Penal. Las dos son las organizadoras de congresos donde se debaten problemáticas del fuero penal y a los que el Papa saluda como “dos importantes foros” al comienzo de la carta. Destaca, en particular, “su contribución al desarrollo de una Justicia que respete la dignidad y los derechos de la persona humana, sin discriminación y tutele debidamente a las minorías”. El enfoque de la carta parece alejarse de las ideas que estuvo pregonando Massa, del estilo “el que las hace, las paga”.
El Papa se adentra en la discusión de las cuestiones penales, donde considera que la Iglesia debe dar su opinión. Lo hace en términos generales, aunque sus palabras parecen tener incidencia sobre la polémica en torno de la reforma del Código Penal argentino. “En nuestras sociedades, tendemos a pensar que los delitos se resuelven cuando se atrapa y condena al delincuente, pasando de largo ante los daños cometidos o sin prestar debida atención a la situación en las que quedan las víctimas.” Bergoglio remarca que “sería un error identificar la reparación sólo con el castigo, confundir la Justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada”. Sobre la violencia institucional, el Papa remarca que el endurecimiento de las penas puede “generar graves problemas para las sociedades, como las cárceles superpobladas o los presos detenidos sin condena”.
“La experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia”, señala Bergoglio en su carta.
El Papa también les dedica un párrafo a los medios masivos de comunicación, a los que ya cuestionó cuando debió salir a ratificar la autenticidad de un saludo que había enviado a la Presidenta por el 25 de mayo. En este caso, escribió: “Los medios de comunicación, en su legítimo ejercicio de la libertad de prensa, juegan un papel muy importante y tienen una gran responsabilidad: de ellos depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan a conocer los hechos delictivos. Están en juego la vida y la dignidad de las personas, que no pueden convertirse en casos publicitarios, condenando a presuntos culpables antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas, a revivir el dolor sufrido”.
“El endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve problemas sociales ni logra disminuir los índices de delincuencia”, señaló Bergoglio en una carta difundida ayer. También alertó sobre las cárceles superpobladas y el rol de los medios.
El papa Jorge Bergoglio envió una carta a la Asociación Internacional de Derecho Penal, en la que advierte que “la experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia”. En lo que pareció una crítica a la campaña lanzada por Sergio Massa contra la reforma del Código Penal, el Papa también alertó sobre “las cárceles superpobladas y los presos detenidos sin condena”. Además, advirtió sobre el papel que juegan los medios.
Bergoglio ya había compartido algunos de estos conceptos en un encuentro que había tenido con Roberto Carlés, el coordinador de la comisión de reforma del Código Penal. Ese momento, se comprometió a escribirle una carta con su pensamiento sobre el tema. Con fecha del viernes 30 de mayo, Bergoglio le envió una carta a Carlés, que es además el secretario adjunto de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología. La misiva llegó ayer por la mañana, está dirigida a esa entidad y a la Asociación Internacional de Derecho Penal. Las dos son las organizadoras de congresos donde se debaten problemáticas del fuero penal y a los que el Papa saluda como “dos importantes foros” al comienzo de la carta. Destaca, en particular, “su contribución al desarrollo de una Justicia que respete la dignidad y los derechos de la persona humana, sin discriminación y tutele debidamente a las minorías”. El enfoque de la carta parece alejarse de las ideas que estuvo pregonando Massa, del estilo “el que las hace, las paga”.
El Papa se adentra en la discusión de las cuestiones penales, donde considera que la Iglesia debe dar su opinión. Lo hace en términos generales, aunque sus palabras parecen tener incidencia sobre la polémica en torno de la reforma del Código Penal argentino. “En nuestras sociedades, tendemos a pensar que los delitos se resuelven cuando se atrapa y condena al delincuente, pasando de largo ante los daños cometidos o sin prestar debida atención a la situación en las que quedan las víctimas.” Bergoglio remarca que “sería un error identificar la reparación sólo con el castigo, confundir la Justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada”. Sobre la violencia institucional, el Papa remarca que el endurecimiento de las penas puede “generar graves problemas para las sociedades, como las cárceles superpobladas o los presos detenidos sin condena”.
“La experiencia nos dice que el aumento y endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia”, señala Bergoglio en su carta.
El Papa también les dedica un párrafo a los medios masivos de comunicación, a los que ya cuestionó cuando debió salir a ratificar la autenticidad de un saludo que había enviado a la Presidenta por el 25 de mayo. En este caso, escribió: “Los medios de comunicación, en su legítimo ejercicio de la libertad de prensa, juegan un papel muy importante y tienen una gran responsabilidad: de ellos depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan a conocer los hechos delictivos. Están en juego la vida y la dignidad de las personas, que no pueden convertirse en casos publicitarios, condenando a presuntos culpables antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas, a revivir el dolor sufrido”.